Cuando crecemos, perdemos muchas cosas que teníamos cuando éramos niños, creo que son los mejores maestros del mundo y por ser viernes, podemos darnos el lujo de hacer un artículo un poco cursi que nos haga reflexionar tantito.
Los niños tienen la habilidad de contagiarnos su ilusión por las cosas más sencillas, sus ganas de vivir, su alegría, sus ganas de conocer y son el mayor ejemplo de que nunca debes aceptar un no como respuesta.
Estas son las 10 cosas que tenemos que recuperar de ellos:
- Si te caes, levántate
Aunque te duela y te hayas lastimado, llora un poco pero sigue adelante lo más rápido que puedas. Los niños no se lamentan porque tienen cosas más divertidas que hacer, ven las caídas como parte de su camino.
- Expresa tus emociones
Ya sea que estés extremadamente feliz o muy triste, déjalo salir. Te sentirás aliviado y aprenderás a reconocer eso que estas sintiendo sin suprimirlo. Como adultos, tendemos a guardar lo que estamos sentimos porque “no está bien visto” o nos da pena, dejemos esto a un lado y que salga lo que tenga que salir.
- Mira las cosas como si fuera la primera vez que las vieras
Muchas veces, perdemos nuestra capacidad de asombro por lo que nos rodea y olvidamos que celebrar lo ordinario también es increíble. No solo abre tu mente y tu creatividad, te hace más feliz y valoras lo que tienes al máximo.
- Siempre di la verdad
Hay que regresar a decir lo que sientes y piensas sin miedo a meternos en problemas o a no caer bien. Generarás mucha confianza en la gente que te rodea, aparte, quien esté contigo va a ser por lo que eres, no por lo que finges ser y no hay nada mejor que conocer a alguien transparente que no se va con rodeos.
- Ten curiosidad de todo
Pregunta, pregunta y vuelve a preguntar. No tienes porqué saber todo y la pena de investigar o decir que no sabes hacer algo, no te lleva a nada. Levanta la cabeza y alza la voz, si no pasaba nada cuando eras niño, ¿Por qué ahora sí?
- La vida no es tan difícil
Toda esta obsesión por el futuro o por lo que pasó en el pasado no sirve de nada. Vive el ahora disfruta de cada momento y apóyate en las personas que te quieren. Aunque suene a libro de superación personal; ve lo que sí hay y lo que sí tienes.
- Juega
Dibuja, corre, brinca, imagina, haz. Los adultos deberíamos de recuperar el juego como parte de nuestra vida. Hace que nos relajemos y nos olvidemos de los problemas por un rato.
- Ama sin miedo
¿Por qué de adultos le tenemos tanto miedo al amor y a entregarnos a otra persona? Los niños aman sin esperar nada a cambio y sin miedo. No están pensando en que los van a lastimar o qué va a pasar el día que ya no estén, aman y punto.
- Adáptate a los cambios
Los pequeños se pueden acomodar a todo con facilidad, ya sea un cambio de casa, de escuela, incluso de País y no pasa nada. No piensan en todo lo que pierden o todo lo que están dejando, sino todo lo nuevo que les va a brindar esta nueva aventura, porque si, todo es una aventura.
- No obedezcas tanto a los mayores
Tenemos que tener muy presente que todas las personas hablan desde su experiencia y su historia. No porque tengan más años tienen la razón, probablemente más experiencia sí, pero nunca vas a vivir lo mismo o ver las cosas igual que ellos. Hay que tomar lo que nos convenga y ser un poco egoístas en escoger nuestras propias creencias.
Si nos diéramos la tarea de simplemente observarlos, podríamos dejar que nos enseñen mucho más de lo que nosotros les damos a ellos. Son expertos en ponerse felices sin motivo, a estar siempre con algo que hacer y a saber exigir con todas sus fuerzas lo que quieren.