A menudo, la adaptación cinematográfica de una novela es peor que la obra original. Sucede por muchas razones: porque no contiene toda la información del libro, porque los actores no corresponden a los personajes, porque falla el ritmo, por lo que sea. No es fácil recrear en un medio lo que fue concebido para otro.
A veces hay filmes que son mejores que las novelas en las que se basan y en esos casos el mérito es aún mayor, sobre todo si el texto ya es bueno de entrada. Aquí damos un repaso a 10 de esas películas que superaron lo escrito. Es más, a menudo el libro se ha leído gracias a su versión cinematográfica.
10. La semilla del diablo, (1974) de Roman Polanski
La película de Roman Polanski es sin duda una obra maestra. La recién casada Rosemary se instala en Nueva York con su marido y poco a poco las tinieblas se apoderan de su luminoso apartamento. Lo peor de la cinta, y del libro, es el pedazo de spoiler del título. La razón de por qué Rosemary’s Baby se publicó como La semilla del diablo es tan asombrosa como inexplicable es que mantuvieran ese título también en la traducción de la película. El relato en el que se basa la pelí es bueno, de hecho, Truman Capote lo definió como «una oscura y brillante historia de brujería moderna que induce a creer en lo increíble». Buena trama, en la que nada es evidente… excepto el maldito título que te destripa el desenlace mucho mejor que esa famosa escena final en la que no se ve nada pero todos juramos haber visto un bebé con los ojos del diablo: en realidad solo se muestra el rostro, desencajado por el horror, de Mia Farrow. Buen libro, sí, pero mejor película.
9. La naranja mecánica (1971) de Stanley Kubrik
En la cinta, Alex De Large se aleja de la ultraviolencia porque «se ha curado», pero eso no es lo que escribió Burgess que, por cierto, calificó la película de obra maestra tras su primer visionado. No obstante, el éxito y la polémica sobre si el film glorificaba la violencia hizo que Kubrick prohibiera su proyección en el Reino Unido y que Burgess terminara despreciando su propia obra. ¿La peli es mejor que el libro? Es más impactante, gracias a la decoración retrofuturista, a la escalofriante banda sonora de la compositora estadounidense Wendy Carlos y a la maravillosa interpretación de Malcolm McDowell bajo la dirección del maestro Kubirck. Eso sí, si quieres saber cómo acaba de verdad, léete el libro, considerado uno de los más transgresores de todos los tiempos.
8. Última salida para Brooklyn (1990) de Uli Edel
El libro, publicado 25 años antes de que se hiciera la película, fue declarado pornográfico en el Reino Unido, pero no despierta el menor interés lascivo, solo provoca tristeza y desesperación. Eso lo consigue la película aún mejor, porque los escenarios, los diálogos, todo es tan desesperante que nos comunican mejor que la letra escrita lo que quiso el autor.
7. Requiem por un sueño (2000) de Darren Aronofsky
Está película crea una ambiente angustioso por todas las imágenes traumáticas que desfilan ante tus ojos y se te quedan clavadas como dagas. La banda sonora (fantástica), obra de Clint Mansell, contribuye, y mucho, a cargar las tintas. Todos los sueños se colapsan cuando hay contacto con las drogas. Muy dura, también la novela, pero en el caso de la película, cierras los ojos y sigues viendo esas escenas tan demoledoras, tan dolorosas. Personajes desgarradores que no se merecen la pesadilla en la que habitan, cuando todo lo que querían era perseguir un sueño.
6. El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola
El libro se lee casi como un primer borrador, y hay quien asegura que es lo que es en realidad. Puzo lo envió a sus editores antes de irse de vacaciones y se llevó una sorpresa al enterarse a la vuelta de que su borrador se iba a publicar casi tal cual. Después, cuando preparó el guión con Coppola, tuvo la oportunidad de escribir algo más pulido. Y la interpretación de Marlon Brando y Al Pacino bajo la dirección de Coppola hace que sea muy superior a la novela.
5. Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock
La novela surgió por inspiración de un asesino real, Ed Gein, víctima de una madre abusiva que le enseñó desde pequeño que el sexo era algo malo y pecaminoso. Pero ni Gein, un mal bicho, ni el personaje de Norman Bates en la novela, tienen la fragilidad y ese cierto candor que tan bien logra Anthony Perkins en la pantalla.
4. La virgen de los sicarios (2000) de Barbet Schroeder
En la película, hay continuas visitas a la morgue, y se mantiene la crítica contra la iglesia, la maternidad, los narcos, el gobierno… y la ironía como catarsis contra el dolor y funciona perfectamente en este triste relato sobre la pérdida de la inocencia y la decadencia personal y social. La idea de llevar la novela al cine fue de Schroeder, pero Vallejo elaboró el guion, basándose en sus recuerdos, no en lo que había escrito. Es fresca, ágil, terrible y nos muestra un Medellín que no se ve en el libro.
3. Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) de Milos Forman
Parece ser que Ken Kesey se enfadó muchísimo al ver la película porque el personaje de Randle Patrick McMurphy (Interpretado por Jack Nicholson) le robó su protagonismo al jefe Bromden que es el narrador en la novela. Milos Forman hizo una jugada maestra al hacer que el conflicto central fuera entre McMurphy y la enfermera Ratched (Louise Fletcher), dotando a la cinta de una tensión de la que carece el libro. Pero en ambos la crítica hacia los métodos utilizados (electroshock, lobotomía) en las instituciones mentales como forma de represión está presente.
2. El Resplandor (1980) de Stanley Kubrick
A Stephen King no le gustó nada la adaptación de su obra, ni a los fans de King, porque se alejó mucho del original. Los personajes de Jack Torrrance (Jack Nicholson) y su mujer Wendy (Shelley Duvall) son muy distintos, la trama es distinta, el final es distinto. A pesar de la decepción de King y de sus fans, la película no deja de ser grandiosa, sublime. A la dirección de Kubrick, se le suma una interpretación prodigiosa y, una vez más, la maravillosa banda sonora de Wendy Carlos.
1. El Club de la Lucha (1999) de David Fincher
El propio Palahniuk reconoce que la película es mejor que el libro, porque cree que su obra no es tan consistente como la que consigue Fincher con las actuaciones de Brad Pitt y Edward Norton. Es un libro buenísimo, pero le falta el dinamismo que aparece en la pantalla (y la presencia de Pitt, que es un regalo siempre) y ese final tan explosivo. Sales del cine con la boca abierta. Es de esas películas que me alegro de haber visto antes de leer el libro porque probablemente la sorpresa no habría sido tan mayúscula. Pero sin embargo, el libro permite (al menos) dos finales distintos que tienen su secuela en dos novelas gráficas.
Con información de Esquire