Los whitexican ya extrañan mil ir a “pueblear” con sus sombreros tipo cordobés y su outfit para la ocasión. Hay 132 pueblos mágicos en México, todos tienen su encanto y se acomodan al gusto de las familias, los pet lovers, las parejas, las best friends y los whitexican.
Lo bueno es que cada vez hay más estados en semáforo verde y estas chuladas de lugares se están reactivando. Pero que complicado buscar cuál te queda más cerca o en cuál hace más calor o frío, por eso te damos 10 primeras opciones para visitar.
1. Mitla, Oaxaca
Está ubicado en Juan Pablo Villa de Mitla a 40 minutos de Oaxaca. Es conocido por su zona arqueológica, su nombre en náhuatl significa “lugar de los muertos” o “inframundo”, pero que esto no te asuste: Mitla tiene mucha luz para ofrecer.
Aquí sí hay de todos los moles, negro, verde, amarillo y colorado, disfrútalos acompañados de un buen mezcal como aperitivo. Y andas por allí en el Día de los Muertos, tendrás cientos de opciones para sorprenderte con su Pan de Muertos tradicional. En Mitla están los auténticos bordados y textiles oaxaqueños, que varios diseñadores renombrados se han adjudicado para sus colecciones. Conocerás a los verdaderos artesanos y te sorprenderás con las maravillas que hacen con el telar y el pedal. Compra uno y llévate una muestra preciosa de este pueblo mágico a casa.
2. Tlatlauquitepec, Puebla
Recomendado para los que gustan de la vida tranquila, los alimentos orgánicos y un clima húmedo. ¿Está rico no? Recorrer las calles de Tlatlauqui, una joya de la sierra poblana, muy cerca de Teziutlán. Prepara tus botas, jeans y mucho estómago para disfrutar las comidas que sorprenderán incluso a paladares entrenados. Nada como sus que sus famosas carnes y pollos ahumados. Ñam, ñam.
Date una vuelta por su Plaza de Armas y visita el Palacio Municipal, construido como hospital a principios del siglo XIX. En el mismo paseo, admira las pinturas en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y, desde su campanario, contempla de lejos el Cerro Cabezón y sus paredes de roca caliza. Si esa primera aproximación al cerro te tentó, entonces acércate y descubre sus cuevas. O dobla la apuesta y escápate a sus alrededores naturales a practicar rappel en las cascadas y senderismo.
3. Bacalar, Quintana Roo
La verdad es un lugar que quisiéramos mantener en secreto, ya que el flujo de turistas extranjeros y nacionales aumentó considerablemente, volviéndose una amenaza.
Sin embargo, es un verdadero paraíso natural que queremos presumir, y que con solo mirar ya estarás satisfecho. Renta un kayak y rema sobre la laguna para descubrir los diferentes tonos de azul que causan las diferentes profundidades y la vegetación submarina. Sumérgete en el Cenote Azul y explora las cuevas bajo la superficie practicando snorkel y buceo. O descubre el pueblo a través de un largo recorrido en bicicleta. Si vas con tiempo, adéntrate en la selva y explora Kohunlich, una de las zonas arqueológicas más importantes de la cultura maya. Pura belleza.
¡Cuidado! Si te invitan a un retiro en Bakalar, piénsalo dos veces.
4. Pátzcuaro, Michoacán
En el lago de Pátzcuaro, pueblo mágico de Michoacán, observa la técnica tradicional de los pescadores y después disfruta de un buen plato de pescado blanco. Conocido como “la puerta del cielo” por la comunidad purépecha prehispánica, era imposible que este pueblo mágico escapara de nuestra selección. Con una sintonía preciosa entre construcciones barrocas y neoclásicas y las casas de adobe y techos de paja, a las que se suman la riqueza de sus artesanías, tradiciones y gastronomía, es una joya cultural de Michoacán. Y es pura calma.
Pátzcuaro se recorre fácilmente caminando. Visita la Basílica Nuestra Señora de la Salud, el Templo del Sagrario y el Colegio de la Compañía de Jesús. La Casa de los Once Patios es perfecta para detenerse y relajarse respirando el silencio. Y no te pierdas el Museo de Artes e Industrias Populares para aprender sobre sus maravillosas artesanías. Al final del día, siéntate en uno de sus tantos restaurantes y pide un buen plato de su famoso pescado blanco: ese es el sabor de la redención.
5. Tequila, Jalisco
En esta parada te sugerimos llevar conductor asignado, porque en la tierra del agave por supuesto que tienes que visitar algunas de las 120 casas tequileras de la región. Entre ellas, te pasamos el tip, ve a Casa Noble, La Alborada o La Rojeña. Conoce y degusta las variedades de esta bebida espirituosa, total, una vez al año, no hace daño.
Si vienes desde Guadalajara, tómate el tren José Cuervo Express y viaje entre las plantaciones de agave declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una vez en el pueblo, adéntrate en la historia del destilado en el Museo Nacional del Tequila. Además, Tequila tiene una hermosa arquitectura colonial y lugares históricos que puedes descubrir caminando o bordo de unos simpáticos trenes con forma de tonel. ¿Y la naturaleza? El Volcán de Tequila te espera con ciclismo y escalada. Tequila es un placer, o varios.
6. Papantla, Veracruz
Los italianos envidian la vainilla que se da en Papantla, porque es de las mejores del mundo, y para sus famosos Gelatos, quedaría genial.
Este pueblo mágico en el golfo de Veracruz, es la cuna de los voladores, no te pierdas la posibilidad de verlos en acción, es todo una experiencia. Cinco hombres se lanzan desde más de 30 metros al vacío, sujetados solo por una cuerda en un pie y bailan en el aire dando 13 vueltas. Este acto representa “El Juego del Volador”, icono de la población y una antigua tradición mexicana en la que se pide a los dioses por la bonanza durante el año siguiente.
Confirma la belleza de este lugar visitando la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de arquitectura franciscana, o el mural escultórico a la cultura totonaca, que describe la historia de Papantla desde los tiempos prehispánicos hasta la actualidad y se encuentra justo en el centro de la ciudad. Anota, a tan solo 9 kilómetros de Papantla está la zona arqueológica El Tajín, declarada Patrimonio de la Humanidad y una de las más importantes de Mesoamérica. Imperdible.
7. Dolores Hidalgo, Guanajuato
Fue precisamente en este pueblo mágico de Guanajuato donde comenzó la nueva historia de México: considerado como “la cuna de la independencia”, aquí ocurrió el Grito de Dolores, la llamada a las armas para derrocar el virreinato. Así que interesados en la historia, Dolores Hidalgo los recibirá con los libros abiertos.
Si tienes alma de coleccionista, el Museo del Bicentenario te ofrece más de 800 piezas curiosas, como timbres, medallas, fotos e un incluso un fonógrafo con la voz de Porfirio Díaz. Un dato raro y maravilloso: Dolores Hidalgo también es conocido por su singulares helados y nieves de sabores exóticos. Anímate y prueba uno de mole, chicharrón o hasta de camarones.
8. Tepoztlán, Morelos
¿Qué tal te caería una buena tronada y masajito, y al terminar un temazcal con todo y ritual? Este lugar es ideal para la experiencia, Tepoztlán es conocido por sus good vibes, y sus relajantes hoteles o posadas.
Se dice que fue la cuna de Quetzalcóatl y Ostenta un monumento al pulque, además, los lugareños afirman que desde el Cerro del Tepozteco se pueden avistar ovnis; si estás decidido a subirlo ve con tiempo, según tu condición física te puedes tardar hasta 2 horas en llegar a la cima.
Para complementar tu outfit de Pueblos Mágicos, recorre el tianguis artesanal. Allí podrás encontrar joyas, ropa, semillas o instrumentos musicales originales: no tendrás excusa para irte sin un souvenir. Infaltable, echarte un taco de cecina, pancita, pozole o los itacates, una especie de gorditas con forma de triángulo, son una delicia. Un plus: todo está hecho con productos orgánicos locales.
9. Huasca de Ocampo, Hidalgo
Huasca de Ocampo uno de los pueblos mágicos de Hidalgo que te hará viajar en el tiempo. Visita la hacienda de Santa María Regla y admira su acueducto y explora su mazmorra. O pasea por los jardines de la hacienda de San Juan Hueyapan, para seguir hasta la Iglesia de San Juan Bautista y perderte en sus cuadros.
¿Has escuchado hablar de los Prismas Basálticos? Pues justo aquí los encuentras, son unas impresionantes columnas bañadas por la presa de San Antonio, son una de las 13 maravillas de México. Sigue tu exploración natural por el Parque Ecoturístico Bosque de Las Truchas con un paseo en lancha o a caballo. Y si te gustaría sumergirte en la magia, visita el Museo de los Duendes. Podrás descubrir talismanes y otros objetos que certifican la leyenda de que en Huasca habitan unos cuantos de estos seres míticos.
10. Bernal, Querétaro
Lo que necesitas después de esta pandemia, más y más buenas vibras, recíbelas en la Peña de Bernal. Es el tercer monolito más grande del mundo y provee a los pobladores de Bernal de energía vital. Son muchos los que durante el equinoccio de primavera se acercan a este pueblo mágico a cargarse de buenas vibras. ¿Cómo perderse este baño energético? Compruébalo tú mismo y, si te animas, asciende en cuatrimoto a la cima. La vista también es revitalizante.
Además, está cerca del DF, es perfecto para darse el gusto de tomar una buena copa de vino mexicano. Visita los Viñedos Azteca y súmale una degustación con diferentes tipos de queso. Y si te quedas con ganas de algo dulce, prueba una, o algunas, de sus famosas obleas y natillas. Y los golosos podrán extenderse en la Casa Museo del Dulce. Aprende todo sobre su fabricación artesanal y llévate un dulce para compartir de vuelta en casa. Si no se terminan por el camino, por supuesto.