Semblanza:
Rosa es una abogada disruptiva que trabaja por la transformación del sector legal, asà como una emprendedora social enfocada en el empoderamiento económico de la mujer. Amante del baile, el futbol y la comida mexicana, es, además, una soñadora que anhela ver en México una sociedad justa, incluyente y con oportunidades para todos.
Considera que es momento de transformar tanto a la profesión jurÃdica, como al gobierno a través
de cambios sencillos como la utilización de un lenguaje claro que la ciudadanÃa pueda entender y le facilite exigir. Defiende la simplificación de procesos, la educación continua y el aprovechamiento de nuevas tecnologÃas para fomentar la competitividad.
¿Has sido vÃctima de discriminación por tu edad?
En mi vida me he encontrado con más episodios de discriminación por género que por edad. No obstante, es cierto que, al inicio de mi carrera profesional, se dudó de mi capacidad para manejar
proyectos importantes, hasta que quedó demostrado que dichos miedos eran infundados. Los jóvenes podemos ser responsables, maduros y comprometidos, poniéndonos a la altura del reto que se nos plantea.
¿Los jóvenes son más fáciles de corromper?
Yo no lo considero asÃ. La corrupción no sabe de edad. Lo que sà es cierto es la importancia de dotar de herramientas a la juventud mexicana para que estén listos para enfrentarla a través de educación, valores y oportunidades para todos.
¿Cuáles son los principales obstáculos a los cuales se enfrentan los activistas jóvenes?
Que el reto se ve tan grande que pueden caer en el desánimo, creyendo que es imposible y que se vean tentados a rendirse. Que lo difÃcil de la tarea les haga creer que están solos en ese anhelo y que no encuentren a otros que sueñen con lo mismo.
Dadas las circunstancias polÃticas y económicas del paÃs, ¿qué cambiarÃas en este momento?
La división. A México lo que lo hace grande es su gente. Durante los terremotos del 2017 quedó demostrado que cuando queremos, nos olvidamos de las diferencias regionales, los acentos, los colores partidistas, la clase o el tono de la piel. Todas esas diferencias superficiales y absurdas no nos dejan avanzar. Pero es importante que tengamos en el seno de las familias, en las escuelas y en las conversaciones entre amigos espacios para reflexionar qué parte de nosotros está evitando que logremos los objetivos comunes.
¿Falta incentivar a la juventud para que sea más activa?
Considero que si bien, por un lado, la juventud se caracteriza por la persecución de ideales, también es cierto que la decepción continua puede llevar a una apatÃa. Por lo tanto, hay que incentivar a que más jóvenes se involucren en las causas que le apasionen más, dejándoles saber que, si bien falta mucho por hacer, en el mundo se ha avanzado bastante en distintos temas y solo basta con echar un vistazo a las transformaciones del último siglo para comprobarlo.
Transformaciones que en parte fueron generadas, adoptadas y propagadas por jóvenes como nosotros.
¿Qué piensas cuando escuchas que la generación millennial o centennial están perdidas?
Que es una frase demasiado repetida por generaciones, pero que no podrÃa ser más inexacta. Nada está determinado, aún tenemos la oportunidad para cambiar el rumbo de las cosas. Somos nosotros quienes tenemos la última palabra respecto a si llevamos este barco a buen puerto antes de que tome el timón la siguiente generación.
¿Crees que es cierto el planteamiento del sociólogo Zygmunt Bauman que considera que la actual generación de jóvenes entre 18 y 35 años pertenece a una sociedad lÃquida?
SerÃa difÃcil negar el planteamiento de Bauman respecto de la modernidad lÃquida, especialmente en un mundo que nos permite atestiguar que la mentalidad a corto plazo reemplazó a la de largo plazo en términos no solamente materiales, sino también en las relaciones humanas y en las  dinámicas de trabajo que él describe a lo largo de su obra. No obstante, es lo que hacemos
con el contexto en el que vivimos lo que definirá el futuro de la humanidad, eso también es parte de ser una sociedad lÃquida, que para bien o para mal somos flexibles a los cambios.