El chocolate a día de hoy es una delicia que está al alcance de todo el mundo. Pero no todos los bolsillos pueden pagar los chocolates más caros del mercado. Te presentamos una lista con 5 de ellos para que se te haga la boca agua.
Godiva es el primero de esta lista. Su historia se remonta a principio del siglo pasado y se ubica en Bélgica. Hoy día este chocolate es de los más apreciados y valorados del mundo. Mezcla elegancia con artesanía, selección muy cuidadosa de materias primas y perfección. Además, cómo no, de empaques de lujo visual y gustativo.
Siguiente en la lista son los chocolates de Pierre Marcolini, uno de los maestros chocolateros más importantes del mundo. Cada creación es única y asombrosa por su mezcla de sabores, texturas y formas. No es de extrañar que sus bombones cuesten alrededor de 200 euros el kilo.
Los chocolates Leonidas, también provenientes de Bélgica, ocupan el tercer lugar en la lista de los chocolates más caros del mundo. Sus inicios se remontan a 1910, pero la imagen de marca, tal y como la conocemos hoy –con la efigie del rey espartano Leonidas-, no se decidió hasta 1935. Frescura y calidad son los sellos de garantía de estos chocolates en los que se usan ingredientes de alta calidad y métodos artesanales en su elaboración. Leonidas tiene más de 1400 tiendas en todo el mundo y vende más de 100 tipos distintos de chocolate belga.
El chocolate Valrhona es el cuarto de la lista. Fue en 1922 cuando Albéric Guironnet fundó la chocolatería que hoy se ha convertido en líder mundial de Grand Chocolat. Su nombre proviene de la zona de la que Guironnet era, del Valle del Ródano, en francés Vallée du Rhône. La búsqueda de los mejores productores de cacao y la gestión de nuevas plantaciones con especies raras del mismo son los secretos de esta marca.
El último de la lista es el chocolate Richart. Su nacimiento se da en 1925 en Lyon, Francia. Luego de años de tradición, es a partir de los 80 cuando el nieto del fundador propone mezclar sabores, esencias y texturas y hacer combinaciones tan asombrosas como chocolate con aceite de oliva.
Calidad sin igual para estos chocolates que, además, se presentan con un orden en su empaque: los bombones se degustan tal y como vienen ordenados, de modo que primero se empieza por el más suave, para acabar con el que tiene más fuerza y sabor.
Y, a ti, ¿Cuál te gusta más?
(Con información de The Gourmet Journal)