«La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más intenso de los miedos es el miedo a lo desconocido.»
H.P. LOVECRAFT
El horror ficticio pierde espacio y fuerza frente a los horrores reales que reflejan lo peor de la naturaleza humana. A diario, convivimos con el peligro, con lo sobrenatural y con la crueldad y desde la distopía, el horror gótico o lo sobrenatural, estas novelas abordan el horror. Estos son 5 libros escritos por mujeres que abordan los horrores de la vida humana:
«Pelea de gallos», de María Fernanda Ampuero
Pelea de gallos (Páginas de espuma, 2018) es el primer libro de cuentos de María Fernanda Ampuero (Guayaquil, 1976). Sus dos obras anteriores —Lo que aprendí en la peluquería (2011) y Permiso de residencia (2013)— son crónicas, así que con este libro se presenta de forma magistral en el mundo de la ficción. A lo largo de 13 cuentos, el núcleo familiar es el centro de las historias cargadas de violencia. Son las huellas del abuso y del patriarcado en cada uno de los personajes de sus cuentos. Y esas huellas son producto de las interacciones familiares: es ahí, en lo íntimo, en la privacidad del hogar y tras cuatro paredes, que más sufren y reproducen aquello que los condena.
«Cometierra», de Dolores Reyes
El libro es la historia de una niña huérfana que convive con los amigos de su hermano mayor y a la que apodan Cometierra. Este mote tiene su razón de ser en el poder de la niña de conectar con personas muertas (normalmente asesinadas) tras comer tierra, a poder ser un puñado de tierra de donde se le vio por última vez a esa persona. Mujeres desaparecidas, violadas y agredidas de todas las formas posibles son las protagonistas de las historias que Cometierra tiene que contar a los seres queridos de las desaparecidas.
«Nuestra parte de noche», de Mariana Enriquez
Enríquez cuenta la historia de la Orden: una secta conformada por viejas familias millonarias venidas de Europa en busca de mantener el contacto con su dios, la Oscuridad. En su empeño, reclutan en distintas partes del mundo a los médiums que tienen la capacidad de invocar al dios maldito. Juan es el último y el más poderoso de estos médiums, y su hijo Gaspar está destinado a reemplazarlo. Juan hará todo lo posible para que su hijo no sea usado como instrumento por la Orden.
“Distancia de rescate”, de Samanta Schweblin
La trama de esta novela corta sigue una conversación entre Amanda, una joven madre y esposa, y David, un personaje raro de quien no sabemos mucho al principio, pero que siempre guarda un aire misterioso. Tampoco sabemos exactamente dónde están los personajes ni qué hacen al comienzo de la narración. No es un defecto: es una técnica hábilmente utilizada por la autora para crear suspenso durante la lectura. A lo largo de la conversación, Schweblin presenta la historia de a poco. Utiliza saltos en el tiempo narrativo y recuentos de otros personajes en la novela, presentados de una manera innovadora, para abordar temas como la maternidad, las supersticiones, los agrotóxicos y el desastre ambiental.
«Cadáver exquisito», de Agustina Bazterrica
La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos.
En esta despiadada distopía, tan brutal como sutil, tan alegórica como realista, Bazterrica inspira, con el poder explosivo de la ficción, debates de suma actualidad.