La vida de Ernst Wilhelm Wenders iba a ser completamente diferente de lo que terminó siendo. Nacido en el seno de una familia católica el 14 de agosto de 1945 en Düsseldorf, Alemania, Wim -diminutivo aceptado de su nombre- había decidido dedicar su vida a la religión, considerando convertirse en sacerdote. Sin embargo, el cine tocó a su puerta de manera inesperada durante sus años de juventud, cuando, después de haber estudiado algunos semestres de medicina y filosofía en la Universidad de Friburgo de Brisgovia, llegó al agitado Paris de mediados de los sesenta. Sus salidas diarias a la filmoteca y sus constantes encuentros con el cine de la nueva ola propiciaron en el joven Wenders su amor e interés por el séptimo arte. El resto, como suele decirse, es historia.
Tras estudiar en la Escuela de Cine y Televisión de Múnich, el ahora cineasta alemán realizó su primer corto en 1967. Un año después filmó otros tres trabajos, al mismo tiempo que comenzó a trabajar como crítico para las publicaciones Filmkrit y Suddeutsche Zeitung. Al acabar la carrera, en 1970, Wenders inició la producción de lo que sería su primer largometraje, Summer in the City, que dedicó a la banda de rock británica The Kinks. Desde entonces, Wim Wenders ha trabajado en más de 48 títulos divididos en distintos formatos: largometrajes de ficción, documentales, cortometrajes, vídeos musicales, clips para televisión y segmentos en antologías.
Además de sus adaptaciones a clásicos de Peter Handke (Die Angst des Tormanns beim Elfmeter, basada en la novela The Goalie’s Anxiety at the Penalty Kick); Nathaniel Hawthorne (Der Scharlachrote Buchstabe, basada en la novela The Scarlet Letter); Patricia Highsmith (Der Amerikansische Freund, basada en Ripley’s Game); Joe Gores (Hammett, basada en la novela del mismo nombre) y JM Ledgard (Submergence, adaptación de la novela homónima recientemente estrenada en nuestro país), Wenders se ha caracterizado por sus acercamientos documentales a figuras como el cineasta estadounidense Nicholas Ray (Lightning Over Water); el director japonés Yasujiro Ozu (Tokyo-Ga); el diseñador Yohji Yamamoto (Notebook on Cities and Clothes) y el colectivo cubano Buena Vista Social Club (Buena Vista Social Club).
Aquí recomendamos cinco películas para conocer más sobre el trabajo de Wim Wenders en el cine.
Alice in the Cities (1974)
Después de filmar sus primeras tres películas e incursionar en el terreno de las adaptaciones cinematográficas, Wenders consideraba que sus trabajos se habían vuelto reiterativos y quería enfocarse en algo que sólo pudiera hacer él o de lo contrario se retiraría de la dirección. El resultado de su búsqueda fue Alice in the Cities (Alice in den Städten), una road movie sobre un escritor alemán que regresa de los Estados Unidos solo para encontrarse al cuidado de Alice, una pequeña niña que le encargaron en América.
Aunque el rodaje estuvo lleno de contrariedades -tuvieron que cambiar de formato al no poder obtener la película deseada y el director se encontró en apuros tras descubrir que su proyecto guardaba muchas similitudes con Paper Moon de Peter Bogdanovich- , el filme resultó ser una experiencia afortunada para Wenders, quien encontró la oportunidad ideal para explorar ciertos temas de su interés y desarrollar técnicas que perdurarían a lo largo de su filmografía. Además, la cinta dio origen a lo que se conoció como «La trilogía de Road Movies de Wim Wenders», compuesta también The Wrong Move (Falsche Bewegung) y Kings of the Road (Im Lauf der Zeit).
Paris, Texas (1984)
Diez años después del inicio de su trilogía, Wenders regresaría a las road movies (como se les conoce a las películas que se desarrollan durante un viaje) con Paris, Texas, escrita por el dramaturgo Sam Shepard y protagonizada por Harry Dean Stanton y Nastassja Kinski. El largometraje, surgido de una extraña necesidad del director alemán por contar una historia sobre los Estados Unidos, sigue la historia de un hombre que aparentemente ha perdido la memoria. A medida que el hombre va recuperándola, siempre acompañado por su hermano Walt, este se plantea la necesidad de rehacer su vida.
Con la fotografía de Robby Müller capturando el desolador paisaje que rodea al hombre, que después descubrimos se trata de Travis Henderson (Dean Stanton), Wenders presenta un ejercicio cinematográfico sobre la búsqueda de identidad y el dolor que causan las pérdidas en la vida. Paris, Texas estrenó en el Festival de Cine de Cannes de 1984, además ganó el BAFTA a Mejor Dirección y compitió por el Globo de Oro a Mejor Película Extranjera, representando a Alemania del Oeste.
Las alas del deseo (1987)
Escrita por Wenders, el novelista Peter Handke y el guionista Richard Reitinger, Las alas del deseo (Der Himmel über Berlin) fue uno de los primeros éxitos comerciales alemanes que convencieron al público estadounidense, aún cuando estos rechazaban la mayoría de las cosas que emanaban de la Alemania, separada por el Muro de Berlín. En el filme, Bruno Ganz interpreta a un ángel, visible solo para los niños y los hombres de corazón puro, que cae enamorado de una joven trapecista berlinesa (Solveig Dommartin). Convencido de su amor por la muchacha, el ángel elige convertirse en un mortal para experimentar las sensaciones humanas, como el amor, el hambre e incluso el dolor.
La cinta, caracterizada por su fotografía en sepia y blanco y negro, obra del cinefotógrafo francés Henri Alekan, fue alabada en todo el mundo. Wenders recibió por ella el premio a Mejor Dirección en el Festival de Cine de Cannes y desató una serie de estudios que interpretaban al filme como un testamento de la importancia del cine, las librerías, el circo y la unidad alemana en plena Guerra Fría. En 1998, el director Brad Silberling estrenó una adaptación hollywoodense al filme de Wenders, titulada City of Angels, con Nicolas Cage y Meg Ryan en los créditos principales.
Pina (2011)
Ya instalados en el nuevo siglo, Wenders intentó experimentar con las nuevas tecnologías con el documental Pina, donde rendía homenaje a las coreografías de la bailarina alemana Pina Bausch, reconocida como la coreógrafa más importante del mundo, presentándolas en el atractivo formato 3D. Además de una serie de números filmados en una caja oscura con agua y otros elementos propios del trabajo de Bausch, el cineasta alemán presentaba un genuino interés en la vida y obra del personaje principal de su documental, recogiendo testimonios de sus colaboradores y extractos de sus presentaciones.
La cinta, aclamada por su propuesta, compitió en el Festival de Cine de Berlín de 2011 y fue nominada al Oscar a Mejor Documental, el BAFTA a Mejor Película Extranjera y el British Independent Film Award a Mejor Película Internacional Independiente en 2012.
La sal de la tierra (2014)
Al igual que Wenders, la vida de Sebastiao Salgado parecía encaminada a un camino diferente del que siguió. Instalado en la burocracia de la economía, Salgado descubrió su amor por la fotografía a los treinta, cuando su esposa Léila le regaló una cámara. Desde entonces, el economista inició una carrera como fotógrafo que lo llevaría a Sudamérica, Europa, África y el ártico.
Como una especie de homenaje a su padre, ausente por momentos importantes de su vida, el cineasta Juliano Ribeiro Salgado se unió con Wenders para retratar los 40 años de carrera del fotógrafo a través de un estudio detallado de sus imágenes y el contexto en el que fueron capturadas. El documental, titulado La sal de la tierra (The Salt of the Earth), estrenó en el Festival de Cine de Cannes en la sección Una Cierta Mirada en 2014 y cosechó el Premio del Público en el Festival de San Sebastián en ese mismo año.
(Con información de Gatopardo)