La majestuosidad de la naturaleza nos asombra y nos regala momentos únicos, por lo que ser responsables con el medio ambiente es nuestro mejor agradecimiento hacia ella. Existen Reservas de la Biosfera que resguardan lo mejor de este mundo y México está considerado entre los principales países de megadiversidad. Prueba de ello, es que en todo el territorio hay registro de 44 reservas, y casi en su totalidad son consideradas dentro de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la Unesco.
Las Reservas de la Biosfera son territorios que se consideran adecuados para la conservación, la investigación científica y la aplicación de modelos de desarrollo sostenible en los que la población local es la protagonista. Esta vez, te mostramos cinco representativas de México para que vayas y las disfrutes, siempre con el mayor cuidado.
Sian Ka’an
Esta reserva abarca más de 500 mil hectáreas en el estado de Quintana Roo y es hogar de bellos paisajes compuestos por playas, cenotes, manglares, arrecifes de coral y selva tropical. Además, alberga 23 zonas arqueológicas. Fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1987 y tiene 35 años de ser una de las Reservas de la Biósfera de México. Es de gran importancia biológica por poseer nueve ecosistemas y tres hábitats acuáticos en los que viven animales en peligro de extinción y es la casa de cientos de aves residentes y migratorias. Una de sus entradas es Tulum, desde donde puedes explorar por medio del ecoturismo y opciones sustentables para conocer sus rincones.
Montes Azules
Es una de las Reservas de la Biósfera que se ubican en Chiapas y está enclavada en la selva Lacandona, que está considerada como el centro de más alta diversidad biológica en la región tropical de nuestro continente. Este imponente lugar tiene gran importancia en biodiversidad. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) estima que posee a nivel nacional el 20% de las especies de plantas, el 30% de las aves, el 27% de los mamíferos y el 17% de los peces dulceacuícolas. Aquí tiene vida el ecoturismo y actividades como senderismo, avistamiento de especies o navegar a lo largo de las aguas de los ríos Lacantún y Usumacinta.
Calakmul
Este Reserva de la Biósfera está inscrita como tal desde hace 32 años y se ubica en Campeche. Además, es un bien mixto de Patrimonio Mundial, tanto cultural como natural, declarado por la Unesco. Esto gracias a que posee una bella zona arqueológica que le otorgó el nombre. Alrededor de ella hay una majestuosa porción de bosque tropical, en donde se alberga el 80% de las especies vegetales de toda la Península de Yucatán y cerca de 350 tipos de aves y un centenar de mamíferos, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Puedes acudir a este lugar y disfrutar de las rutas artesanales de la miel y el chicle, así como hacer turismo comunitario y de naturaleza.
Sierra La Laguna
En el estado de Baja California Sur, este lugar de bosques de pino y encino se combina con zonas semidesérticas para dar paso a una Reserva de la Biósfera increíble. Fue decretada como tal desde 1994 y en ella hay barrancas y cañadas profundas, cascadas, aguas termales y arroyos. En sus diferentes puntos, puedes explorar zonas con paseos a caballo o motonetas, así como realizar talles artesanales o actividades de montaña y observación de flora y de fauna.
Mariposa Monarca
Este lugar es hogar registrado de 184 especies de vertebrados, seis tipos de reptiles, 118 aves y 56 mamíferos. Sobre todo, tiene gran importancia biológica por ser un lugar de interés en la migración, invernación y reproducción de la mariposa Monarca, misma que le otorga su nombre. Obtuvo su registro en el año 2000, a la vez que fue declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco. Es un espacio que puede visitarse en los estados de Michoacán y Estado de México, apto para ir en familia y disfrutar de un día al aire libre entre bosques de oyameles y pinos.
Recomendaciones al visitarlas
Algunas instrucciones para seguir son:
- No alimentar ni perturbar a los animales silvestres, así como tampoco hacer daño a la vegetación.
- Guardar silencio en áreas de anidación de aves o de otras especies.
- Es esencial usar protectores de sol y repelentes biodegradables, sobre todo en caso de entrar en aguas donde está permitido nadar.
- No tirar basura y seguir las instrucciones señaladas en cada lugar que visites.
Cuando visites una Reserva de la Biósfera no te lleves nada, por más mínimo que parezca, sustraer algo puede alterar el ecosistema. Respeta cada elemento del entorno y recuerda que nada de esto nos pertenece.
Con información de Food and Travel