En México, cada día se tienen alrededor de 14 reportes de niñas, niños y adolescentes desaparecidos, no localizados o localizados, lo que debería encender las alertas sobre su protección institucional.
El informe de la ONU respecto a la situación en México reconoce 95,121 personas desaparecidas hasta noviembre de 2021, de las cuales 93,415 (98%) ocurrieron entre 2006 y 2021, considerado el periodo más violento en la historia del país.
Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) señaló que en el caso de niñas, niños y adolescentes no se debe presuponer que «no están localizados», puesto que al ser menores de edad no es posible señalar que hay una «voluntad de ausencia». Los reportes se tienen que investigar como desaparición forzada, así como la posibilidad de que son víctimas de la comisión de algún delito.
Según los registros de Redim, a partir del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) se observó un gran aumento en las desapariciones de niñas, niños y adolescentes, acumulando en su periodo más de 2,300 casos.
La estadística alcanzó su pico más alto durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando se reportaron más de 6,100 desapariciones de menores de edad.
Pero en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hasta 19,445 niñas, niños y adolescentes han sido reportados como desaparecidos o no localizados; de ese total, 5,102 siguen desaparecidos.
La directora ejecutiva de la Redim reconoció que en el 80% de los casos los menores son localizados, pero lamentó que uno de cada 100 son hallados sin vida. Esto da una cifra de 710 personas de 0 a 17 años localizadas sin vida hasta abril de 2022.
«Es inadmisible que en este país desaparezca un niño, niña o adolescente, y pueda ser localizado sin vida», expresó.
Por entidades, Redim indica que el Estado de México es el que acumula la mayoría de los casos, pues tiene uno de cada cinco reportes de personas desaparecidas de entre 0 y 17 años. A este le siguen Tamaulipas y Jalisco, con uno de cada 10
Ramírez expuso que el primer paso para frenar esta situación de violencia contra la infancia en México es el reconocimiento de las cifras por parte del gobierno y sus instituciones.
Además, consideró que el mejor homenaje para Rosario Ibarra de Piedra, quien falleció este fin de semana y dejó un legado sobre el activismo para la búsqueda de personas desaparecidas, es «transformar a México en país donde niñas, niños y adolescentes no desaparecen».
Con información de Expansión