El País | Reuters
México negocia contrarreloj una salida a la imposición de aranceles anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el próximo lunes.
La amenaza de un gravamen del 5% sobre todos los productos mexicanos -que aumentaría hasta llegar al 25% en octubre- si el país latinoamericano no frena la inmigración irregular a EE UU, ha hecho saltar las alarmas en Ciudad de México por el potencial impacto sobre su economía, muy dependiente del mercado estadounidense.
La delegación mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, prepara en Washington la reunión clave de este miércoles, en la que está previsto que asista su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.
Este martes, Ebrard se ha mostrado confiado de que se logrará un acuerdo. Pero, al mismo tiempo, Trump ha dicho que cree «más probable» que el arancel entre en vigor antes de seguir negociando.
Ante la mayor crisis reciente en la relación bilateral, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado este martes que no asistirá a la reunión del G20 en Japón.