Los rumores de una posible venta del catálogo musical de Pink Floyd se hacen más intensos, esta vez debido a que un nuevo reporte del diario inglés The Times indica que la banda podría estar pidiendo una millonaria suma de dinero por sus éxitos musicales.
De acuerdo con el medio, la agrupación estaría pidiendo una base de 400 millones de libras esterlinas (casi 500 millones de dólares) por sus masters y derechos de publicación.
En la carrera por quién se queda con el negocio estarían compitiendo el grupo privado Blackstone, Sony, Warner, BMG y Primary Wave. El acuerdo estaría por sellarse en las próximas semanas y el grupo ganador se quedaría con trabajos tan exitosos como Dark Side of the Moon y The Wall.
En mayo de este año se conocieron por primera vez los planes de los ingleses de vender los derechos de sus creaciones, así como lo hicieron Bruce Springsteen, Bob Dylan, Neil Young, Blondie y más en meses anteriores.
Por el momento, ningún representante de la banda ha compartido información adicional sobre el proceso.
El catálogo de Pink Floyd es uno de los más apetecidos al reunir ventas numerosas que se mantienen hasta el día de hoy, por lo que se espera que con la publicación del remix de Animals estas se impulsen incluso más.
Este trabajo estuvo a cargo del productor e ingeniero de sonido James Guthrie y quedó listo en 2018, pero estuvo retenido por años a causa de las discrepancias entre Roger Waters, David Gilmour y Nick Mason.
A principios de 2022, la banda se reunió –sin Waters– para lanzar el sencillo ‘Hey Hey, Rise Up!’, su primera canción desde 1994 y con la que buscaba llamar la atención sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania.
“Llamé a Nick y le dije: ‘escucha, quiero hacer esto por Ucrania. sería muy feliz si tocaras en él y que estuvieras de acuerdo en que lo publiquemos como Pink Floyd’. Él estaba absolutamente dispuesto a eso”, comentó Gilmour. “Es Pink Floyd si somos Nick y yo, y ese es el vehículo promocional más grande”.
“Es la plataforma en la que he estado trabajando durante toda mi vida adulta, desde que tenía 21 años”, añadió. “No haría esto con muchas más cosas, pero es tan vital, vitalmente importante que la gente entienda lo que está pasando allí y hacer todo lo que esté a su alcance para cambiar esa situación.»
Y la idea, también, de que el apoyo mío y de Pink Floyd a los ucranianos podría ayudar a levantar la moral en esas áreas: necesitan saber que el mundo entero los apoya.
Fuente: RollingStone