Uber, la popular compañía tecnológica de transporte de vehículos con conductor, no podrá prestar sus servicios en Londres porque no es un operador “adecuado y correcto”.
Así lo ha decidido Transport for London (TfL), el organismo que controla el transporte público de la capital británica, que ha denegado la solicitud de renovación de licencia de la empresa estadounidense, que expira el 30 de septiembre.
La decisión sobre la licencia tendrá efecto a partir del 1 de octubre, aunque Uber tiene 21 días para recurrir y podrá seguir operando hasta que se resuelva definitivamente el litigio.
La decisión, cuando sea firme, dejará fuera de servicio a más de 40.000 conductores que trabajan en la actualidad en la ciudad para la compañía.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha declarado que apoya “totalmente” la decisión de TfL.
“Proporcionar un servicio innovador no puede ser expensas de la seguridad de los londinenses”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
“Quiero que Londres esté en la vanguardia de la innovación y la nueva tecnología y que sea el hogar natural de nuevas y emocionantes compañías”, ha añadido. “Pero todas las empresas en Londres deben ajustarse a las normas, particularmente cuando se trata de la seguridad de los consumidores”.
Información publicada originalmente en El País