El mole poblano de la ciudad de Puebla es uno de los moles más reconocidos, es un platillo festivo y un apapacho para el paladar y el corazón; el mole es una salsa café oscura, espesa y aromática a base de chiles, frutos secos y especias, entre otros ingredientes. Se distingue del resto de los moles del estado de Puebla por su ligero dulzor y el ajonjolí tostado que se espolvorea después de verterlo sobre una o varias piezas de carne, el mole poblano acriollado a diferencia del prehispánico incorporó elementos dulces, hasta hace algunos años cuando se servía mole se colocaba una azucarera en la mesa para agregarla al gusto.
El 16 de julio de 2019 en sesión ordinaria del cabildo del H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla, aprobó por unanimidad de votos instituir el 7 de octubre de cada año como el Día Municipal del Mole Poblano, el 7 de octubre se eligió para armonizar la fecha con la Feria de los Moles que se realiza desde 2007 en los Ángeles, California.
La declaratoria del Día del Mole Poblano se realizó a las 11:39 horas del día 7 de octubre presidida por autoridades municipales y estatales, y CANIRAC en el Museo de Arte Popular Exconvento de Santa Rosa, un inmueble histórico, “cuna del mole poblano”, donde la leyenda dice que se creó el mole poblano. Así, el 7 de octubre se convierte en un día especial e importante para la ciudad de Puebla y rememora siglos de conocimiento prehispánico, español y asiático como parte de nuestra cultura e identidad.
El 3 de octubre de 2019 la Comisión de Cultura del H. Congreso del Estado de Puebla aprobó la propuesta para declarar el 7 de octubre como el Día Estatal del Mole, uno de los platillos más representativos del arte culinario poblano.
Un día dedicado al mole, el más aplaudido, gozoso, festivo y parte fundamental de la gastronomía mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Un día para reconocerlo, estudiarlo, protegerlo, conservar sus sabores y saberes tradicionales, y comerlo todo el año.
¡Puebla, nuestro mero mole!