Fabiola Cabrera
¿Qué haríamos si no tuviéramos la necesidad de generar dinero? ¿de no tener que pagar las cosas? ¿de que nada tuviera costos? Sé que suena loco, pero hace muchos años, pensaba si no hubiera ese eterno pleito del ser humano por querer tener más, por sentirse más que los demás sólo por el hecho de poseer más riquezas, o más propiedades, o más negocios, o herencias, o lo que tenga que ver con dinero, ya sea en propiedades o en moneda.
¿Cómo sería nuestro mundo, si no estuviéramos viviendo en las apariencias constantes de que yo gano más que tú, o yo soy mejor en tal negocio que tú?.
¿Cómo viviríamos en un país comunista? ¿ya es vivir en el extremo?.
En el transcurso de los años, todo se ha ido encareciendo más y más, vivimos en una ciudad donde los precios, rentas y costo de vida, es más caro cada vez, y los sueldos no aumentan. Hay pocos que son los privilegiados y ellos obviamente, opinan diferente a los demás. Pero ¿qué pasa con las personas que se emplean por más de 8 horas de trabajo diario y que reciben a veces, menos del salario mínimo establecido?.
Su forma de vivir y su sentir y sus expectativas, son muy diferentes. A menudo las personas que viven así de cortas de dinero, creen que sus sueños no se harán realidad, aclaro, no todas piensan así. Otras personas ni siquiera se atreven a tener sueños o metas a un mediano plazo, o peor aún, a un corto plazo.
Hay mucha gente que se la pasa motivando y tratando de impulsar a las primeras, pero ¿qué pasa cuando esa forma de pensar, no es tan fácil de cambiarle el chip? cuándo por más que les dicen; sueña alto, tú puedes, tú debes de generar tu porvenir, de nadie más depende tu futuro, más que de ti, cambia tu forma de pensar y todo a tu alrededor va a cambiar para ti. En fin, muchas frases de ese tipo y cuando uno está del lado oscuro de la vida, o del lado de ganar poco, por más que nos echen porras, por más que nos motiven, por más que nos digan que sí se puede, por más historias de éxito de grandes empresarios que empezaron con zapatos rotos y cero pesos en la bolsa, todo eso, no va a entrar en nuestra mente, no va a cambiar nuestros juicios y actitudes, nuestra forma de ver la vida y no es por llevarles la contraria, no es por ser mal agradecidos con los miles de consejos, no es porque no agradezcamos el tiempo invertido de otros en nosotros mismos, sino que en nuestra mente está incrustada la idea de la “pobreza” del “no hay” del “no me alcanza” .
Y aquí vemos directamente la forma de pensar cómo se vincula con nuestra economía, podemos pensar que van de la mano, o podemos pensar que no. Todo lo que aquí se opina, es sugerido a analizar por ustedes, amables lectores, es de respeto mutuo su opinión como la que se expresa aquí. Así como es de respeto el que se está o no de acuerdo, con lo que se expone cada semana.
La conclusión es que si no te está funcionando o no estás a gusto con tu economía actual, ¿que estás dispuesto(a) modificar? o ¿qué estás dispuesto(a) generar o a analizar para ver qué opciones tienes?.
Todos en cualquier momento de nuestras vidas, así estés en las mejores o en las peores situaciones, siempre tendrás varias alternativas que podrás discenir para ver cuál o cuáles te convienen más realizar, siempre y cuando estés dispuesto(a) a salir de esa zona de confort en la que estés atrapado.
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