Luego de meses de adelantos, teasers y muchas expectativas de parte de sus fieles fans, Taylor Swfit lanzó Midnights, su décimo álbum de estudio. En menos de 24 hs, tanto el título de su nuevo lanzamiento como su nombre se ubicaron entre los temas más mencionados de las redes sociales, en donde se armó un acalorado debate en torno a las canciones, sus significados, a quién están dirigidas y, lo más importante, ¿está bueno?
A lo largo de sus 18 años de carrera, la cantautora oriunda de Pensylvania demostró que, si hay algo que no es, es predecible. Ningún álbum es similar al anterior -quizás solo conectados por las temáticas vinculadas al amor y al desamor- y, cada vez que se la encasilla en un género musical, ella lanza un nuevo trabajo que lo contradice por completo.
Así pasó por el country, por el pop y hasta jugueteó con el ritmo folk con su tan aclamado Folklore. Tal es así, que sus seguidores más apasionados se tomaron el trabajo de dividir todas sus obras en eras y sumaron una nueva el viernes 21 de octubre cuando el reloj marcó las 12 hs (una de la mañana en Argentina), con el lanzamiento de Midnights.
La tracklist principal, sin bonus ni agregados especiales, está compuesta por 13 canciones -en honor al número de la suerte de la creadora, el cual está presente en muchas de sus obras-, a lo largo de las cuales explora junto al oyente todos esos aspectos de ella misma que considera negativos.
En sus propias palabras, Swift definió a su trabajo como “una colección de música escrita en mitad de la noche, un viaje a través de terrores y plácidos sueños. Los suelos que pisamos y los demonios a los que nos enfrentamos. Para todas aquellas que hemos dado vueltas en la cama y decidido mantener las lámparas encendidas y salir en busca de algo, con la esperanza de que quizá, solo quizá, cuando las agujas del reloj den las doce… nos encontraremos a nosotras mismas”.
Para transmitir esta compleja idea, la autora de Lover se adentró en un ritmo que nunca antes había explorado. Lejos del nostálgico country o el enérgico pop, se aventuró en el synthpop y, según GQ Magazine, “coqueteó con el indie electrónico”.
Asimismo, acompañó el estreno con un nuevo video correspondiente a “Anti-Hero”, en donde volvió a poner en práctica su faceta de directora tras el gran éxito que tuvo el corto que acompañó a la versión de diez minutos de su canción “All Too Well”.
En su más reciente videoclip, la ganadora de múltiples Grammys representó algunas de sus mayores pesadillas, incluyendo a una versión malvada de si misma que la obliga a hacer cosas que no quiere. A diez horas de su publicación, el video de YouTube ya acumuló más de 8 millones de reproducciones.
Fuente: Yahoo! Style