Mediante esta especie de mapa ferroviario, nos detenemos en multitud de estaciones que, por humanas y universales, nos resultan familiares a cualquiera, aunque no nos hallamos ganado el título de Madre del Punk.
Lúcida, enternecedora, y macarra como siempre, Smith nos muestra el que posiblemente sea su trabajo más libre e íntimo. ¿Os subís?
M Train: una ruta para peregrinos
«Al despertarme me di cuenta de que echaba de menos una faceta de mí misma, la faceta febril e impía»
M Train
Tras haber leído Éramos unos niños y Tejiendo sueños, es difícil quitarse de la cabeza la voz de Patti Smith. Algo quebrada por los años, pero siempre inteligente y culta, constituye una compañía que reconforta e incita a la rebeldía al mismo tiempo. La rebeldía de una vida bajo sus propios términos, con la locomotora funcionando a toda máquina, aunque nunca descarriada, cuyos raíles son el arte como medio de expresión del alma, que encuentra acomodo, especialmente, en la música y en la literatura.
Es en estos dos campos donde Smith ya es un icono, Historia viva del siglo XX, y del otro que le sigue. Con la mezcla de un desgarro eléctrico y la delicadeza propia del que sueña despierto, M Train constituye una de las lecturas más honestas e interesantes de las que hemos disfrutado en mucho tiempo. También un vademécum desenfadado de nombres y lugares, a los que se accede transitando por el camino de una pasión obsesiva.
Si Éramos unos niños es un locuaz reflejo de un momento y una época, y Tejiendo sueños un cuento de hadas escrito en el verso de lo cotidiano, M Train es la hoja de ruta de un peregrino (o peregrina, en este caso). Y su religión es también la nuestra, las notas y las letras que no nos dejan indiferentes. La onda en que los locos gravitamos.
En memoria de Fred “Sonic” Smith
Descampados, rodillas peladas, depósitos de trenes vagabundos, místicos, viviendas prohibidas aunque maravillosas de míticos ángeles de vertedero.
M Train
Dividido en 21 capítulos, M Train es un álbum de fotografías de distintos momentos que importan. Le importan a Patti Smith, y nos transmite magistralmente el por qué.
Resumiendo, el libro trata, principalmente, sobre la vida de cafés que tanto encandila a su autora (los que ha frecuentado, los que no frecuentará nunca, y los que imagina), sobre los lugares a los que su mitomanía le ha ido llevando a lo largo de los años, y sobre varios de los objetos (perdidos y encontrados) que dotan a su vida de significado. También sobre Fred “Sonic” Smith, el hombre con el que estuvo felizmente casada durante 16 años, hasta que se lo llevó un ataque cardíaco.
Si Éramos unos niños está dominado por el recuerdo de Robert Mapplethorpe, M Train lo está por el del guitarrista original de la banda de Detroit, MC5. El cariño y la devoción de su viuda queda patente en todo el libro, que exuda sentimiento, aun huyendo del sentimentalismo.
Y como una de aquellas canciones agresivas y veloces, llega directo a donde duele, aun conteniendo un mensaje retorcidamente vitalista. Porque si lo estás leyendo es que estás vivo, y la vida no es sencilla, pero merece la pena exprimirla… hasta que acabemos todos muertos.
M Train: a ninguna y todas partes
Lo recordaré todo y luego escribiré sobre ello. Un aria a un abrigo. Un réquiem a un café. Eso era lo que pensaba en mi sueño, mirándome las manos.
M TRAIN
M Train recorre una ruta concreta, aun sin rumbo fijo. En ellas nos encontramos a Patti Smith bebiendo más café del saludable, revolviendo entre cosas aparentemente aleatorias en el baúl del significado, y debatiendo acaloradamente con un elocuente cowboy que solo se le aparece en sueños.
También siguiendo la pista de sus héroes a lo largo y ancho del mundo. Y es que M Train es un tour guiado por multitud de referencias culturales que apuntar donde se tenga a mano. No es de extrañar que Smith es, para muchos, más escritora que música, y música lo es un rato. Sus múltiples influencias, sin embargo, y el cariño con que habla de ellas, la unen más a la pluma que a la guitarra que la hizo famosa.
A lo largo del libro, Smith nos lleva a la Guayana Francesa tras los ecos de Jean Genet, a Blanes tras Roberto Bolaño, a Berlín tras Mijaíl Bulgákov, a Tokio tras Osamu Dazai, a Yorkshire tras las hermanas Brönte y Sylvia Plath, a Tánger tras la Generación Beat y su demente colección de santos… etc. Y siempre en compañía de Fred Smith, de su cuerpo o de su fantasma. Y el viaje es, en verdad, envolvente.
Como el huracán Sandy que se llevó la vista marina de Rockaway Beach en 2012, la autora nos lleva en volandas por algunas de sus memorias más preciadas, y nos las describe con una sencillez y maestría al alcance de muy pocos.
Subiendo a bordo
Nada se puede duplicar realmente. Ni un amor, ni una joya, ni un solo verso.
M Train
Puede que M Train fuese concebida sin un propósito determinado, pues así lo expresa la propia autora, pero no dice una palabra en vano. Según Patti Smith, se trata de su libro más personal, y en el que se muestra más a sí misma.
En sus páginas, se encuentra un salto continuo entre los sentimientos de descubrimiento y pérdida, el descubrimiento de cosas y personas con las cuales entusiasmarse, y la infinita desolación de perderlas. Igualmente, se expresa la extraña familiaridad que nos une a todos al legado de aquellos artistas que nos marcan, el motivo por el que algunos lloraron cuando murió Lou Reed, por ejemplo, o William Burroughs, pese a no haberlos conocido en persona.
A estos y otros personajes menciona Smith en el libro, envueltos en la bruma incesante de su peculiar maquinaria.
M Train fue publicado originalmente por la editorial Alfred A. Knopf, en 2015, y es considerada como una de las mejores memorias escritas por un músico. En Lasfurias celebramos este apelativo, aunque creemos que se le queda corto. En octubre de 2016 fue traducido al castellano por la editorial Lumen, y en febrero de 2018 fue relanzado por DEBOLSILLO.
Ambas ediciones son todavía fáciles de conseguir, y son una obra indispensable para los amantes de las biografías y la cultura pop. Subíos al tren, os lo rogamos.
Te queremos, Patti Smith.
(Con información de Las Furias Magazine)