Ahora que Los crímenes de la academia ha superado a Glass Onion en Netflix —y seguramente ya la hayas visto—, es hora de hincarle el bisturí a la película de la plataforma con Christian Bale y desvelar todos sus secretos. Si quieres, puedes echar un ojo antes a las críticas de Los crímenes de la academia y luego lanzarte a verla; a partir de aquí, puede que te topes con algún spoiler. Es indispensable hacerlos para hablar de lo que nos ocupa: el personaje de Edgar Allan Poe y cuánto de historia real hay en él. Si por algo merece la pena ver Los crímenes de la academia en Netflix, es por el trabajo de Harry Melling como el morboso escritor norteamericano, que juega un papel fundamental en una trama que es casi todo ficción. Sin embargo, no todo lo que ves en pantalla es inventado ad hoc para la película: hay algo de la historia de E. A. Poe en Los crímenes de la academia que sí es real.
¿Está basada Los crímenes de la academia en hechos reales?
Sobra decirlo, pero por si las moscas: Los crímenes de la academia no se basa en ningún hecho real. El material de base que utiliza la película para construir su historia es la novela The Pale Blue Eye, una ficción policiaca del escritor Louis Bayard. Que Bayard incluyera una figura verdadera dentro de una trama ficticia no es algo raro en su obra: otro libro suyo, The Black Tower, involucra a otro personaje sacado del mundo real, el hijo de María Antonieta. Si acaso, lo que sí existe de verdad son los cuentos de terror, misterio y detectives de Edgar Allan Poe, en los que la historia se inspira bastante.
Dicho esto, sí que hay algo de verdad en el personaje de Edgar Allan Poe en Los crímenes de la academia. Algunos hechos que, pese a ser meros detalles, anclan la película en la realidad y ayudan a dar fondo al excepcional trabajo de Harry Melling (que te sonará de Harry Potter) dando vida al escritor. En la película de Netflix, Edgar Allan Poe es un cadete de West Point, en la Nueva York de 1830, cuando el detective Augustus Landor, interpretado por Christian Bale, lo recluta como ayudante en la investigación de unas misteriosas muertes ocurridas en el seno de la Academia Militar. Y eso sí es un hecho real: en 1830, Edgar Allan Poe se encontraba en West Point. Todavía lejos de sus grandes trabajos en el ámbito del terror, el escritor apenas conseguía que algunos de sus poemas salieran publicados, así que, para sostenerse económicamente, se alistó en el ejército. En julio de 1830, entró en la academia de West Point, por lo que es totalmente factible que, en un invierno como el que retrata Los crímenes de la academia, el poeta estuviera allí.
![Allan Poe](https://revista360grados.com.mx/wp-content/uploads/2023/01/image-50-764x1024.png)
El resto de la historia —los crímenes sucedidos en West Point, la relación entre Poe y Landor, su enamoramiento de una joven privilegiada hermana de un cadete…— es todo ficción. Algunos de los giros dramáticos y motivos visuales de la trama están inspirados en obras del propio escritor, como El corazón delator, pero la dirección de esa relación es la opuesta a la sugerida en la película: no hubo ningún truculento suceso en West Point relacionado con las vísceras que inspirara a Poe para escribir su relato. Y lo mismo ocurre con el personaje de Lea Marquis, de quien el poeta se enamora en la película. Los crímenes de la academia sugiere que el deslumbramiento que la chica causa en Edgar Allan Poe (y el trágico desenlace de su relación) pudieron haber servido de fuente de inspiración para el arquetipo de Lenore, una mujer joven que aparece en varios escritos del autor.
Un detalle de la película que sí se corresponde con la historia real de Edgar Allan Poe es ese trauma que, desde el momento en que se conocen, une al poeta y al detective Augustus Landor: la muerte de su madre. Poe y el sabueso traban amistad enseguida, en parte debido a que comparten un fuerte sentimiento de pérdida. En este caso, Los crímenes de la academia refleja la historia real de Edgar Allan Poe, puesto que el autor perdió a su madre. Y dos veces, además. Eliza Poe, su madre biológica, falleció en 1811, y su padre desapareció cuando el escritor tenía solo un año. Huérfano, el joven Edgar quedó al cargo de John Allan, un hombre de negocios de Richmond, y su esposa Frances. Aquella madre de acogida, a la que Edgar Allan Poe siempre quiso como si hubiera consanguinidad, murió un año antes de su ingreso en la academia de West Point, en 1829.
(Con información de Esquire Español)