Textos: Zeus Munive / Gerardo Ruiz / Tonatiuh Muñoz Aguilar / Edmundo Velázquez / Carlos R. Rodríguez Peregrina.
Esta guía fue publicada por primera vez en el número 67 de febrero de 2014.
Por un momento, dejemos a un lado la cursilería, el patriotismo bicicletero y hagamos conciencia. Preguntémonos: ¿qué cambiaríamos de nuestra ciudad? ¿Qué modificaríamos de nuestra idiosincrasia como poblanos? ¿Qué no nos gusta y cargamos como yunque a las espaldas? Todos los nacidos y avecindados en Puebla tenemos una larga lista de cosas por las que vivimos en esta ciudad, en este estado. Todos, también, tenemos una fila de detalles criticados desde siempre a nuestro terruño. No nos hagamos. Revista 360º levantó un sondeo en las calles para saber qué nos da pena de ser poblanos. A muchos, siendo sinceros, no les alcanzaban los dedos de las manos para contarlas. Aquí un recuento de los temas, costumbres, gente, cosas y casos que nos apenan como hijos de esta tierra.
Del estado como una cloaca
1. Monumento al taco
La construcción y propósito de este enorme monumento ubicado al final de la calzada Zaragoza, antes de llegar a la autopista México-Veracruz, fue conmemorar el Centenario de la Batalla del 5 de Mayo; aunque la mayoría de los poblanos lo conoce mejor como el famoso “monumento al taco”, nombre que recibió por el increíble parecido que guarda con el de una tortilla envuelta.
2. La Torre del Milenio
Construida para celebrar la llegada del año 2000 y realizada por la iniciativa privada, coordinada por don Julián Abed, aunque se le achacó más bien al buen gusto de Mario Marín Torres cuando fue presidente municipal. Era una mezcla entre torre de telecomunicaciones rematada por una bola de metal que contaba los minutos que faltaban para el nuevo milenio con un reloj. Originalmente se pensó como un mirador para que los poblanos subieran y apreciaran la vista, pero esto jamás funcionó y, por cuestiones de seguridad, cerraron el acceso. Desapareció por iniciativa de Enrique Doger Guerrero, quien, retando a un Marín gobernador, destronó el adefesio para construir ahí el Puente 475 en conmemoración del aniversario de la fundación de Puebla. La verdad es que no ayudó mucho, porque hasta la fecha, el puente es una de las vialidades más criticadas. Digamos que el lugar está salado.
3. El ángel custodio
Con una altura cercana a los 17 metros y ubicado en el bulevar 5 de Mayo entre la avenida 3 Oriente y la calle Palafox y Mendoza, esta escultura de color amarillo y extraña figura fue creada por el artista y escultor Sebastián; quien, durante la administración del presidente municipal Luis Paredes Moctezuma, se encargó de desarrollar esta obra de gran influencia religiosa que pocos poblanos consideran bella y que, sin lugar a dudas, fue un gasto innecesario para la ciudad.
4. Las siglas de Rafael Moreno Valle
Una escultura colocada en el Centro Integral de Servicios (CIS) desató polémica tras ser publicada su fotografía en el diario Reforma. Transeúntes y vecinos de colonias aledañas vieron de inmediato las siglas del primer apellido del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas. Los vecinos de la zona bien pueden ubicar a las dos figuras de acero que se encuentran en posiciones cruzadas parecieran hacer alusión a una letra “M” y una “V”. Todo mundo ha identificado esto como un logotipo en honor al gobernador, aunque hasta el momento se desconoce si él lo pidió como un monograma que hiciera alusión a su persona o fue puntada del encargado de la obra. Hasta ahora es un misterio sin resolver. El hecho es que es un monumento bastante vergonzoso.
5. Crecimiento desordenado
Quién sabe en qué momento Puebla perdió su traza perfecta. No hay registros exactos ni fechas de cuándo perdimos la majestuosidad de la ciudad y comenzó a construirse infraestructura sin ton ni son.
De acuerdo con Marco Mario Torres de la Luz, arquitecto restaurador y coordinador de la licenciatura de Arquitectura del DADA en la Ibero Puebla, la ciudad ha sufrido de construcciones inacabadas.
“Por ejemplo, se comienza un periférico, pero no está acabado, está mal iluminado, mal trazadas sus salidas, esa y otras vías rápidas de la ciudad no están bien hechas. Ni adecuadamente terminadas. Y aquellas recién entregadas, a los pocos años ya están llenas de baches. Es una pena ver tan mal empleado el dinero público”, comenta el experto que también fue perito responsable de los trabajos de restauración de la Catedral de Puebla tras el terremoto de 1999.
“Los fraccionamientos, que cada vez son más, no contemplan áreas verdes. Son guetos para nuevos ricos. Se trazan con calles que son meros enlaces automovilísticos sin consideración por el peatón, tampoco respetan bosques; la mancha urbana está fuera de control en nuestra ciudad”. Los pulmones de la ciudad son cada vez menos gracias al crecimiento desmedido de Puebla. A la ciudad le urge visión y ordenamiento.
Además, a los poblanos debería avergonzarnos el trato indigno a nuestro patrimonio edificado, según advierte el especialista. “El Centro Histórico no ha tenido un trabajo de peso. Se hacen trabajos de maquillaje en nuestra zona monumental, no hay nada trascendental. No tenemos vivienda para todos los niveles, el centro se está despoblando. Y hay que incentivar la generación de nuevos transportes para gente mayor y discapacitados, no nada más bicicletas como una moda hipster”, comenta Torres de la Luz. “No incentivan la vida en la calle. El ciudadano no acude a sus plazas. Queremos que nuestra ciudad parezca gringa, como Houston, pero tenemos un fuerte legado tlaxcalteca e hispano, aunque no nos guste. ¿Por qué no pensar en Puebla como una Sevilla latina, por ejemplo?”, cuestiona el arquitecto.
6. Tercer lugar nacional en pobreza
El 29 de julio de 2013 el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicó los últimos resultados de su estudio sobre la pobreza, el cual ubicó a Puebla como el tercer estado con más miseria en el país, con el 64.5 por ciento de los habitantes de la entidad en estas condiciones. A pesar de las obras de relumbrón, a pesar de la inversión en rubros turísticos, la pobreza en el estado sigue ahí, siendo uno de los principales lastres de los poblanos.
7. La Rueda de la Fortuna
Desde que este proyecto fue anunciado se pudo escuchar la indignación de varios poblanos debido a que el gobierno del estado preparaba la noria gigante transportable más grande del mundo. Finalmente, tuvo un costo de construcción de 400 millones de pesos, divididos en 200 millones de pesos para el juego mecánico y 200 para el Parque Lineal en donde fue colocado. Las opiniones al respecto han sido divididas, no falta quien se toma una foto con el artefacto como fondo, y hay quienes siguen odiándolo, debido a la estratosférica suma que bien pudo usarse en servicios públicos de primera necesidad. La inconformidad se acrecentó cuando a sólo diez días de su inauguración, la rueda se descompuso y fue necesario rescatar a las personas que quedaron atrapadas en las góndolas utilizando escaleras, incluso algunas fueron trasladadas a hospitales debido a que sufrieron crisis nerviosa. A la fecha, el último drama que provocó fue el cierre parcial de la Vía Atlixcáyotl para que se terminara la construcción del Parque Lineal.
8. La creciente inseguridad
Es una tristeza recorrer zonas habitacionales de la ciudad plagadas de mantas y pancartas en las que pueden leerse amenazas de linchamiento a los ladrones que merodean. Pero, aunque duela, es cierto. Puebla no volverá a ser esa urbe en la que no pasaba nada. Y para colmo se habla de que la ciudad ha sido usada como refugio de “El Kike” Plancarte, uno de los líderes de Los Caballeros Templarios. Lo cierto es que en las calles poblanas ya no se puede caminar con seguridad, ni tomar un bus sin temor a ser asaltado, todo muy a pesar de los esfuerzos en iluminación o en adiestrar a más policías. Hay quienes de manera optimista le han llamado “efecto cucaracha”, asegurando que los tipos malos vienen de otro lado. ¿Será?
9. El río Atoyac provoca cáncer
La organización internacional Greenpeace reveló recientemente que los altos niveles de contaminación del río Atoyac en Puebla podrían provocar cáncer a la gente que viva en la zona, debido a los contaminantes dispersos en el aire. Según un estudio de la organización dado a conocer el 9 de enero de 2014, el saneamiento del río proyectado simplemente ha sido un fracaso. Resultó vergonzoso que a pesar de que se ha buscado la reactivación de la zona con inyecciones constantes de inversión pública con la rehabilitación de las plantas tratadoras de agua, la construcción del Paseo del Río Atoyac, el Ecoparque Metropolitano y con la esperada edificación del Museo Internacional Barroco, simplemente no se avanza en el tema de descontaminarlo. Encima, los poblanos se pelean por vivir en las zonas aledañas a pesar del riesgo inminente que representa. Increíble, pero cierto.
La autoridad de la incompetencia
10. La corrupción
Para todo trámite uno tiene que ponerse bello. Es un hecho que en Puebla (y en todo el país) siempre hay una ventanilla por la que tienes que soltar el extra para que te atiendan rápido o tu trámite sea exprés. La cuota puede ser un regalito para el licenciado, una torta para las secres o hasta guiñarle el ojo a la asistente del funcionario. Mención aparte se merecen las mordidas a los agentes de Tránsito para no terminar en el corralón. Un mal de todos los días, bastante vergonzoso.
11. Agüera, la vergüenza andante
Sí, ya sabemos que nadie como Enrique Agüera para modernizar la BUAP. Sí, ya sabemos que hizo el Complejo Cultural Universitario, mandó a poner la Biblioteca Central y el Estadio Universitario de los Lobos. Sí. Pero realmente es un personaje del que se avergonzó Puebla y los poblanos, aunque muchos no quisieran decirlo en voz alta. Todo mundo hablaba a sus espaldas de su pésimo gusto para vestir, de su despilfarro hasta en su vida privada. Incluso, a la fecha cree que puede volver popstar a una de sus hijas que canta bien feo. Más vergüenza fue para los priistas cuando lo nombraron candidato a la alcaldía de Puebla por la Alianza 5 de Mayo. Quién sabe quién lo puso como candidato, pero los timó a todos. O quizá esa era la intención, enfundar a un new rich en el traje improvisado de un político y aventarlo al ruedo esperando la masacre. Hay todavía quien aún lo candidatea y lo quiere volver pre, pre, pre, candidato a lo que sea, senador, diputado federal. Lo que sea mientras vuelva con la frente en alto. Qué pena.
12. El Góber Precioso
Gracias a Mario Marín Torres los poblanos nos volvimos “preciosos”, y no fue nada agradable. En todo el país arrancó el escándalo del “Góber Precioso” cuando el diario La Jornada dio a conocer las conversaciones telefónicas en las que Mario Marín y Kamel Nacif, el Rey de la Mezclilla, se ponían de acuerdo para darle sus coscorronazos a “la vieja cabrona” de la periodista Lydia Cacho, quien en su libro Los demonios del edén había detallado que el pederasta Jean Succar Kuri tendía a utilizar todo su peso y contactos para ejercer a sus anchas la pederastia. Debido a que Kamel Nacif resultaba embarrado en la publicación, le pidió de favorcito a Marín que iniciara un proceso contra la periodista, la trajera a Puebla y la detuviera. Gracias a las conversaciones y tras un largo litigio que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia, el escandalito nos puso a los poblanos en el ojo del huracán por años.
13. La sombra de Gustavo Díaz Ordaz
Nacido en Chalchicomula de Sesma (aunque hay versiones que apuntan que no era poblano) y egresado de la UAP, Gustavo Díaz Ordaz ha sido el eterno lastre de la historia mexicana debido a que ordenó la desaparición y matanza de miles de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco el año de 1968. A Díaz Ordaz le preguntaron si los poblanos tenían dos caras. A lo que él respondió: “Si los poblanos tenemos dos caras, ¿usted creería que yo traería esta puesta?”. Una sombra que no nos quitamos de encima.
14. La liberación de Arango (y la fuga de García Ramírez)
Una de las grandes banderas del actual gobierno del estado fue la batalla contra la corrupción. Como muestra se dio inicio a investigaciones por millonarios daños patrimoniales en contra de funcionarios de la administración de Mario Marín Torres. ¿Y qué ocurrió? El único funcionario marinista que pudo ser detenido, Alfredo Arango, preso en enero de 2012 por enriquecimiento ilícito, logró el indulto y ya camina libre. Es más, ya hasta va por unos cueritos a Carnitas Ely de la avenida Margaritas. Por si fuera poco, Javier García Ramírez, exsecretario de Obra Pública —enriquecido por cobrar el 20 por ciento de comisión en cada obra que se edificaba en el estado— no ha sido encontrado. A decir de muchos poblanos, camina campante por Puebla sin mayor problema. El mes pasado su orden de aprehensión cumplió dos añitos y nadie hace nada.
15. La Franja, sin rumbo
Por Gerardo Ruiz
Lo glorioso del equipo camotero se quedó en el pasado. De un tiempo a la fecha el Puebla de la Franja es mejor conocido por los dimes y diretes entre socios, por la problemática que enfrenta cada que va para el descenso o cada que cambia de dueño. Recientemente, Jesús López Chargoy finalmente se quitó el mote de ser el prestanombres de Enrique Agüera Ibáñez y terminó con el mito de forjar su carrera como empresario a la sombra del exrector de la BUAP y candidato fallido del PRI a la alcaldía de Puebla.En abril de 2013, López Chargoy se convirtió en el socio mayoritario de La Franja al comprar en su totalidad las acciones del club. El anuncio de “El Inge” —como lo conocen sus amigos— lo convirtió en un héroe de la Angelópolis, pues logró arrebatarle a Ricardo Henaine Mezher el control de la escuadra camotera, tras tres años de una polémica administración y que, incluso, invirtió el sentido de la mítica franja azul y la tiñó de un rojo priista, además de dejar al Puebla al borde del descenso. Sin embargo, la noticia del empresario poblano dejó una estela de incertidumbre al explicar que la propiedad del Puebla Fútbol Club sería compartida con dos accionistas más. Las especulaciones no se hicieron esperar y en lista fueron anotados de inmediato políticos como: Enrique Agüera, Tony Gali, y hasta el gobernador Rafael Moreno Valle.Las dudas aumentaron con el paso de los días. ¿Cómo un ingeniero dedicado a la construcción, dueño de la Universidad de América Latina, pasó de ser el accionista minoritario de La Franja con el 10 por ciento a comprar en su totalidad un franquicia de primera división en México? De acuerdo con la página especializada en finanzas deportivas www.transfermarkt.co.uk el cuadro camotero es el más “barato” de los que participan en la máxima categoría del balompié azteca. La Franja se cotiza en el mercado de valores futbolístico en 14 millones 500 mil euros (235 millones 335 mil pesos).
Mientras Jesús oficializaba el anuncio de la compra total del Puebla, cinco meses antes, en noviembre de 2012, su hermano mayor Carlo Hugo López Chargoy, dueño de la constructora favorita del agüerismo, Urbanizadora Angelópolis, S.A. de C.V, realizaba una transacción similar en la Federación Mexicana de Futbol (FMF) al adquirir en su totalidad las acciones del Club de Futbol San Luis (ahora Jaguares de Chiapas) por una cantidad superior a los 10 millones de dólares —159 millones de pesos—.Un año después de la compra del Puebla, durante la presentación oficial del equipo para el torneo Clausura 2014, Jesús López Chargoy reveló el nombre de los socios misteriosos: los empresarios veracruzanos Pablo René Lavalle García y Fernando Rafael López López.
El dueño del Puebla conoció a Pablo Lavalle en el 2012, durante la construcción del Estadio Universitario de la BUAP, obra que fue edificada por la empresa de su hermano Carlos Hugo en conjunto con la firma Insumos de Construcción en Obra, que pertenece al ahora socio del equipo camotero.
La amistad se fortaleció cuando a finales de ese año el inmueble deportivo de la máxima casa de estudios fue galardonado con el primer lugar nacional y tercero internacional del Premio Obras Cemex 2012, en la categoría de Edificación Educativa y Cultural del ramo Institucional-Industrial.
Los nexos entre López Chargoy y Rafael López son más complejos, pues el veracruzano es el representante legal y socio de Ajemex, productor de la marca de refrescos Big Cola, la cual empezó operaciones en México en 2002 y la matriz de la región sur se ubica en el municipio de Huejotzingo.
Los negocios entre Chargoy y López resultan más sorprendentes, pues el principal competidor comercial de la firma que representa el veracruzano, Coca-Cola, es la que patrocina al Puebla de La Franja; la marca de la refresquera internacional se puede ver en el uniforme del equipo y en la publicad del estadio Cuauhtémoc. Así, “El Inge” Chargoy asumió una de las sillas más calientes del futbol mexicano, respaldado por sus dos mosqueteros veracruzanos. La propiedad del Puebla no es un asunto sencillo, casos como el de Emilio Maurer y Francisco Bernat, quienes terminaron en la cárcel por defender a La Franja, son la muestra; mientras que Ricardo Henaine pasó de millonario a un rico más en tan sólo tres años; además, su nombre fue incluido en la lista de deudores del SAT. El reto es grande y Jesús López Chargoy puede salir en hombros o ser condenado como sus antecesores.
16. La mariguana te hace gay
El médico Narciso Morales López, coordinador de Clínica Médica de la UPAEP, saltó a la fama el 31 de octubre de 2012, cuando en una entrevista afirmó que aquellas personas que consumen mariguana tienen mayor tendencia a “convertirse en homosexuales”.
Según su opinión —la cual está basada en estudios que nadie conoce—, la mariguana disminuye los niveles de testosterona, lo cual lleva a los jóvenes a ser menos masculinos, y por lo tanto, a querer tener sexo con otros varones.
“Hay estudios de que el joven que consume (mariguana) tiende a disminuir los niveles de testosterona, que es lo que les da las características de masculinidad, y entonces al disminuir estas características comienzan a tener tendencias de tipo homosexual”, fueron las palabras de quien coordina el Departamento de Clínica Médica de la universidad católica, y quien fue presentado por la oficina de Comunicación Social como un “especialista”.
El médico no especificó en qué estudios basaba sus postulados, pero también echó mano de otras supuestas investigaciones que, según él, demostraban que en los países donde se ha legalizado la hierba, como Holanda, el consumo del estupefaciente no ha disminuido.
“Son muchachos que en esta promiscuidad relacionan alcohol, sexo y mariguana. Pero el sexo ya es con quien te toque, ya no es con un hombre o con una mujer, dependiendo de tu sexo, sino con quien te haga sentir bonito”, remató el galeno durante la plática que tuvo con medios.
17. El caso Agnes Torres
Fuimos nota nacional con un hecho vergonzoso. La defensora de los derechos humanos de la comunidad lésbico, gay, transexual y bisexual (LGTB) en Puebla, Agnes Torres, fue encontrada asesinada el viernes 9 de marzo de 2012. Su cuerpo fue hallado la mañana del sábado en la barranca de Xaxocuapatle, cerca de la autopista Siglo XXI, en Atlixco, con señales de que su cuerpo había sido quemado. Tras los hechos, la PGJ ubicó a Luis Fernando Guerra Mazocco, Jorge Flores Zechinelli, Agustín Flores Zechinelli y Marco Antonio Berra Spezzia. De ellos incluso se especuló que dos habían tramitado amparos para buscar su libertad. El hecho quedó para la posteridad y las autoridades no han hecho nada. Aún queda un probable responsable prófugo y la pasada Legislatura del Congreso Local cerró la cortina sin implementar la Ley Agnes Torres, que busca dar certeza legal a la población transgénero.
18. Los medios de comunicación
Hasta principios de los años noventa había poco ejercicio periodístico en Puebla. Solamente se consumía la radio con Enrique Montero Ponce, en la prensa escrita El Sol, El Heraldo y Novedades, así como uno que otro pasquín. Después hubo buenos experimentos como El Noticiario, de Jesús Manuel Hernández, que fue censurado por Piña Olaya. Posteriormente vino El Universal Puebla, que fue totalmente innovador y tuvo una redacción con plumas de batalla. En la radio apareció En Confianza y Revista 105, que le dieron un respiro a las ondas hertzianas. Y ha habido buenos intentos a la fecha por reporteros que de manera independiente dan batalla; para muestra la escuela que creó el periodista Mario Alberto Mejía. Sin embargo, la tónica de los medios en Puebla es la poca o nula crítica y el olvido de los géneros periodísticos. En algunos casos, aunque haya periodismo de verdad, pocas veces los empresarios se preocupan por contenidos de peso, tanto en la prensa escrita como en la electrónica.
19. El empresariado poblano se boicotea a sí mismo
Puebla carece desde hace años de un grupo de empresarios fuerte, que le dé renombre nacional. Hace mucho que ciudades y zonas del país nos han dejado atrás. Para muestra el Grupo Monterrey, o los Empresarios Unidos del Bajío. Basta decir que entre los hombres de negocios poblanos son pocos los que saben hacer equipo y pocos también son los que hacen buena empresa. En las cámaras empresariales locales es mucho más sencillo encontrar a personas que buscan apuntalamiento político que realmente organizarlos como grupo. Incluso las cámaras se roban socios entre ellos, hay divisiones y pocas son realmente de peso. Basta decir que las cámaras en Puebla únicamente son reflejo del momento político por el que atraviesa el estado, pero, jamás, una postura verdadera de los hombres que deberían abrillantar nuestra ciudad.
20. Los gays no pueden enamorarse
Por Tonatiuh Muñoz Aguilar
“Este estudio, dentro de alguna de las cosas que manifiesta, es que las personas adultas que han vivido en su infancia esta experiencia (ser adoptados por homosexuales) tienen, por ejemplo, una mayor tendencia al acercamiento con las drogas, sentimientos de depresión, de menosprecio a sí mismos; no es algo que yo haya dicho…”, dijo la ahora exdiputada panista Ana María Jiménez y con esto se hizo famosa a nivel nacional.
El auditorio de la Comisión de Derechos Humanos del Estado estaba lleno. Los asientos estaban ocupados en su mayoría por homosexuales y lesbianas, personas transgénero, activistas, periodistas, miembros de la comunidad LGBT que acudieron al Primer Foro sobre Matrimonio Igualitario que se organizaba en Puebla.
En la mesa principal, la diputada Ana María Jiménez, presidenta de la Comisión Especial de la Familia, flanqueada por el activista Genaro Lozano y el abogado Alex Alí Méndez. En su rostro la severidad de su postura, un suspiro de vez en cuando, casi siempre mirando al cielo, como pidiendo ayuda ante lo que veía venir.
Y pese a estar rodeada de homosexuales, la legisladora se mostró implacable, firme en sus convicciones, eso sí, pero empecinada desde el principio: ella estaba en contra del matrimonio gay y otros temas de avanzada. Así lo admitió desde el principio, y así lo reiteró en cada una de sus intervenciones.
Que el matrimonio es una institución basada en “el amor conyugal”, el cual sólo puede darse entre personas cuya constitución física está hecha para acoplarse el uno al otro —incluyendo el verse de frente al tener relaciones sexuales—. Que en Puebla, el matrimonio entre personas del mismo sexo es algo distante, debido a que la sociedad no está preparada, y la Legislatura se conformó por una unión de fuerzas, entre derecha e izquierda, las cuales llegaron al convenio previo de evitar los temas polémicos.
Ni la animadversión del auditorio hizo que Ana María cesara en sus declaraciones. Uno a uno, los asistentes le reprocharon sus comentarios, la cuestionaron, le aseguraron que ellos como homosexuales y ellas como lesbianas sí se miraban a los ojos al tener relaciones. Le echaron en cara las veces que fueron discriminados, la falta de seguridad social y otros servicios, precisamente por no contar con un documento que legalice la unión, el amor. Pero la postura de la diputada de ultraderecha era inamovible: “Yo sólo defiendo a la familia”, decía una y otra vez.
Lo que sucedió después ya es historia. A la cuenta de Twitter y de Facebook de la diputada llegaron cientos de mensajes de desaprobación, recriminaciones, ataques, incluso videos y fotografías pornográficas en donde se mostraba lo negado: que los gays sí se miran a los ojos al tener sexo, y que llevaron a la diputada a bloquear sus cuentas de redes sociales. Y del supuesto estudio citado por Jiménez, fue el activista Genaro Lozano quien se encargó de desmentirlo en su programa de radio: no era un estudio y, por supuesto, no era fruto de un método científico. Era una encuesta, organizada y amañada por un grupo conservador de la Universidad de Pensilvania.
EL POBLANO WANNABE (POR PUNTOS)
Los mirreyes.
Parecen plaga. Son más indeseables que Cristian Castro desnudo. Para colmo hay algunos mirreyes metidos de funcionarios públicos.
El elitismo.
Desde las chicas que al momento de ligar preguntan: “¿Qué carro traes?”, hasta el “¿en qué escuela vas?” o “¿en qué zona vives?”. En Puebla, antes de verte a los ojos, te dan una buena barrida.
El poblano clon.
Prefiere usar un Michael Korrs, Coach, Ferragamo o Burberry pirata a una buena prenda de manufactura mexicana.
La doble moral.
“Puebla de los moteles” es el apodo de la ciudad. Hay establecimientos que incluso ofrecen hacer el súper para que las señoras tengan la coartada perfecta y hasta hay algunos con wi-fi para que te sigan viendo online.
La forma de manejar del poblano.
Todos sufrimos las camionetas de funcionarios y señoras copetonas. Las dobles filas, la manera en que no respetamos a los peatones ni los señalamientos distinguen al poblano como un conductor poco precavido y valemadrista.
El tono cantado de hablar.
“¿Eres de Pueblaaaaaa?”, es la frase que identifica bien al oriundo de aquí. Según nuestros encuestados, es una de las cosas que más nos ubica como naturales de estas tierras, pero que más nos avergüenza.
Dos kilómetros fuera de Puebla.
La poblana mocha se deschonga. Experimente usted con cualquier conocida espantada que se presuma de hogareña. Llévela de viaje. Pasando San Martín o Amozoc, agarran parejo. ¿Quién no conoce historias de desfiguros de poblanas mochas que olvidan el recato en bares de Veracruz, DF, Acapulco, Cuernavaca y varias ciudades más? No estamos en contra del deschongue, nos sorprende que en Puebla se venden como santas y afuera resultan muy reguetoneras.