Dependiendo de la edad que se tenga, puede resultar familiar o completamente desconocida la expresión “¡eureka!” para decir que se ha dado con aquello que se buscaba. Para unos y para otros, y sobre todo para los fans de Harrison Ford, repasamos su origen y revelamos la importancia que tiene en ‘Indiana Jones 5’ la trama de la última entrega del arqueólogo más famoso del celuloide, y que en ‘El dial del destino’ cumple un sueño: conocer a Arquímedes, el físico y matemático griego (Siracusa, 287 antes de Cristo y 212 de la misma era), al que admira como ingeniero e inventor y al que se le atribuye, además de la Anticitera (el artefacto que Harrison Ford busca en ‘Indiana Jones 5’), una divertida anécdota.
¡Cuidado! A continuación, se detallan SPOILERS de ‘Indiana Jones y el dial del destino.
Cuentan que un día, Arquímedes, que en griego significa ‘el que se preocupa’, metiéndose en una bañera para asearse descubrió por fin algo que le traía de cabeza: la relación que se establece entre el volumen de un cuerpo sumergido y la fuerza de flotación que experimenta, y que al hacerlo soltó el legendario “eureka”, o lo que es lo mismo, “¡lo he descubierto!”. Eso, que se tradujo en el principio científico que lleva su nombre y que afirma, recordemos las clases del instituto, que “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido desalojado” se ha aplicado tanto en la construcción de una prensa hidráulica como en la de barcos y submarinos, entre otros muchos ejemplos. El teorema y a su descubridor los tiene muy presentes Indiana Jones, a la sazón el inigualable Harrison Ford cuando, junto a su ahijada Helena (Phoebe Waller-Bridge, digna candidata a suceder a Harrison Ford y ser la próxima Indiana Jones, y Globo de Oro y Emmy en 2019 como protagonista de la serie ‘Fleabag’), que están buscando en 1969 la otra mitad de la Anticitera, el dial que al parecer ideó Arquímedes y que detecta fisuras en el tiempo a través de las cuales se puede viajar a otras épocas de la Historia. Sirviéndose de ese principio, ambos acceden a través de un mecanismo que replica este principio acuático al lugar donde halla la pista que les dirigirá hacia la Anticitera: la tumba de Arquímedes, que existe y puedes visitarla en Sicilia.
Sin embargo, al margen de que Harrison Ford nos haga llorar con el cameo más emotivo de ‘Indiana Jones 5’ que esconde un precioso homenaje a ‘En busca del arca perdida’, el momento clave y emocionante será otro: el encuentro del ingeniero y de su devoto admirador. Debido a un error de cálculo, humano y no de la máquina, los protagonistas y el villano de la historia (el nazi Voller, a quien encarna Mads Mikkelsen), no viajan en el tiempo a la Alemania de 1939 sino a Siracusa, a la guerra entre griegos y romanos que se desarrolló entre 214 y 212 antes de Cristo. Y ahí se conocen Indy y Arquímedes (Nasser Memarzia, ‘Secuestro en el aire’). El matemático, al que se le atribuyen numerosos inventos con los que consiguió que su pueblo se hiciera fuerte en la guerra aunque finalmente la perdieran, se da cuenta al ver a estos viajeros del tiempo con la Anticitera de que su invento ha funcionado y suelta su “¡Eureka!”. Es decir, «¡Lo he descubierto!» El destino, más bien los guionistas (los hermanos Jez y John-Henry Butterworth, David Koepp y James Mangold, también el director), quiere que Indy reciba un disparo. Este entiende que su vida ha llegado a su fin e insiste en quedarse en aquel lugar y aquel momento. “Me he imaginado esto tantas veces… lo he estudiado toda mi vida”, asegura emocionado a Helena.
Y aquí se queda este artículo, cuando faltan apenas unos minutos para que se terminen los 154 de la cinta, por si todavía alguien no se ha pasado por la sala del cine. Y termina con este pensamiento de Indy para que sus seguidores, a los que se les ha asegurado que esta aventura es la última de su ídolo, sigan soñando: “No creo en la magia, pero a lo largo de mi vida he visto cosas que no puedo explicar. Y mi conclusión es que no importa tanto lo que creas, sino la intensidad con la que lo hagas”. Aunque, si ya has disfrutado de la quinta entrega de la saga, quizás, entre tantos viajes en el tiempo, artefactos y matemáticos griegos, te convenga leer el final explicado de ‘Indiana Jones y el dial del destino’, donde la última aventura de Harrison Ford se atreve con algo que te volará la cabeza. Nosotros, a diferencia de Indy, lo hemos necesitado.
(Con información de Fotogramas)