Ese bastión de la conquista poblana del territorio tlaxcalteca conocido como Val’Quirico fue la sede de la primera edición del Festival del Asado, un evento que, para no dejar de lado el tan socorrido lugar común, rompió con todas las expectativas.
El sábado 14 y domingo 15 de abril, miles de poblanos, desde luego aquellos que pueden llegar en cuatro llantas, abarrotaron el costado de esta villa de estilo mediterráneo para degustar carne de todo tipo, pero con un toque común: preparada de una manera que tanto norteños como sudamericanos han difundido por buena parte del continente.
Uno y otro día fueron caracterizados por la asistencia distintas formas de unión: el sábado fue un día en el que las parejas y los amigos dieron rienda suelta a sus impulsos carnales (específicamente gastronómicos, los otros no nos incumben), mientras que el domingo las familias hicieron su aparición para una convivencia que, aunque sea por esta vez, se tornó bastante sui generis.
Y ahí estaban: desde los restaurantes ya establecidos y con tradición que ofrecían lo mismo que puede uno consumir en sus establecimientos, hasta los productores y distribuidores independientes, esos que vale la pena apoyar por el esfuerzo y el cariño que ponen en aquello que ofrecen. Desde luego, no puede haber carne asada sin buen vino y cerveza, así que en este rubro también hubo de dónde escoger y no faltaron los que ya bien entrada la tarde observaban desde el suelo las consecuencias de sus excesos.
Res, por su puesto, pollo, también, algo de pescados, por qué no, pero también hubo cocodrilo, jabalí y hasta alguno que otro conejo que atraparon en pleno brinco para hacer las delicias de los asistentes. El olor a carne quemada (como diría el corrido) era perceptible aún antes de llegar a la caseta de entrada del complejo gastronómico. Una vez dentro, la excelente organización estuvo a la vista, pues a pesar de la nutrida concurrencia, los autos tuvieron un lugar seguro y muy ordenado para estacionarse y tanto la entrada como la salida se hacía en perfecto orden. La gente no podía menos que disfrutar de un evento que fue pensado para el total disfrute de paladares dispuestos a deleitarse.
Todo indica que está no será una edición única, pues con este éxito y los que seguro se les auguran, la gente que tuvo a bien hacer esto realidad no dudará en seguir llenando estómagos y dejando un excelente sabor de boca en todos aquellos que quieran acercarse a estos manjares de la carne.