La revista BuzzFeed la consideró una de las mejores tatuadoras de México y es orgullosamente una poblana chingona. Con pequeños puntos negros, Lucía Serrano ha hecho arte en la piel de mucha gente que ha llegado a su estudio para dejarse plasmar una parte de la genialidad de esta mujer. Esta es la forma de pensar de una luchadora en un mundo dominado (hasta hace poco) por manos masculinas.
Platícanos sobre tu trabajo
Primero, gracias por el título de “chingona”. Mi trabajo está basado el tatuaje por ilustración, me gustan mucho los tatuajes con puntillismo y línea. No hago tatuaje a color porque el que es hecho en blanco y negro me parece más estético en la piel. Me gusta tatuar imágenes de naturaleza porque creo que conectan más con mi forma de pensar y la esencia humana de la gente.
¿Qué es Puebla para ti?
Puebla para mí es “Pueblo chico, infierno grande” (risas). No, la verdad es que aparte de que es mi hogar, creo que es una jungla en el buen sentido, porque me ha enseñado a luchar y a aguantar por lo que quiero, es una especie de campo de guerra que me ha llevado a donde estoy.
¿Cuál es tu lugar favorito de Puebla?
Mi lugar favorito es el mirador de Los Fuertes, porque puedes contemplar la ciudad en una zona de mucha paz y así es como me gusta observarla.
Háblanos de algo que haya obstaculizado tu trabajo
Quizá no me detuvo pero sí me dio algo de miedo fue tener cuidado al tatuar. No solamente se trata de aprender a tatuar, sino hacerlo bien. El riesgo que tienes de picarte y contagiarte de algo, o perjudicar con ello a tu cliente es alto, por ello siempre hago mi trabajo con el mayor cuidado posible. Convivir íntimamente con la gente es algo delicado porque debes cuidarte mucho y cuidar a tu cliente.
¿Para ti qué es la perfección?
Para mí la perfección no existe, lo adecuado más bien sería investigar bien sobre el tema del tatuaje y cómo hacer que tu cliente esté lo más cómodo posible y que yo me sienta segura.
¿Qué te frustra?
Me frustra el ambiente del tatuaje. Hay mucho machismo y gente que te critica sin fundamentos.
¿Qué te mantiene haciendo tu trabajo?
Pues esa misma gente, por extraño que suene. Esa gente que me critica, pues… sus razones tendrán para hacerlo, tal vez les caigo mal, pero eso me motiva y no por un tema de “te voy a callar la boca”, sino por el hecho de que no porque hablen de mí voy a dejar de hacer lo que me apasiona.
¿Qué te mantiene alegre?
Me encanta viajar, trabajo para viajar. Me encanta conocer gente de otras culturas y saber qué piensan y cómo viven. Me gusta conocer playas, lugares históricos. Solo sentarme a observar a la gente me gusta mucho.
¿Qué sacrificios has tenido que hacer para llegar donde estás?
Las salidas, el gastar dinero, muchas veces el tema social. Si sé que voy a tatuar, no puedo irme de fiesta el día anterior, porque no puedo cometer la irresponsabilidad de tatuar cruda. A veces sí he tenido que sacrificar ciertos momentos con tal de hacer mi trabajo pero, al final, gracias a ello me puedo pagar lo que tengo y darme ciertos gustos.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Conocer a la persona que estoy tatuando. Mientras tatúo me gusta hacer plática y eso es padre porque al final me quedo con un aprendizaje de ellos y espero que ellos de mí. Me gusta saber qué pasa por la cabeza de la gente que tatúo.
Si te encontraras a tu “yo” de hace seis años, ¿qué le dirías?
¡Chíngale! Hace 5 años era una chica sin identidad, siempre estaba buscando pertenecer, pero siempre cambiando; sí trabajaba, pero me sentía perdida, mientras que ahora sí me siento auténtica.
¿Qué le dirías a los que no han podido cumplir sus sueños?
Que se avienten y se rebelen, muchas veces te detienes por la familia. Creo que se trata de tener valor. Si no te atreves, vas a perder el tiempo y no regresa.
¿Para ti qué significa la palabra “chingón”?
Es una palabra muy cool, muy mexicana. Alguien chingón es quien vence sus miedos, es alguien que se escucha a sí mismo. Escucharte es bien complejo y no todo mundo lo hace, creo que quien se escucha y consigue lo que quiere, ese es un chingón.