El día de hoy me gustaría platicarte de Supreme, la marca de ropa urbana más exclusiva del mundo que consiguió ser auténtica y disponible sólo para sus fans más fieles.
James Jebbia, el fundador de SUPREME, se crio en el Reino Unido y desde temprana edad buscaba tener un look propio y con personalidad, ya que no le gustaba comprar en grandes almacenes porque pensaba que todos al final terminamos usando la misma ropa. En los años 80, con la llegada de los skate y su peculiar forma de vestir se interesó en ellos, cuando tenía oportunidad visitaba Londres, donde le fascinaba comprar en pequeños lugares, al final decidió mudarse a Nueva York donde trabajó en varios negocios de ropa urbana, ahí le surge la idea de abrir su propia marca y en 1994 inaugura su primera tienda Supreme, en Soho, Londres. Pronto descubrió que su mercado era obsesivo, leal y sobre todo entregado, estaban dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero con tal de vestir ropa original y única, pues aunque la gente podría pensar que los skate son descuidados, James estaba completamente seguro que era todo lo contrario: ellos ponían mucha atención en las prendas que usan y las marcas que solían adquirir.
James decidió nunca maquilar muchas piezas de un producto para dar a sus clientes esa exclusividad que buscan creando una escasez artificial; otro factor que le favorece a esta marca es que nunca sigue la tendencia de moda, crea su propia identidad y su tendencia. Siempre han creído en el skate y su obsesivo gusto de autenticidad, incluso su tienda de Nueva York tiene un acceso amplio para que puedas entrar patinando, sus trabajadores son skater, disfrutan lo que hacen y conocen el mercado; todas las tablas son diseñadas por skater famosos de esa temporada y pese a que la demanda creció, se mantuvo con su exclusividad, creando más pasión y locura en sus consumidores. Esto subió de nivel al empezar a colaborar con marcas tales como The North Face, Nike, Louis Vuitton, Vans y artistas como Avril Lavigne, Kanye West, Lady Gaga o Kate Moss entre otras. James Jebbia siempre ha pensado que su marca no se puede conseguir en cualquier parte del mundo y que es de difícil acceso a su público, es por eso que sólo cuenta con dos tiendas en Estados Unidos, en Nueva York y otra más en California; Japón tiene seis tiendas y en Europa sólo existen dos: una en Londres y otra en París.
Todo esto ha creado el factor “revendedor”, que lleva a que el mismo día del lanzamiento de una nueva temporada se agote todos sus productos, puesto que se ha demostrado que al día siguiente o incluso horas después los revendedores lo pongan a la venta por el 200% más que su valor original. Por ejemplo, en una colaboración con The North Face la chamarra más esperada, que costaba 298 dólares, se agotó minutos después de salir, horas después se empezó a vender en ebay por 700 a 750 dólares. Con ese alto grado de demanda, Supreme se ha convertido en la marca más rentable en reventa en el mundo, lo que llevó a la empresa a controlar la venta de sus productos, la cual solo te permite llevar 2 piezas por persona. Tanto ha llevado su locura, que el lanzamiento de unos tenis Nike tuvo que ser cancelado ya que todo se salió de control, intervino la policía y debió posponerse.
Supreme ha logrado en poco mas de dos décadas colocarse en el número uno en la ropa urbana gracias a su modelo de negocio, originalidad y exclusividad de sus productos, lo que la hace destacar por encima de otras. Sus ediciones son limitadas, así que con tanta demanda podría abrir miles de tiendas, pero perdería su magia y esa locura de sus compradores por obtener sus productos y saber que son unos de los afortunados de tener algo Supreme.