Las aplicaciones de cambio de aspecto físico son una de nuestras debilidades desde que tenemos teléfonos móviles e internet, y por mucho que pasen los años nunca pasan de moda. La última que ha vuelto a aparecer en todas las redes sociales es FaceApp, una ‘app’ que ya triunfó en 2017 y que se caracteriza por el realismo con el que te hace más viejo o cambia tu rostro analizando una simple foto. Obviamente, no es oro todo lo que reluce.
Como pasó ya con el caso de Google y su ‘Arts & Culture’, que gracias a una foto personal te encontraba un doble entre millones de obras de arte, de nuevo debemos recordar que los que se ríen más tras ver tu cambio físico con este tipo de programas no son tus familiares o tus amigos, sino los gestores de la ‘app’. Estos sistemas, gratuitos en su mayoría, viven de los anuncios y, sobre todo, de la gestión de millones de datos muy jugosos para todo tipo de empresas, y para sus algoritmos. Así que sí, deberías pensártelo dos veces antes de usarlo.
Si se indaga un poco en lo que hay detrás de FaceApp es fácil descubrir que se trata de una ‘app’ de origen ruso, creada en 2017 por la empresa Wireless Lab y cuyo CEO es el ingeniero Yaroslav Goncharov.
No hay mucha más información sobre esta empresa, pero sí que hay datos bastante llamativos ya que aunque en todos lados aparece que el grueso de la compañía está en San Petersburgo (Rusia), en sitios como la tienda oficial de ‘apps’ de Android, se muestra como sede Wilmington, una ciudad de Delaware, el polémico estado de Estados Unidos (se considera como una especie de paraíso fiscal).
Pero las sospechas no se quedan solo en el origen y la naturaleza de la empresa, sino en los términos y condiciones que aceptas cuando empiezas a usarla. Todos sabemos de los problemas que suelen dar estos apartados, llenos de cláusulas y frases complejas, y en caso como este son clave.
Echando un ojo a estos textos descubrimos lo que pueden llegar a hacer con la información que proporcionamos a la ‘app’ de forma gratuita ya sean fotos o datos personales. FaceApp reserva todo un apartado para explicar que «no alquilaremos ni venderemos su información a terceros fuera de FaceApp (o el grupo de compañías del que FaceApp es parte) sin su consentimiento», pero a la vez se guarda muchísimas excepciones. Detalles como que pueden compartir tu información sin un consentimiento explicito «con organizaciones de terceros que nos ayudan a proporcionarle el servicio».
Crear algoritmos tan complejos como el que usa FaceApp para convertir tu aspecto físico no es fácil ni barato y es bastante obvio que siendo un programa casi gratuito (tiene una versión ‘premium’ con ciertas mejoras) la rentabilidad hay que sacarla de otro lado. Es tu decisión seguir utilizando, o no, este programa, pero debes tener claro a quién le estás regalando tus ‘selfies’.