Los amarres del PRI con Morena en el 2021 son casi inminentes. El partido en el poder para poder dar la batalla en el 2021 y ante un amplio descontento social le conviene doblar a un viejo enemigo que pide a gritos la impunidad y la inmunidad ante las cuentas públicas. ¿A poco cree que los únicos que han usado empresas factureras son los panistas? No sea iluso. Los gobernadores, alcaldes y funcionarios de primer nivel en el sexenio pasado tenían sus empresas y sus “lavanderías”, pero esa es otra historia.
¿Piensa usted que es Alito Moreno el líder nacional del PRI el encargado de hacer esos amarres con la Presidencia de la República y con Alfonso Ramírez Cuellar líder de Morena?
No.
Los encargados de llevar a cabo la operación PRIMOR son los gobernadores. Ellos son los que mandan. Ellos son los que tienen los recursos económicos y humanos para hacer del 2021 un verdadero caldo de cultivo.
Un detalle que ha pasado desapercibido o quizá no, es que la reciente gira de López Obrador ha vitoreado a los mandatarios de los estados que ha visitado. A la mayoría los ha reconocido y muchos de ellos han sido emanados del tricolor. Es notorio cómo se ha comportado el presidente con cada uno de los gobernadores.
La intención es amarrar con los gobernadores para que operen las diputaciones federales y de esa manera ganen ya sea con candidaturas comunes o cada quien por su lado, empero, a la hora de la conformación de la nueva Cámara baja del Congreso de la Unión el PRI y Morena terminen en luna de miel, con champange, velas aromatizantes y sin preservativos para asegurar la llegada de la próxima criatura en el 2024.
Alito Moreno solo está de adorno y va a hacer lo que manden sus jefes.
Un detalle ayuda a entender esta teoría colaboracionista: en el documento apócrifo del BOA ¿apareció algún priista que quiera boicotear a la Presidencia? La verdad es que no. Puro panista, neoliberal y conservador. Está claro que a los priistas de la tecnocracia no les irá bien, pero a esos de la vieja escuela como un Del Mazo que es de una vieja clase política. A esos que huelen a rancio y que todavía pregonan el nacionalismo revolucionario de Luis Echeverría.
Ahora, ¿qué pasará con un Miguel Barbosa cuando tenga que influir en el proceso electoral del 2021? ¿Con qué priistas pactará para sacar sus candidatos en Morena y a sus aliados del Revolucionario Institucional? Porque del PAN solo ve bien a Eduardo Rivera y tiene a varios morenovallistas en la mira.
Barbosa buscará llevar a varios personajes del pasado reciente a la cárcel y no son priistas los que tiene en mente, son ex funcionarios y un ex gobernador que militan en el PAN o participaron en comicios estatales por las siglas de Acción Nacional.
Pero no nos desviemos del tema original: Morena echará mano del PRI como ya lo hizo del PVEM y del PT, porque el partido tricolor es la mejor bisagra que existe desde que llegó Vicente Fox y porque el partido en el poder no puede por sí solo. Entre el desgaste del poder, el desencanto, las falsas promesas cumplidas, el mal manejo de la pandemia, el desempleo y la crisis económica solo les queda aliarse los priistas.
Que nadie se haga el sorprendido, porque en la guerra y el amor…