Semblanza:
Leobardo es un ingeniero con pasión por el desarrollo tecnológico y el servicio social, que busca implementar los conocimientos de su carrera dentro de la política y el sindicalismo mexicano para
un mejor desarrollo de nuestra ciudadanía. Se define como un gran fanático de los videojuegos, con un gusto especial por los de RPG, pelea y carreras. También le apasiona practicar el baile de salón y el voleibol de sala, actividades que realiza desde su adolescencia. Se reconoce chivista y Steeler de corazón.
¿Por qué los jóvenes tienen pocas oportunidades de participación en los partidos políticos?
Por muchos años la participación de los jóvenes en la política estuvo supeditada al padrinazgo de los “grandes líderes”, sin embargo, el día de hoy los partidos han tratado de generar mayor apertura a cuadros nuevos que reinventen la forma de hacer política y acercarse a la ciudadanía, incluso renovando sus estatutos para darnos espacio en sus comités y hasta en candidaturas.
¿Por qué a los jóvenes no se les dan posiciones a puestos de elección popular?
Se llega a pensar que los jóvenes no tenemos la preparación ni la madurez suficiente para poder responder a los retos que la representación popular significa, pero hoy más que nunca los electores quieren ver cuadros nuevos, jóvenes, con ideas innovadoras que ayuden a resolver las problemáticas que atraviesan.
¿Has sido víctima de discriminación por tu edad? ¿Cómo fue? ¿Quién lo hizo?
Sí, desafortunadamente. Cuando asumí la diputación federal en una plenaria se discutía acerca de la eliminación del fuero, yo fui el único joven que se animó a dar una postura al respecto frente a otros 180 compañeras y compañeros de la bancada; la gran mayoría me apoyó, pero hubo quienes desaprobaron mi punto de vista ya que “era muy joven para entender”.
¿Cuál debería ser la forma en que la juventud tenga más participación en la política? ¿Qué factores deben medirse?
Debería, desde el comienzo, dársele la confianza a aquellos perfiles que tengan conocimiento de sus regiones, que generen empatía, cercanía y que muestren interés en resolver las problemáticas que aquejan a sus vecinos. A partir de ahí podemos irnos dando cuenta quién realmente se toma la vocación política en serio y quiénes solo están por cierto interés.
¿Los jóvenes son más fáciles de corromper?
Actualmente los jóvenes somos los principales opositores a la corrupción, queremos combatirla y darle el sentido de justicia que merece la política al servicio de la sociedad.
¿Has sabido que vendan candidaturas?
Las candidaturas hay que ganárselas con trabajo, reconocimiento de la gente, presencia en la región y liderazgo, para así ser seleccionado como el mejor perfil, el más competitivo. Aquel o aquella que no lo haga así, simplemente está destinado al fracaso.
¿Es necesario pertenecer a alguna familia de renombre en la sociedad, tener apellidos de origen extranjero, ser masón o militante del Yunque u otro tipo de organización o cofradía, para poder participar en la política?
Absolutamente no. En la actualidad la apertura política se ha incrementado, en los partidos se ha aprendido que el talento y las capacidades son lo más importante, por encima incluso de un “respaldo político o familiar”. Nos toca a la juventud defender esta apertura y seguir incrementándola, dando buenos resultados en las oportunidades que tenemos de representar a nuestra generación.
Dadas las circunstancias políticas y económicas del país, ¿qué cambiarías en este momento?
Desde la perspectiva laboral, uno de los cambios que haría sería reducir el ISR, para poder devolverle mayor poder adquisitivo a los trabajadores. De igual forma, buscaría eliminar los impuestos al tiempo extra, para generar mayor productividad en las empresas, pero permitiendo que se goce de la remuneración justa.