En otro año en que la música nueva no paró de brotar desde cada rincón y los discos fueron apilándose uno encima del otro hasta formar una montaña de títulos, en Rolling Stone Argentina asumimos el desafío de elegir veinte álbumes internacionales que tenés que escuchar. Comenzando por PJ Harvey y las referencias antiguas del brillante Inside The Old Year Dying hasta la introspección techno melancólica de Depeche Mode en Memento Mori, su recordatorio de que vamos a morir algún día y Cousin, el exquisito producto final que resultó de la mezcla de Wilco y Cate Le Bon, junto a los gigantes The Rolling Stones y Hackney Diamonds, su mejor disco en décadas, y la (¿última?) gran balada de Blur.
20. Álex Anwandter – El diablo en el cuerpo
Hay diferentes creencias sobre lo que sucede en el ser humano cuando es “poseído” por un demonio. Lejos de las interpretaciones bíblicas o ficticias, en las que una posesión trae consecuencias negativas para su huésped, para Álex Anwandter tener al diablo en el cuerpo es una invitación a dejarlo salir a través del baile. El diablo en el cuerpo es el álbum más reciente del cantautor chileno, un trabajo en donde el desenfreno y el brillo ayudan a sanar heridas.
19. Juan Wauters – Wandering Rebel
En la tapa de Wandering Rebel, Juan Wauters, el uruguayo que vivió las últimas décadas en Estados Unidos, está parado sobre tres rocas apiladas en el medio del mar. “¡Sí, este es un nuevo disco! El día es 10 de agosto, la ciudad es Montevideo”, anuncia en la primera canción y, de repente, todo ese mar que lo rodea se vuelve río. En su sexto álbum de estudio, Wauters regresa a su tierra natal y desde allí construye una nueva serie de doce canciones lúdicas, luminosas y dulces.
18. Mitski – The Land Is Inhospitable and So Are We
The Land Is Inhospitable and So Are We es una mezcla de lirismo cotidiano y elíptico, sobre una base de country, movimientos orquestales atrevidos y el estilo narrativo único de Mitski, que canaliza imágenes de amor, nostalgia y el regusto de la desilusión en una colección de viñetas impresionistas. La misma artista que decidió dejar la música y al fin regresó, atraída hacia ella como las mareas a la luna, y que en su séptimo álbum canta: “No me gusta mi mente/ No me gusta quedarme sola en una habitación“.
17. Róisín Murphy – Hit Parade
El sexto trabajo solista de la cantante, compositora, productora, modelo, diseñadora y actriz irlandesa es una presentación triunfal de sus ideas sónicas y de su evolución creativa. Luego del celebrado Róisín Machine (2020), Murphy editó el tipo de disco que sirve como recordatorio oportuno de su lucha constante por la reinvención y la revitalización creativas. Contó con la producción de DJ Koze e incluye samples de Mike James Kirkland, Sigur Rós y Sharon Jones and the Dap-Kings.
16. Blink-182 – One More Time…
Blink-182 continúa intentando resolver el interrogante alrededor del cual ha girado su carrera: “What’s My Age Again?” (“¿qué edad tengo?”). Esta vez, la respuesta es bastante clara: es mayor, pero aún posee un espíritu joven. Las canciones de One More Time… están creadas desde la perspectiva crítica de unos adultos que han pasado por mucho y todavía se preguntan cómo carajos han llegado hasta donde están. Nuestros bromistas favoritos por fin están listos para admitir no sólo que están viejos, sino también que son más sabios.
15. Queens of the Stone Age – In Times New Roman…
La música de Queens of the Stone Age nunca falló en ofrecer reflexiones negativas y mordaces, de modo que la dosis de veneno que hay en In Times New Roman… no es ninguna sorpresa. En especial cuando tenés en cuenta lo que vivió Josh Homme. Su divorcio con la cantante Brody Dalle, la batalla pública por la custodia de sus hijos y, además, reveló que tuvo cáncer. En “Paper Machete“, canta: “Ahora sé que vos te aprovecharías de cualquier cosa o persona para hacerte ver bien“.
14. King Krule – Space Heavy
Archy Marshall, mejor conocido como King Krule, escribió las canciones de Space Heavy (el cuarto disco que edita bajo ese mote) entre 2020 y 2022, en los viajes desde su Londres natal a Liverpool, donde se mudó luego de que su pareja diera a luz a su hijo. Esos desplazamientos fueron los que influenciaron al cantautor, que quedó fascinado por la noción de “espacio intermedio”. Mashall suena tan mareado y resbaladizo como siempre, pero con una madurez que le aporta una nueva pátina al asunto.
13. Romy – Mid Air
El disco debut como solista de Romy Madley-Croft llega para completar la trilogía de álbumes en solitario del trío The XX (el primero fue el caleidoscópico y clubero In Colour, de Jamie XX, en 2015, y luego fue el turno del intimista Hideous Bastard, de Oliver Sim, en 2022). En Mid Air, con ayuda de su compañero Jamie XX y los productores Fred Again y Stuart Price, la cantante británica logra ponerle voz a un house para la pista, con ingredientes pop y melancolía desbordante.
12. boygenius – The Record
En “Without You Without Them“, las boygenius armonizan: “Quiero que escuches mi historia y formes parte de ella”. El trío cumple ese deseo con declaraciones personales de amor (“True Blue”), sofismas descarados (“Satanist“) y la simple confianza de ser una boygenius (“Letter to an Old Poet“). Ya sea con un fondo folk, grunge o a lo Simon and Garfunkel, cada canción mantiene una intimidad que te hace sentir incluido, y al fin y al cabo de eso se trata.
11. Kara Jackson – Why Does the Earth Give Us People to Love?
La cantautora de Chicago Kara Jackson es una antigua poeta laureada nacional juvenil de 24 años que mezcla country folk, pop de cámara de los setenta y rasgueos folk dispersos en su asombroso y aventurero disco debut, el desconsolado Why Does the Earth Give Us People to Love?. La escritura de Jackson es a la vez inmaculadamente elaborada y profundamente divertida: “Todos los hombres creen que soy su puta madre”, canta en “Therapy”, un punto alto del álbum.
10. Jungle – Volcano
Con cada álbum, Jungle ha demostrado una evolución constante y un deseo inquebrantable de desafiar sus propios límites musicales. Volcano es la culminación de esta búsqueda incesante, un trabajo que refleja la vibrante esencia de Jungle y la diversidad de influencias que han moldeado su distintivo sonido. En este nuevo capítulo musical, el dúo británico electrónico toma una nueva dirección con la fusión de géneros, agregando una paleta de colores sonoros más vívida a su discografía.
9. Kali Uchis – Red Moon in Venus
“La mayoría de las personas no saben amar/Por eso están vacías”, musita Kali Uchis en “Worth the Wait“, una canción lenta y suave de su tercer álbum, Red Moon in Venus. A lo largo de quince cortes, la estrella pop colombo-estadounidense revela que su propio conocimiento del amor es abundante, explorando temas que abarcan las emociones en todas sus expresiones. A juzgar por las letras sinceras del disco, su visión del amor es amplia, pero no ingenua; es sagaz, pero no se ha arruinado por los fracasos del pasado.
8. The Chemical Brothers – For That Beautiful Feeling
En lugar de reinventarse, con su décimo álbum de estudio, For That Beautiful Feeling, los Chemical Brothers (Tom Rowlands y Ed Simons) simplemente mantienen las ruedas en movimiento. Tan colorido como su portada y fiel a su título, el disco es tan hedonista y enérgico como su mejor material, todo filtrado a través de una lente psicodélica. Mezclado como los impecables conciertos en vivo del dúo, el disco apenas se detiene y sirve como una pieza inmersiva y conectada de manera brillante.
7. Foo Fighters – But Here We Are
“Llegó en un instante. Llegó de la nada”, grita Dave Grohl sobre unas guitarras distantes y una batería explosiva al inicio del onceavo álbum de Foo Fighters. Después, canta un verso marcado por el desconcierto y el arrepentimiento: “Sucedió tan rápido y después todo había terminado”, se lamenta y se le quiebra la voz en la última palabra. Es el epígrafe ideal de But Here We Are, el trabajo que la banda grabó mientras Grohl atravesaba el duelo por las dos pérdidas que tuvo en 2022: su amigo Taylor Hawkins y su madre Virginia.
6. The National – First Two Pages of Frankenstein
En este álbum, casi demasiado perfectamente titulado First Two Pages of Frankenstein, los reyes indiscutibles del rock para padres tristes de Brooklyn vuelven a estar juntos después de cuatro años, entregando un disco que se destacará como una joya oscura entre su discografía. “No le estoy haciendo ningún tipo de favor a nadie”, nos informa Berninger sobre el piano elegantemente vacilante de “Once Upon a Poolside”. Pero el favor que hace es el simple acto de hacer que lleguen las angustias.
5. Blur – The Ballad of Darren
“Acabo de revisar en mi vida y todo lo que vi fue que no vas a volver”, canta Damon Albarn en “The Ballad”, el tema que abre The Ballad of Darren, una especie de góspel en cámara lenta en el que las piezas se desplazan con movimientos mínimos, como si no quisieran quebrar el relato intimista de su cantante (su ruptura con la artista plástica Suzi Winstanley). Poco después, la guitarra de Graham Coxon propone un viaje al pasado en “St. Charles Square”, un tema que musicalmente remite al Blur de la primera mitad de los noventa, pero en cuya letra el terror se esconde debajo de las maderas del piso, como en “El corazón delator“ de Poe. Y, si hasta ese momento todo se maneja entre lo sugerido y lo no nombrado, “Barbaric” se anima a llamar a las cosas por su nombre. El tema fluye como un pop agridulce sostenido por el tándem rítmico de Dave Rowntree y Alex James en el que Albarn esquiva todo tipo de metáfora: “Me gustaría, si tenés tiempo, hablar con vos de lo que me hizo esta ruptura / Perdí el sentimiento que pensé que nunca perdería/ ¿Adónde voy ahora?”.
4. The Rolling Stones – Hackney Diamonds
Sin contar su álbum de covers de 2016, la última vez que The Rolling Stones nos presentó un disco repleto de material original fue a principios del milenio. Aquel trabajo, A Bigger Bang (2005), fue salvaje pero no precisamente memorable, y en las casi dos décadas que han pasado desde entonces, puede que incluso los mismos músicos se preguntaran si necesitábamos otro LP suyo. Si se iban a arriesgar a pasar (y hacernos pasar) por ese proceso una vez más, especialmente después de tanto tiempo, también debían suponer que tenían que hacer que la espera valiera la pena. Y, contra todo pronóstico, lo lograron. Con una colección de éxitos que nadie se hubiera podido imaginar en 2023, Hackney Diamonds no es sólo un álbum más, es un trabajo vibrante y cohesivo. Es su primer trabajo en años que querrás escuchar más de una vez antes de cansarte. Ya sea gracias al debut de Andrew Watt como productor de la banda, a la tecnología o simplemente al deseo de recordarnos por qué nos gustó en un primer lugar, el grupo no había sonado así de bien en lo que parece la mitad de un siglo.
3. Wilco – Cousin
Cousin es el primer álbum de Wilco desde 2007 en el que usan un productor externo, y se nota, de la mejor manera posible. La productora es la cantautora galesa Cate Le Bon, quien conectó con la banda en el festival Solid, la fiesta bianual de música y arte de Wilco en Massachusetts. Le Bon logra que lo raro suene muy bien, porque su música pop extravagante siempre parece arraigada en el corazón. Tweedy es un tipo sincero cuya veta vanguardista, a pesar de contar con músicos versátiles como Glenn Kotche y Nels Cline, a veces pareciera más aspiracional que constitucional. Así que Le Bon y Tweedy hacen una buena pareja y las fusiones más abstractas de Cousin se sienten completamente naturales. El toque de Le Bon es discreto. Dado su perversamente estilo Nico en su versión de 2019 de “Company in My Back” de Wilco, uno podría desear que sus voces fueran más prominentes. Pero su destreza musical sigue las melodías inesperadas y los ritmos recortados dispersos en “Cousin”, un giro bastante agudo desde el country-rock y americana de flashback del excelente “Cruel Country”.
2. Depeche Mode – Memento Mori
En “Ghosts Again”, uno de los tantos momentos introspectivos del quinceavo álbum de estudio de Depeche Mode, Memento Mori, Dave Gahan brama: “El tiempo es efímero”. No es una revelación, pero la tranquilidad de su voz es refrescante. Han pasado más de cuatro décadas desde que el grupo se formó como un cuarteto de adolescentes ansiosos por sumergirse en la naciente cultura del synth-pop, terminando por crear himnos como ”Just Can’t Get Enough”. Ahora, únicamente con Gahan y Martin Gore en la alineación tras la muerte del teclista Andy «Fletch» Fletcher, ambos se preguntan: “¿Cuánto tiempo nos queda?”. La melancolía ha sido una parte importante de la experiencia Depeche Mode y se ha especializado en la vulnerabilidad. Así que no resulta extraño que el grupo, cuyos dos miembros ahora rondan los 60 años de edad, hayan titulado el disco como Memento Mori –un recordatorio en latín de que vas a morir algún día– y lo hayan elegido cuando Fletch continuaba en vida. Su ausencia no les hizo dudar del nombre, por el contrario, Gore afirmó que “le dio más sentido”.
1. PJ Harvey – I Inside the Old Year Dying
Las palabras parecen un juego a medida que su guitarra se entremezcla con su voz, y la copla fluye tan bien al ser sucedida por susurros y cantos de aves. Eso es lo que significa dejarse llevar por la corriente sin siquiera preguntarse qué carajos es un Ooser-Rod. Pero cuando buscás el significado de las palabras en Orlam -la novela que PJ Harvey publicó en 2022, escrita en el dialecto de Dorset, Inglaterra, el lugar donde creció-, la canción adquiere un trasfondo más turbio: ella define al “Ooser-Rod” como “el pene absurdamente enorme de un demonio”. […] De modo que el verso de “un demonio cornudo/ dios cabrío” termina siendo una consigna con doble sentido. Este tipo de referencias antiguas definen a I Inside the Old Year Dying, pero esto no quiere decir que todo el mundo deba conocer la historia detrás del disco, poseer un glosario de Dorset o tener un doctorado en dialectología para disfrutarlo. No obstante, esforzarse un poco por entenderlo hace que un trabajo complejo pueda ser una experiencia más amena.
(Con información de Rolling Stone en Español)