Las hermanas Vázquez han cambiado el panorama culinario de Austin al abrir el camino para una comida mexicana más regional en una ciudad que, desde hace mucho tiempo, se ha definido por su cocina Tex-Mex. Con este emprendimiento, también han ayudado a otros inmigrantes y a sus familias para que abran sus restaurantes con un capital muy reducido.
“Si no fuera por ellas, no estarían llegando tantos estilos nuevos y diferentes”, aseguró Armando Rayo, periodista y productor en Identity Productions de Austin que escribe sobre los tacos. “Hicieron mucho por los inmigrantes emprendedores”, comentó.
Aunque las delicias que venden generan mucha atención, sus creadoras no lo hacen. Reyna y Maritza Vázquez, las propietarias del Veracruz All Natural, son tímidas y relajadas y casi siempre visten con jeans y zapatos tenis.
Reyna Vázquez, comenzó un negocio de venta de jugos y batidos desde un camión en 2006; su hermana, Maritza, se le unió dos años después, y empezaron a hacer tacos. Esto lo han logrado porque preparan los platillos con los que crecieron en Veracruz, México, y no ceden a la presión que sienten muchos chefs inmigrantes de cambiar su comida para poder ser aceptados.
Aunque las hermanas están orgullosas de su éxito en la ciudad, en ocasiones tienen sentimientos encontrados por cómo esto se ha hecho realidad. Han formado una clientela que en su inmensa mayoría no es latina y no tienen muchos seguidores de su sólida comunidad. La zona este de Austin, donde abrieron Veracruz, ha pasado por un importante proceso de gentrificación y muchos de sus antiguos residentes mexicoestadounidenses se mudaron a otros lugares.
Las hermanas comentan que a menudo los clientes suponen que sus maridos, los cuales son blancos, son quienes administran los restaurantes. “Es interesante que la gente automáticamente piense que un negocio exitoso tenga que ser una empresa cuyos propietarios son personas blancas”, señaló Reyna Vazquez. “Nosotras estamos tratando de cambiar eso”, añadió, y no lo dice porque sigan un modelo de éxito establecido por otros restaurantes, sino porque están creando su propio modelo.
Su llegada a Los Ángeles también será muy discreta. Harán lo mismo que crearon en Texas: estacionar un camión afuera del Hotel Line del barrio coreano. También piensan poner un restaurante tradicional en algún momento.
El camión, llamado Hot Tacos, tendrá un menú menos regional que sus locales de Austin: taco bowls, tacos (incluyendo migas), quesadillas y nachos. La idea, dicen las hermanas, es servir comida mexicana de alta calidad a un precio razonable —11 dólares por un taco bowl de carne, por ejemplo—, ocupando un lugar intermedio entre los locales de lujo y las carretillas callejeras.
Dicen que han recibido ofertas lucrativas para abrir en varios estados, entre ellos Colorado, Washington y Nueva York. Pero Los Ángeles siempre ha sido su sueño.
En 2006, Reyna Vázquez compró un camión en 6000 dólares y abrió Antojitos Veracruz donde ofrecía a esta ciudad una probadita de su lugar de origen con jugos, licuados y refrigerios como elotes y raspados. Dos años después, se incorporó Maritza Vazquez y comenzaron a servir tacos preparados con la receta de su madre en la zona este de la calle Cesar Chávez.
El negocio mejoró luego de que Veracruz fue noticia en los periódicos locales con un artículo de 2009 en el Austin Chronicle que resaltó su torta de carne de cerdo, y una pequeña nota de 2011 en el Austin American-Statesman.
En 2012, el Festival South by Southwest invitó a las hermanas a poner un camión de comida en la calle sexta de la zona este. Emeril Lagasse, Rachael Ray y otras celebridades se acercaron a comer ahí. En 2015, el Veracruz All Natural fue mencionado en el programa Top 5 Restaurants de Food Network. Su camión azul con sombrillas de paja se había convertido en un lugar de moda.
Las hermanas aseguran que solo tres de sus aproximadamente 60 empleados no son latinos. Pero siguen tratando de construir un vínculo más fuerte con su propia comunidad.
Para hacer que Veracruz sea más acogedor, la primavera pasada las hermanas empezaron a organizar noches de salsa, y el Frida Friday ATX, un mercado mensual, que lleva el nombre de la artista mexicana Frida Kahlo, y que da realce a los proveedores locales. “Echo de menos hablar en español con la gente”, dice Reyna.
Con información de Priya Krishna/New York Times