El origen en inglés antiguo del término merry -al parecer data del siglo VII- es la palabra myrige que significa «agradable, encantador, placentero», aunque también era un sobrenombre que se le daba en la época medieval a una persona de carácter honesto; es a partir de 1843 -que coincide con la publicación de Canción de Navidad de Charles Dickens- que toma su actual significado: «jovial, feliz».
La alusión más conocida hacia esta «alegría navideña» -o como se le quiera llamar-, se remonta al villancico inglés «God Rest Ye Merry, Gentlemen», de autoría incierta, que se publicó en la colección Sandy´s Christmas Carlos Ancient and Modern (1833). Por cierto, se dice que el término nunca ha sido aceptado por la reina Isabel II, quien en sus felicitaciones navideñas desea a sus súbditos no «A merry Christmas», sino «A happy Christmas», tal y como aparece en el poema del neoyoqruino Clement C. Moore «A Visit from St. Nicholas» (1822): «Happy Christmas to all and to all a good night».