Adán Domínguez Sánchez deja este lunes su cargo como presidente municipal de Puebla en medio de una crisis de credibilidad y otra (presuntamente) financiera por un desfalco de 600 millones de pesos en contra de la comuna.
Serán las últimas horas de don Adán Domínguez y sus funcionarios panistas quienes ya tienen listas sus cajas de huevo y de jabón Roma para poner sus chivas y así regresar al desempleo político; a patear botes en las calles con las manos metidas en los bolsillos, sentarse a leer alguna revista o periódico y darle de comer a las palomas del zócalo o del Jardín del Carmen.
Los que hasta hoy gobiernan se van en medio de dudas de cómo manejaron los recursos públicos, se irán con pleitos con sus sucesores porque estos investigarán si es que existe un faltante como aseguró su tesorero municipal Omar Coyópol Solís.
Se van con un pésimo manejo de la información del área de Comunicación Social porque no supieron controlar el aprieto financiero y político: el tesorero admitió públicamente el faltante de 600 millones de pesos, la intención de solicitar una línea de crédito y hasta un bono de salida para los funcionarios consentidos.
Mientras que su jefe, el acalde Adán Domínguez, tardó un día y medio en desmentir que exista un hoyo financiero y en la última sesión de Cabildo le declaró la guerra al Partido Morena, pues en plena sesión recordó la inversión que hiciera el gobierno de Miguel Barbosa Huerta de (coincidentemente) 600 millones de pesos al desaparecido Banco Accendo.
“La verdad no existe un hoyo financiero; un hoyo financiero sería, por ejemplo, tomar dinero y llevarlo a una institución financiera de dudosa solidez para que después no aparezca. Tampoco dejamos deuda porque el dinero para pagar los pendientes está debidamente presupuestado”, afirmó el panista que ya no llegará a dirigir su partido.
Sea como sea, ellos mismos sembraron la duda.
José Chedraui Budib no se comerá ningún error que no le corresponda una vez que asuma su cargo como presidente municipal y si su administración —en el tiempo que le corresponde revisar el proceso entrega-recepción— encuentra un cochinero lo denunciará ante la Auditoría Superior del estado (ASE). Pepe Chedraui no será cómplice, aunque lo quieran embarrar, de los errores o abusos si es que existen.
Concluye la administración que inició Eduardo Rivera y no se cambió el rumbo, como afirmaba su campaña.
Muchos de sus antiguos aliados, empresarios, periodistas y proveedores terminaron molestos, incómodos.
No hubo gran diferencia con su antecesora Claudia Rivera; bueno sí, no se solicitó un crédito, se pagaron adeudos y esta última estaba en su curva de aprendizaje, Lalo Rivera y sus secuaces ya habían gobernado la ciudad 10 años antes.
Confirmaron aquello de que El Yunque incumple acuerdos.
Para el 2027, que viene cambio de gobierno, sería bueno recordarles, que como bien dice la sacrosanta Sonora Santanera: “Ya los locutores, lo saben, lo saben / y los periodistas, lo saben, lo saben / ya los ingenieros, lo saben, lo saben/ todo el partidazo, lo sabe, lo sabe / los que están oyendo, lo saben, lo saben / los que me faltaron, lo saben, lo saben”.
Así que a partir del martes 15 de octubre regresarán a ser simples mortales, con una investigación por la sospecha de que no supieron manejar el dinero público.
Una misión sólo para San Juditas Tadeo.