La 75a edición de los Globos de Oro, se realizará en Beverly Hills, California, el domingo por la noche y será la muestra más prominente y pública hasta el momento del movimiento «MeToo» (yo también) que ha sacudido a Hollywood y dejado toda una serie de hombres bajo escrutinio por acusaciones de acoso o abuso sexual.
Así, lo que ha sido por años una fiesta de estrellas podría tomar este domingo el tono de una manifestación.
Por solidaridad con las víctimas muchas mujeres han dicho que vestirán de negro para los Globos. Es un plan que en la alfombra roja y en el escenario asegurará que la atención siga puesta en los desequilibrios de género endémicos en la industria cinematográfica.
«Eso será muy poderoso», dijo esta semana Allison Janney, actriz de reparto nominada por la historia de la patinadora de hielo Tonya Harding, «I, Tonya». «Llevaré un vestido negro y me sentiré orgullosa de estar de pie ahí con otras actrices».
Los Globos han sido tradicionalmente una celebración, un momento para pasarla bien y, frecuentemente, una oportunidad para un buen chiste. Pero también han tenido sus momentos políticos como el discurso del año pasado de Meryl Streep, galardonada con el premio Cecil B. DeMille, por su trayectoria. Streep habló fuertemente contra el presidente electo Donald Trump, quien al día siguiente respondió que era una actriz «sobrevaluada».
Los Globos están empezando a enfrentar algunas de las críticas sobre diversidad que han tenido los Oscar en años recientes. Pero a diferencia de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, que ha renovado su membresía de más de 6.000 integrantes en un intento por ser más inclusiva, la misma presión no ha sido aplicada a la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), una organización de unos 90 periodistas extranjeros que poca gente conoce.
Información de Infobae.com