Pido perdón por el lugar común, por la frase con la que inicio esta columna: “para tener la lengua larga hay que tener la cola corta”, pero es una cita necesaria, así que vamos a lo que nos truje: el periodista Salvador García Soto en su columna “Serpientes y escaleras” de El Universal de México reveló que el nuevo líder del PAN, Mario Riestra Piña, está en la mira de la 4T por presunto enriquecimiento inexplicable.
Él y sus dos hermanos, al parecer, corren la misma suerte: Rodrigo y Susana, la segunda actual diputada local y el primero exsecretario de Desarrollo Rural en los tiempos del morenovallismo.
En plena campaña para la alcaldía, el año pasado, se dio a conocer que la familia Riestra Piña adquirió unos terrenos en Cancún, publicación hecha en el periódico Hipócrita Lector. Esa misma información provocó que, el entonces candidato a la alcaldía poblana, retara y amenazara en público (en pleno festejo por el aniversario de El Sol de Puebla) al coordinador de la prensa de la campaña de Morena a gobernar la Angelópolis, Ricardo Gutiérrez Loyola.
Riestra pensó que el autor de la filtración fue Gutiérrez Loyola, situación que, quien conoce al periodista metido a director de comunicación social, lo negaría pues Ricardo Gutiérrez es alguien demasiado discreto y no es alguien que, en su papel como periodista, incurra en temas personales. Lo conocemos muy bien.
De hecho, Riestra se descolocó en esa ocasión. Se salió de sus casillas, algo que mostraba que iba a perder esa elección, fue una muestra de que algo no andaba bien.
Retomemos la idea original de esta columna con todo y el lugar común (nuevamente perdonen a este tundeteclas y aspirante a comentócrata), para tener la lengua larga hay que tener la cola muy cortita. Es decir, si vamos a criticar es que tenemos el expediente medianamente limpio (nadie lo tiene rechinando de limpio ni químicamente puro, es imposible).
A Riestra se le hizo fácil iniciar una campaña de desprestigio contra su ex contrincante Pepe Chedraui Budib, alcalde de la capital. Situación que como líder de oposición podría estar bien sí y solo sí, los dos alcaldes panistas que lo antecedieron hubieran dejado la ciudad de Puebla en perfectas condiciones, pero no, no fue así.
De hecho, hay una investigación por parte de la Auditoría Superior de la Federación sobre Eduardo Rivera Pérez, ahora integrante del CEN panista, por la no comprobación de más de 186 millones de pesos y mucho se fue en adquirir gasolina, ¿qué gasolinero será?, por cierto.
Además, según lo detallado por García Soto, la familia Riestra se ha hecho de propiedades millonarias, un palco de lujo en el estadio Cuauhtémoc y bueno no hay que olvidar que fue una de las dinastías que creó Rafael Moreno Valle mientras gobernó: a los tres hermanos siempre les dio trabajo bastante bien remunerado.
Si andaba muy crítico, con el mensaje hecho llegar en El Universal de México, cabe preguntar si es que si Riestra también le subirá el tono a las críticas en sus redes sociales o lo dejará ahí por la paz.
¿Qué expedientes habrá de Riestra?
¿Será que da un paso atrás?
¿De parte de quién?
¿Fuego amigo? Porque columna dada ni una carta aclaratoria lo quita.
El golpe fue directo y llegó por el arco del triunfo.
Apuntes sobre la BUAP
Si algo ha hecho la rectora Lilia Cedillo Ramírez y su equipo es tenderles la mano a los estudiantes y ha creado las condiciones para que dialoguen con las autoridades universitarias. Hay mesas de trabajo que están dispuestas a trabajar a debatir a proponer y a solucionar.
Lamentablemente, como siempre pasa, aparecen intereses oscuros que intentan manipular a los estudiantes e intentan crear situaciones que se salgan de control, para sacar ventaja; no obstante la posición de la Rectoría es ponderar el diálogo, tratar de cumplir la mayoría de las demandas y reconocer quejas. No hay actitudes ni de persecución ni venganza, como algunas cuentas bots quieren promoverlo en redes sociales.
Las demandas estudiantiles son válidas. Ojalá que muchos de los estudiantes no se dejen llevar por voces ajenas a sus necesidades y a la institución, el tema puede salirse de control y ahí todos perdemos, porque la BUAP no es una isla, es parte de la gobernanza y de los factores de poder en la entidad. A nadie le conviene armar conflictos institucionales, a nadie.