El virus coxsackie pertenece a la familia de los enterovirus y es común en niños pequeños, aunque también puede afectar a adultos. Existen dos grupos principales: Coxsackie A y Coxsackie B, cada uno asociado con diferentes manifestaciones clínicas.
¿Cómo se transmite?
El virus se propaga principalmente a través de:
• Contacto directo con secreciones respiratorias (tos, estornudos) o saliva.
• Fecal-oral, por consumo de alimentos o agua contaminada.
• Superficies contaminadas, como juguetes o utensilios.
• Contacto piel a piel, especialmente si hay lesiones visibles.
La transmisión ocurre con mayor frecuencia en guarderías, escuelas o lugares con poca higiene.
¿Qué sintomatología tiene?
Los síntomas varían dependiendo del tipo de virus y la enfermedad asociada. Algunas presentaciones comunes son:
1. Enfermedad mano-pie-boca (Coxsackie A):
o Fiebre leve.
o Ampollas o úlceras dolorosas en la boca, palmas de las manos, plantas de los pies y, a veces, en las nalgas.
o Malestar general.
2. Herpangina (Coxsackie A):
o Fiebre alta.
o Úlceras en la parte posterior de la garganta.
o Dolor al tragar.
3. Infecciones más graves (Coxsackie B):
o Miocarditis: Inflamación del corazón.
o Pericarditis: Inflamación del tejido que rodea el corazón.
o Meningitis viral: Dolor de cabeza, fiebre y rigidez de cuello.
4. Síntomas generales:
o Dolor muscular.
o Náuseas o vómitos.
o Irritabilidad en niños pequeños.
¿Cuál es su tratamiento?
Actualmente no existe un tratamiento específico contra el virus Coxsackie. Las medidas son sintomáticas y de apoyo:
• Antipiréticos (como paracetamol o ibuprofeno) para bajar la fiebre y aliviar el malestar.
• Hidratación adecuada para evitar la deshidratación, especialmente si hay fiebre o dificultad para comer.
• Cuidado local de las lesiones, evitando irritarlas.
• Reposo, para que el cuerpo combata la infección.
La mayoría de los casos se resuelve por sí solo en una o dos semanas. Sin embargo, es importante buscar atención médica si hay signos de complicaciones, como dificultad para respirar, debilidad extrema o desorientación.
Prevención: Mantener una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia y desinfectar superficies, es clave para reducir la transmisión.