Para competir con los nuevos hábitos de la gente y la oferta de ocio en la red, el sector del libro busca reinventarse con algunas tendencias digitales. Afortunadamente, la industria está dispuesta a romper paradigmas y hacer todo lo posible para que los lectores tengan al alcance de un clic sus obras favoritas, ferias del libro y conferencias de los autores.
Entre las principales acciones figuran desde los escritores que concebirán sus obras cada vez más para ser escuchadas directamente en audiolibros o podcast y los que leen sus propios libros, hasta la pequeña era dorada de la novela corta; y desde la normalización de las ferias del libro híbridas entre lo presencial y virtual, hasta las librerías que han abrazado la fórmula de llegar a la puerta de los lectores y no esperar a que ellos vayan a sus establecimientos.
Así, 2020 no solo será recordado en el sector editorial como el año de la pandemia covid-19 que cerró librerías, paralizó ediciones y redujo la recuperación económica de la industria, sino, sobre todo, por el atajo de modernización a que se vieron abocados, o mejor, puestos al día. Es la renovación necesaria y acorde a este universo dual en expansión: analógico y digital.
Las siguientes son algunas de las tendencias que se confirman y otras que surgen en los ámbitos de creación, industria, negocio, cultura, placer y entretenimiento en el sector del libro:
El lector como protagonista
Ahora sí parece que el lector empieza a estar en el centro del libro. El lector como verdadero protagonista. Todos quieren acercarse más a él y de manera más cálida y empática.
Aunque suene paradójico esto de que lo principal para el sector del libro es el lector (los escritores escriben para él, las editoriales publican para él y las librerías venden para él), la industria sigue con muchos rastros de un modelo de negocio decimonónico basado en que es el cliente-lector quien debe acercarse a ellos, casi como “yo tengo algo que tú necesitas o quieres”, olvidándose de que es gracias al lector que compra y lee existe el libro como industria.
Han llegado dos tendencias para quedarse y perfeccionarse en las que el lector es el objetivo y beneficiario: las plataformas y sistemas de venta a domicilio y online de libros y las actividades digitales de las librerías, así como la programación virtual o híbrida de las ferias y demás eventos editoriales o literarios que permite llegar a más personas y que estas tengan acceso a actividades o autores antes impensables.
Digitalización de las librerías
Desde hace unos cuantos años hay varios modelos que negocio, en todos los ámbitos, que le ahorran tiempo al cliente o potencial comprador donde es la tienda o empresa la que se acerca al cliente y le lleva el producto al lugar que este elija. Ello apoyado en el modelo one clic. Amazon es un ejemplo. Muchas librerías salvaron el año gracias a este modelo: el cliente pedía el libro en su web y lo recibía en la dirección que indicaba en el tiempo que pedía o lo recogía en la librería.
Aún falta mucho por hacer y comprender que las tecnologías digitales, emergentes y futuras no son enemigas sino aliadas.
Ferias del libro desde casa
Las ferias, festivales y diferentes encuentros del libro y los escritores tuvieron que reinventarse para no cerrar. Crearon ferias y festivales virtuales con una programación basada en las charlas, debates o conferencias telemáticas a través de algunas plataformas de internet. Esto permitió ampliar su público y que la gente accediera a ellas desde cualquier lugar del mundo.
Esos formatos permanecerán cuando las ferias vuelvan a ser presenciales. Dichos encuentros convivirán con formatos híbridos, la mayor parte con los invitados y público presentes y varias actividades con invitados en una gran pantalla desde cualquier lugar del mundo. Esta fórmula permite, además, que autores que no suelen viajar a estos certámenes o que restringen su presencia pública, ya sea por cuestiones de trabajo o por reducir la huella de carbono con sus desplazamientos, lo podrán hacer de manera cómoda.
Escritores leyendo sus audiolibros
El formato del audiolibro sigue su conquista del público. Hay dos tendencias que los involucran: por un lado, los escritores leerán, cada vez más, sus propios libros con el fin de dar un plus a la obra, personalizarla y ser un gancho para los audiolectores, es decir compradores. La otra línea que se abre paso, muy lenta pero segura, es la de que los autores escribirán cada vez más libros directamente para el formato de audiolibro, obras para ser escuchadas, aunque luego se impriman. El camino es a la inversa.
Como escribiera Diana M. Horta en un reportaje de audiolibros de 2020, en WMagazín: “El audiolibro es como el Spotify o el Netflix de los libros y está instalado en apps, canales o plataformas especiales como las citadas, además de las webs de las propias editoriales. Según los expertos, la proyección es que este formato llegue a representar en los próximos años entre el 10% y el 15% de la facturación total del mercado editorial en el mundo que supera los treinta mil millones de euros”.
Auge de las novelas cortas
La nouvelle o novela corta gana terreno. Es uno de los modelos literarios más difíciles para un autor, son mucho más que cuentos largos o novelas cortas. Son historias más próximas al despliegue del mundo novelístico, en cuanto a personajes y tramas, pero con el impacto de un relato certero. En el canon literario figuran títulos como Muerte en Venecia, de Thomas Mann; La metamorfosis, de Franz Kafka; El principito, de Saint-Exupéry; El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad; El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez…
En 2020 algunas de las mejores narraciones estaban cerca de la nouvelle, con alrededor de unas 200 páginas, y algunos libros un poco estirados en el paginaje con el tipo de letra más grande y/o los márgenes más amplios. Destacan títulos como Un amor, de Sara Mesa; Los chicos de la Nickel, de Colson Whitehead; Dicen los síntomas, de Bárbara Blasco; Toda la soledad del centro de la tierra, de Luis Jorge Boone…
En 2021 esa tendencia se refuerza con Páradais, de Fernanda Melchor (Literatura Random House), Gordo de feria, de Esther García LLovet (Anagrama); Declaración de las canciones oscuras, de Luis Felipe Fabre (Sexto Piso); Fantasmas azules, de Paula Farias (ADNovelas)…
Con información de Wmagazin