La ruta de Sergio Salomón Céspedes Peregrina consiste en que saque la casta, que se vuelva necesario para la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo (aunque nadie sea indispensable) y que no deje de tocar base en Puebla, que siga en contacto con la política aldeana, pese a que su trabajo tenga que ver con Migración.
Si el exgobernador poblano logra ese objetivo, para el 2030, sí o sí, lo podríamos ver en la boleta electoral. Y con gigantescas posibilidades de ganar. No es un reto fácil, porque lo mandaron a una dependencia que hoy está en el ojo del huracán por la visión trumpiana.
Tendría, eso sí, que tejer muy fino para no generar molestias con quienes encabezan la administración estatal. Los principales errores que cometen los aspirantes a gobernadores son adelantarse a los tiempos, crear grupos dentro de los grupos, reunirse en público y a escondidas para ganarse más adeptos. Y todos esos actos a nadie que esté en el poder le gustan, porque le recuerdan que es finito.
Sin embargo, quien aspira a gobernar sabe que, si no empieza a trabajar a tiempo, no logrará su cometido; no construirá la narrativa de que, sin él, ella o elle, su partido mantendrá el poder.
Sergio Salomón Céspedes, aunque no lo ha reconocido públicamente, sueña, suspira y aspira con regresar a sentarse en la silla del águila poblana.
La lista de quienes desean ser gobernadores, aunque no lo admitan en público, ha comenzado a escribirse. Por ejemplo, nadie descarta a José Luis García Parra, quien, en términos prácticos, es el mejor operador político de Alejandro Armenta Mier. Es quien lleva la representación del gobernador a muchas comunidades y sólo él sabe aplicar el mantra de: “La amistad no se presume, se honra”.
Hoy, quien no vea a García Parra en esa lista está perdido.
Otra aspirante que no debemos soslayar es Olivia Salomón Vibaldo. Su posición es estratégica: ¿desde hace cuánto tiempo no se promovía como ahora a la Lotería Nacional? Fuera de la rifa del avión presidencial con Andrés Manuel López Obrador, dicha dependencia ya no traía el punch que últimamente tiene. Ya se nos habían olvidado los niños “gritones”. Últimamente han retomado la actividad de los sorteos con temas turísticos: La Quebrada, la Batalla del 5 de Mayo, la promoción de lo “Hecho en México está bien hecho”, que fue aplaudida por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
Lo mismo ocurre con Laura Artemisa García Chávez, la lideresa de los diputados poblanos. Ya la han colocado en el tablero para que busque la presidencia municipal en 2027, al igual que a José Luis García Parra. La legisladora cuenta con el respaldo del gobernador, sin duda alguna, y quizá su ruta sea saltar a la puja por el Palacio de Charly Hall. Empero, quien va por la capital poblana tiene, en su meta, un día ser gobernador o gobernadora de Puebla.
Finalmente, reaparece el nombre de José Chedraui Budib, quien ha mejorado su imagen pública, quien ya entendió, comprendió y supo cómo domar la curva de aprendizaje. Tendrá que romper el candado de la reelección impuesta en Morena. Cuenta con muchos apoyos empresariales y con el del exgobernador Sergio Salomón Céspedes. De hecho, si el titular de Migración no lograra la nominación, su candidato es el actual presidente municipal de Puebla.
Esta es una lista propia de los que especulan. Y ya saben qué se dice de los especuladores. Pero así va, hasta hoy, el hándicap que aún se ve lejano. Aunque, en política, quien respira, aspira… y lo demás es pura demagogia.