Hay muchas razones por las que puedes decidir empezar a ir al gimnasio, ya sea para ponerte en forma, para distraerte, para ligar o para decir que vas.
Creemos que hay cosas que deberías de tomar en cuenta antes de ir para que no te sorprendan y como siempre, te queremos ayudar.
Hay gente que grita mucho sin razón. No te lo tenemos ni que decir, desde que llegas hasta que te vas, te encontrarás con estos personajes, pero prepárate porque te pueden tomar desprevenido y sacarte un mega susto. No, no les pasa nada, no se lastimaron y no necesitan tu ayuda; lo único que tienes que hacer es ignorarlos.
Todos te van a querer dar consejos; ya sea de alimentación, del tiempo de cardio o de cómo usar un aparato, parece que llevas colgando un letrero de “no se hacer nada” en la frente.
Ligar también es deporte. Te vas a encontrar con estos seres que nunca sudan y que solo van a conocer gente, no usan aparatos y se la pasan platicando con todo mundo y tomándose fotos. En lo personal, no soporto que me hablen cuando estoy toda roja y sudando, pero supongo que hay gente que lo disfruta.
No porque no tomes un licuado de proteína estás haciendo las cosas mal. Está de moda y se considera súper cool ir por todo el GYM con tu termo transparente que tiene un licuado de consistencia dudosa adentro, no te sientas mal; no es requisito.
Hay gente que cree que a los dos días va a notar el cambio, no. Hacer ejercicio no va a cambiar tu cuerpo de un día para otro y menos si no modificas tus hábitos alimenticios. Hay una frase que dice “los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio”.
Ten en cuenta que los entrenadores (la mayoría) no tienen idea de cómo hacer lo que hacen. Tanto te puedes cruzar con algún especialista, como los que te recomiendan cosas sin saber, es importante pensar e investigar con un profesional antes de hacer todo lo que te aconsejan. Claro que no falta el que te tira la onda o te hace platica cuando estas en una posición o aparato incómodo, yo recomiendo en casos extremos ponerte los audífonos y fingir que no escuchas.
No hay tantos ojos viéndote cómo crees. Nadie se burlará de ti (o mínimo no siempre). Disfruta tu experiencia y sabemos que va a haber días en los que te canses a los cinco minutos de estar en la elíptica y ya te quieras ir, más cuando la mayoría de las teles, por alguna extraña razón tienen puesto el canal de comida.
El gimnasio puede ser uno de los lugares más extraños que hay. Desde la ropa más rara, olores extraños, mujeres más maquilladas que para una pasarela. En fin, es un sitio donde te encuentras de todo y puedes pasar por cosas un poco difíciles de digerir. Pero toma en cuenta que todos van a lo que van y no, no pasa nada si dejas de ir un día.