Lo que comenzó como una manifestación terminó en un episodio de caos. Integrantes de la Unión de Pueblos de Cholula y de la organización 28 de Octubre irrumpieron este martes en las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Puebla, donde realizaron pintas, destrozos y cerraron los accesos por más de cuatro horas.
La escena no se limitó a un edificio. Habitantes de Xoxtla, Nealtican, Cholula y la capital bloquearon vialidades, sumándose al cierre y generando un tráfico insoportable para automovilistas y ciudadanos que solo buscaban llegar a sus trabajos o realizar trámites.
Bajo la bandera de exigir la cancelación de proyectos como el relleno sanitario y denunciar el manejo del agua, los manifestantes optaron por el camino de la presión. A la par, integrantes de la UPVA 28 de Octubre llevaron sus reclamos a la autopista México–Puebla, donde miles de automovilistas quedaron atrapados, con la incertidumbre y el riesgo de verse involucrados en algo que no les pertenecía.
La protesta escaló. Miembros de la Unión de Pueblos y Fraccionamientos Contra el Basurero de Cholula llegaron también a Plaza América, donde dejaron huella con pintas y bloqueos que impidieron la entrada a quienes nada tenían que ver con sus demandas.
La jornada dejó una imagen clara: entre la exigencia legítima y el vandalismo, la línea se quebró. Los reclamos por el agua y los proyectos municipales terminaron convertidos en una jornada de tensión, destrozos y ciudadanos afectados, atrapados en un conflicto que no era suyo.