Todos conocemos a los artistas plásticos más famosos de la historia, pero muy pocos saben de sus tormentosas vidas. En estos diez ejemplos, el séptimo arte traspasa ese enigma para ahondar en sus historias personales, las cuales han inspirado grandes películas.
Basquiat
En 1996 el pintor neoyorquino Julian Schnabel dio el salto al cine y arrancó una exitosa trayectoria con la producción de Basquiat, en la cual narra la vida del artista Jean-Michel Basquiat, cuyas obras lo llevaron de vivir en la pobreza en las calles de Nueva York, a convertirse en el protegido del artista pop más popular de la historia, Andy Warhol. Mientras su obra le forjó un nombre propio en las élites del arte en Manhattan, en la década de los ochenta, Basquiat, abrumado por el ascenso meteórico de su carrera, se refugió en las drogas hasta perder la vida a los 27 años de edad. Las memorias del artista fueron encarnadas por Jeffrey Wright, quien interpretó a Jean-Michel Basquiat, mientras que David Bowie hizo el papel de Andy Warhol. La película fue nominada al León de Oro del Festival de Cine de Venecia el año en que se estrenó.
Caravaggio
El realismo anatómico y emocional, y el uso dramático del claroscuro convirtieron la obra de Michelangelo Merisi da Caravaggio en uno de los emblemas de la pintura barroca. La vida del artista italiano, marcada por la pobreza, la violencia y los excesos, son reinterpretados por el director londinense Derek Jarman en la película Caravaggio (1986), donde, desde su lecho de muerte, el pintor, encarnado por el actor británico Nigel Terry, viaja a través de la memoria hasta sus comienzos en la pintura, su educación artística, sus amoríos, aventuras callejeras y el eventual éxito de su obra.
En este largometraje el cineasta aborda las vertientes más controvertidas de la vida de Caravaggio: su vida sexual escandalosa para la época, su personalidad violenta y el naturalismo revolucionario de su obra, que desafió los ideales de belleza y cánones morales de su tiempo, pues para pintar cuadros religiosos, Caravaggio utilizaba como modelos a sus conocidos de la calle: prostitutas, mendigos y personas del pueblo.
El amor es el diablo
Con su característica deformación pictórica y ambigüedad en el plano, entre 1972 y 1974, el pintor Francis Bacon retrató el suicidio de su amante George Dyer, quien se quitó la vida el 26 de octubre de 1971 en el baño del cuarto de hotel que compartían, mediante el abuso de pastillas para dormir y alcohol. Aquel día marcó la vida y obra del artista irlandés, ya que además de ser el culmen de una tormentosa relación iniciada ocho años antes, coincidió con la inauguración de la exposición de su obra en el Gran Palacio de París, en Francia. Este episodio en la vida de Bacon junto a su modelo y pareja fue el eje del director inglés John Maybury en la película «El amor es el diablo» (1998), parte de la selección oficial del festival de Cannes de 1998. A pesar de que el largometraje parte de eventos reales, es una alucinante ficción, encarnada por les actores Derek Jacobi, Daniel Craig y Tilda Swinton, que recrea la esencia turbia y calcinante de las relaciones de Bacon y la incidencia de éstas en su obra.
Goitia, un Dios para sí mismo
Al igual que David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, Francisco Goitia fue un importante pintor precursor del arte contemporáneo mexicano. Casi treinta años después de su muerte en 1970, su vida y obra inspiraron la película más exitosa del director mexicano, Diego López Rivera. Goitia, un Dios para sí mismo (1989) sucede en los últimos días de vida del pintor zacatecano, quien al saber de su inminente muerte pide a Dios que le permita realizar un último cuadro. Este deseo lo lleva a viajar a través de distintos pasajes de su vida, en la que buscó incansablemente una identidad como artista y como persona. Los recuerdos van desde sus vivencias en su natal Zacatecas, México, hasta los demonios pasionales que siempre rondaron su cuerpo. Esta producción, protagonizada por el actor mexicano José Carlos Ruiz, fue la máxima ganadora de los Premios Ariel de 1990: de ocho nominaciones fue acreedora a siete premios, incluido el de Mejor Película.
La pasión de Camille Claudel
Estrenada en 1988 y protagonizada por la reconocida actriz del cine francés, Isabelle Adjani, es una narración íntima de las memorias de la escultora francesa, Camille Claudel. Como una mujer incapaz de encajar en las convenciones sociales de principios del siglo pasado, vio su gran talento sofocado por el tormentoso romance que mantuvo con el también escultor Auguste Rodin (Gérard Depardieu), por la fracturada relación entre ella y su hermano, el escritor Paul Claudel, y por sus problemas de salud mental, que la llevaron a ser encerrada en un manicomio durante tres décadas, hasta su muerte en 1943. Con esta película, Bruno Nuytten dio el salto de la cinematografía a la dirección y le valió dos nominaciones al Oscar por Mejor Película Extranjera y Mejor Actriz. Para la Academia del Cine Francés, «La pasión de Camille Claudel» fue la mejor película de su año.
Maudie
A pesar de la artritis reumática progresiva que la aquejó desde niña, Maud Lewis pintó cientos de tarjetas y cuadros que la convirtieron en la pintora folclórica más conocida de Canadá a mediados del siglo XX. Sin necesidad de salir de su pequeña casa en Nueva Escocia, las pinturas de Lewis llegaron hasta la Casa Blanca a petición del presidente Richard Nixon. En el 2016, la cineasta irlandesa, Aisling Walsh retomó estos acontecimientos y realizó la película Maudie. Con la actuación protagónica de Sally Hawkins, Walsh reconstruyó la carrera artística de Maud Lewis a través de los 32 años de matrimonio que la pintora canadiense pasó con su compañero de vida, Everest Lewis, un gruñón pescador y el mayor apoyo de la artista, interpretado de Ethan Hawke.
Pollock
En el año 2000 el reconocido actor estadounidense Ed Harris produjo, dirigió y protagonizó Pollock, película que narra la vida y trayectoria artística del pintor neoyorquino Jackson Pollock, cuya obra, emblemática del expresionismo abstracto, lo convirtió en uno de los artistas más relevantes de la década de los cuarenta. Pero su compleja personalidad, aislada y volátil, aunada al alcoholismo que padeció durante años, provocó que la fama, la fortuna y el reconocimiento se esfumaran con su muerte prematura en 1956, a los 44 años. Pollock le ganó el Oscar a Mejor Actriz de Reparto a la coprotagonista de Harris, Marcia Gay Harden, quien encarnó a Lee Krasner, también una reconocida artista del expresionismo abstracto y esposa de Jackson Pollock.
Surviving Picasso
Pablo Picasso es reconocido como el fundador de la corriente del cubismo, pero su exploración artística fue más allá de eso. El malagueño fue dibujante, grabador, ilustrador de libros, escultor, ceramista y diseñador de escenografía y vestuarios teatrales. Su vida creativa y personal fue condensada por la escritora estadounidense Arianna Huffington en la biografía Picasso: Creator and Destroyer (1988), la cual fue el punto de partida para el director estadounidense, James Ivory, quien se basó en este recorrido biográfico para su película Surviving Picasso, estrenada en 1996. Ésta narra la vida íntima del artista español, interpretado por el reconocido actor Anthony Hopkins, desde la perspectiva de la pintora y escritora francesa, Françoise Gilot, quien tuvo dos hijes con Picasso y fue su compañera durante una década. Este largometraje toma lugar en el París de los años cuarenta, invadido por los nazis, donde Gilot es testigo y víctima de la personalidad mezquina de Picasso, al mismo tiempo que es sometida al tormento de las relaciones pasadas del pintor y de los amoríos que sostuvo con otras mujeres.
Con información de Gatopardo