La corrupción es más tentadora que el cuerpo más bello que se pueda imaginar. En su más reciente novela, Jorge Zepeda Patterson (Mazatlán, 1952) muestra un lado de la política y el periodismo que, si bien no es desconocido, es retratado de una forma hasta hoy única y en extremo brillante. En 360º les dejamos las 5 razones para no perderse esta novela.
- Milena es una joven croata que fue raptada a los 16 años y durante otros 10 ha tenido que ejercer la prostitución en las más altas esferas del poder. Una tarde, su amante muere de un ataque cardiaco mientras tienen relaciones. Se trata nada menos que del dueño de El Mundo, un periódico mexicano (ficticio, desde luego) que detenta un gran poder político.
- Como en otras grandes novelas, veremos al personaje principal en riesgo por una situación que desde luego no contemplaba. A partir de ello, en Milena…se desborda una cauda de personajes que representan los estratos más inverosímiles en que puede influir la mano maestra y siniestra del poder y sus esbirros.
- La verdad es que periodismo y literatura no hacen siempre un binomio del todo armónico. En el caso de Zepeda Patterson se nota el oficio en ambos lados de la profesión: por un lado, la pluma entrenada en el ajetreo de la nota diaria le da a la novela el tono perfecto que atrapa desde sus primeras páginas; del lado literario, es evidente el ojo entrenado con lecturas de la mejor tradición narrativa hispanoamericana del siglo XX.
- El tema que trata la novela no es nada nuevo, es cierto: la corrupción y su permeabilidad desde los más altos puestos políticos, pasando por los medios de comunicación y sus armas secretas. Lo novedoso aquí es que, literariamente, hasta el día de hoy no se había abordado el tema con la distinción y la fuerza narrativa que le imprime Zepeda Patterson.
- Ganadora del premio Planeta 2014, Milena o el fémur más bello del mundo es una novela que entrará al desfile de los clásicos hispanoamericanos como cuchillo entre mantequilla. Y no, no porque se trate de una novela de denuncia (cosa que no es, afortunadamente) sino por su valor como reflejo de ese poder que a simple vista no percibimos, pero ah, ¡qué bien chinga cuando uno menos se lo espera!