Foto: Iglesia Hallgrimskirkja.
El 20 julio de 1783 la lava estaba a punto de cercar la iglesia de Kirkjubæjarklaustur. El volcán Laki había surgido unos meses antes en la fisura de otro volcán en una zona especialmente activa en la muy geotérmicamente inestable Islandia, y durante ocho meses entre el 8 de junio de 1783 y hasta febrero de 1784 expulsó unos 14 kilómetros cúbicos de nubes tóxicas y lava, la misma que amenazaba aquel día a los feligreses de Kirkjubæjarklaustur. Reunidos en la iglesia, esperaban ser pasto de las llamas cuando el reverendo Jón Steingrímsson pronunció la que ha pasado a la historia como Eldmessa (Misa del fuego). Para la leyenda ha quedado que el flujo de lava se interrumpió en ese momento y los lugareños salvaron la vida, aunque en realidad la lava se detuvo a una milla de la casa de oración, que de todas formas es bastante cerca.
La nueva iglesia de Kirkjubæjarklaustur, no hace falta que intenten pronunciarlo, los propios islandeses han acortado el nombre a Klaustur, se alza ahora como un triángulo de madera sobre una base de piedra en esta localidad de apenas 160 habitantes, cruce imprescindible para quienes quieran visitar los parques volcánicos y glaciares del sur de Islandia.
Formaciones de roca basáltica llamados «suelo de la iglesia» en Kirkjubaejarklaustur. Iiglesia de Kirkjubæjarklaustur.
Más de 350 iglesias se parten por todo el país, incluso en las zonas más remotas, centros de oración, también de una vida comunitaria que era imprescindible para sobrevivir. Fue el Althingi, el parlamento medieval, el que decidió en el año 1000 que la fe de Cristo se constituyera en religión oficial, no tanto justamente por la fe en sí, sino para evitar una guerra entre los diferentes credos.
Pero volvamos al reverendo Jón Steingrímsson. No es extraño que, agradecidos porque la lava no se los llevara por delante, el nombre del reverendo haya permanecido en la memoria y a él se le haya dedicado la nueva iglesia de Kirkjubæjarklaustur, una construcción que rinde homenaje con su forma de triángulo a las casas de césped, las torfbæir, y que también tiene su historia, aunque sea contemporánea.
Guðjón Samuelsson fue el arquitecto designado para reconstruir las áreas destruidas, y lo hizo siguiendo la nueva estética modernista con que Islandia quería marcar una diferencia frente al estilo noruego y al danés, el primero con sus características casas de madera, a menudo traídas íntegramente de Noruega, y el segundo con las construcciones de piedra.
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Para sus edificaciones, que incluyen la Universidad de Islandia y el Teatro Nacional, Samuelsson se inspiró en el modernismo europeo, pero sobre todo en el dramático paisaje de la isla y las leyendas nórdicas, un doble influjo que se materializó en la que es su obra más conocida y una de las señas de identidad de Reikiavik, donde se alza dominando el skyline de la ciudad, la iglesia Hallgrimskirkja. Aunque el proyecto data de 1937, su construcción se prolongó cuarenta años y sorprende por sus medidas y la similitud de las paredes con las columnas de basalto de la cascada Svartifoss.
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En contraste con la rotunda Hallgrimskirkja y los escalonados de su fachada como flujos de lava, la cercana iglesia de Kopavagur (1962) sigue este modernismo basado en la naturaleza, pero con unos elegantes arcos de catenaria que recuerdan más a Gaudí.
Iglesia Mosfellskirkja. Stóra Dalskirkja.
Ragnar Emilsson, uno de los arquitectos más conocidos del modernismo islandés, es el autor de las iglesias Mosfellskirkja (1965) y Stóra Dalskirkja (1969), con las que rinde homenaje a las torfbæir al basarse en los triángulos casi perfectos de las casas de césped. El edificio principal de Stóra, en el región sureste, tiene la forma de un prisma triangular, con paneles de tres lados teselados y ventanas en su frente: el campanario separado a un lado tiene un perfil triangular más alto y delgado. Pero para campanarios, el de Stykkishólmskirkja (1990), obra de Jón Haraldsson, que adopta la forma de vértebras de ballena, las mismas que se dejan ver en el mar tan cercano.
Con información de La Vanguardia