Atención: si usted es de esos que se inmola con la izquierda y no acepta críticas, le recomendamos no leer la columna de esta fecha. Habrá otras para usted. Si usted es de los que piensa que el PAN es el mejor partido en México, le recomendamos mejor ir los miércoles a clases de catecismo en Huexotitla, dan chocolate a los que responden bien las preguntas del párroco. Este espacio no es para agradar a nadie.
1.- Claudia Rivera Vivanco no es morenovallista. Repetimos: Claudia Rivera Vivanco no es morenovallista. ¿Les quedó claro? Va otra vez por si no entienden: la presidenta municipal electa por Morena no recibe línea de Rafael Moreno Valle ni de su esposa, la gobernadora electa (ojo, hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no diga otra cosa ella es la electa), Martha Erika Alonso Hidalgo. El hecho de que la alcaldesa electa se haya reunido con el gobernador poblano, Tony Gali, no significa que esté negociando nada. La visión de Gabriel Biestro Medinilla es totalmente pueril y enana, porque le recordamos que Andrés Manuel López Obrador se reunió con los integrantes de la Conago y hay foto del mandatario poblano, José Antonio Gali Fayad saludando a AMLO. Si de veras va a hacer un berrinche le recomendamos que sea congruente y que renuncie a su diputación plurinominal. Que le mande una carta de censura a su líder moral. Que se encuere y se queme vivo cual sacerdote budista en plena guerra de Vietnam. No tiene nada de malo que un alcalde electo se reúna con un gobernante de otro partido. Vivimos tiempos de transición, no el estalinismo de los años sesenta y setenta.
2.- Los panistas perdieron la elección en Puebla; hay muchas viudas en este proceso electoral. Ya sé lo que van a decir “¡nombres, nombres!”. Ahí van algunos, si falta uno es porque fueron muchos, así que apúntenle: Jorge Aguilar, Mario Riestra, Nadie Navarro (escribí Nadie, pero es que en el Senado no será nadie), Genoveva Huerta, Eduardo Rivera, Franco Rodríguez, Pablo Rodríguez (sorpresa: su esposa será diputada local), Jesús Giles, Francisco Fraile, Michel Chaín (ya no milita en el PAN pero sabemos de qué pie cojea) más una larga lista de candidatos a diputados locales y federales.
3.- Si la gubernatura de Puebla se sostuvo y si al final se sostiene es por José Antonio Gali. Nadie se ha volteado a agradecer el trabajo que hizo el gobernador actual, pero gracias a él se despresurizó, se tranquilizó, se logró una paz y armonía con muchos grupos del círculo rojo que estaban confrontados con el exgobernador. Además, Gali ha sido el más leal al proyecto que representa, pudo ser un alcalde por tres años y aceptó ir por un gobierno de un año y ocho meses, pudo haber impuesto a su hijo como senador y prefirió hacerlo a un lado para evitar que se acusara de nepotismo. Gali nunca ha traicionado a nadie y ha mostrado tener palabra. Él es un personaje por el cual se han evitado muchos conflictos y es quien ha dirimido muchos malos entendidos. Él es el verdadero héroe de la película, papá.
4.- El problema siempre fue Luis Miguel Barbosa. A ver, a ver, entiendo el malestar de muchos por el resultado electoral, pero Barbosa no es un santo: él apoyó el pacto por México cuando fue senador, fue quien impulsó a los consejeros del INE y los magistrados del TEPJF, fue un crítico de AMLO y se fue del PRD porque los Chuchos ya no le compartieron de sus ganancias. Si el candidato hubiera sido Enrique Cárdenas, quizá otro gallo cantaría ahorita, por lo menos contaría con más legitimidad. Incluso si hubiera sido el propio Alejandro Armenta, créanme, no habría controversia, pero como el hubiera es el verbo de los pendejos, así quedaron las cosas.
5.- José Juan Espinosa es un agente doble; el sistema lo protege y al mismo tiempo lo aborrece. Hemos visto cómo el expresidente municipal de San Pedro Cholula ha confrontado a Rafael Moreno Valle y a Tony Gali y después se vuelve su aliado. Es de esos personajes que sufre esquizofrenia, pues son tantas voces en su cabeza que no sabes por qué siempre sobrevive. Me recuerda un conocido que tengo que un día le hizo fiestas a AMLO y a los quince días cambió totalmente (sí, cambió). Subráyenlo.
6.- No nos adelantemos, si bien AMLO ya dijo públicamente que su candidato ganador es Luis Miguel Barbosa, es mejor que todos tomemos unas gotas de pasiflora. Todo está en manos de los tribunales; para evitar controversias, lo mejor es que sea el TEPJF quien dictamine. A ver, amigos, no se calienten, Rafael Moreno Valle no tiene tanto poder como para manipular la justicia electoral, Peña Nieto ya lo que menos le interesa es quién quede en Puebla, su finalidad es que no lo encarcelen.
7.- La demanda que presentó Morena para anular la elección de gobernador carece de fundamentos legales. No sé, y lo aclaro porque no soy abogado, desconozco qué va a determinar el Tribunal Federal, pero de lo que casi estoy seguro es que será una decisión política más que jurídica.
8.- Urge firmar la pipa de la paz. La elección ya pasó. Ahora Martha Érika Alonso deberá mostrar de qué está hecha y si quiere gobernar en paz tiene que acercarse con todos los grupos y sacar adelante este estado. Ya olvidarse de rencillas. Hay que ver hacia adelante. Muchos siguen confrontados y no sirve de nada, las posiciones asumidas por Biestro Medinilla no sirven de nada.
9.- No vamos a especular qué va a pasar con el resolutivo del TEPJF. Eso está fuera de nuestro alcance. Urge, sí, que ya den un resolutivo las autoridades porque se calientan los ánimos sin llegar a nada.
10.-Sigamos el ejemplo del presidente electo y vámonos a La Chingada.