Ha llegado el momento. ParecÃa que no iba a suceder nunca, pero tristemente Les Luthiers dice adiós después de cincuenta y cinco años de trayectoria podrÃa decirse que gloriosa («digno de honor y alabanza», dice la RAE). El grupo argentino, creador de un género propio, ha alegrado la vida de varias generaciones de hispanohablantes a ambos lados del Atlántico con un humor perspicaz, singular, blanco, talentoso y verdaderamente genial.
Durante muchos años, Les Luhiers lo compusieron cinco músicos, actores y humoristas: Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés, Carlos López Puccio y Jorge Maronna. Los dos primeros, columna vertebral del quinteto por su inenegable carisma y sus caracterÃsticas interpretativas, fallecieron y el tercero dejó hace seis años el grupo, que siguió con los dos últimos -Maronna es el único que ha permanecido desde el principio- y cuatro nuevos integrantes, lo que ellos denominan el ‘Elenco 2019’.
about:blank
Para ellos se ha creado ‘Más tropiezos de Mastropiero’, el primer espectáculo nuevo en catorce años de Les Luthiers, que en estos últimos tiempos se limitaba a hacer antologÃas de sus anteriores trabajos. Los ‘clásicos’, López Puccio y Maronna, han sido los encargados de escribir y dirigir este espectáculo, totalmente ‘made in Les Luthiers’. Gira en torno a una entrevista televisiva a Johann Sebastian Mastropiero, ese genial hallazgo y el personaje sobre el que ha pivotado buena parte del humor del grupo: un compositor que ha atravesado todos los géneros y todas las épocas.
‘Más tropiezos que Mastropiero’ es un espectáculo muy divertido, en el que Les Luthiers -impecablemente vestidos de smoking, naturalmente- exhiben las armas que les han convertido en legendarios: los ingeniosos juegos de palabras (algunos inevitables, pero que se rÃen igual), los dobles sentidos, las historias surrealistas, los hilarantes personajes… A ello le añaden en este espectáculo un número que, en estos tiempos de corrección polÃtica llevada al extremo, puede considerarse muy valiente: ‘Days of Doris (andante con fuoco de metralla)’, en el que se rÃen del lenguaje inclusivo y de otras cuestiones con el género como centro.
El espectáculo rescata un par de números antiguos, ‘Aria agraria (tarareo conceptual)’ y Pasión Bucólica (vals geriátrico)’ y compone otros igual de ingeniosos y divertidos -especialmente los diálogos entre Johann Sebastian Mastropiero y su desesperado entrevistador- para terminar con un final sorprendente en el que se exhiben -no podÃa ser de otro modo- algunos de los ‘instrumentos informales’, que son parte fundamental de su historia.
Y es que si es de admirar -y mucho- el humor y el ingenio de Les Luthiers, no lo es menos su talento musical; los seis son actores y músicos tan dúctiles como talentosos, capaces de cantar y tocar con pericia e indistintamente el piano y el saxofón, el bajo o el chelo y, por supuesto ‘instrumentos informales’ como el Bass-Pipe a vara, el Bajo fuentón o el Órgano a pistones.
Con la despedida de los escenarios de Les Luthiers, el humor en español pierde a uno de sus mayores y más inteligentes activos. Les echaremos de menos… Y muchas gracias.
(Con información de ABC Cultura)