Las alegrías son un dulce mexicano súper rico, popular y muy tradicional. Hay una buena variedad de tamaños e ingredientes adicionales al amaranto pero lo que lo hace muy atractivo, aparte de su sabor, es su económico precio.
¿Que tienen las alegrías?
Las alegrías están hechas a base de amaranto a la cual se le pueden agregar pasas, pepitas, cacahuates y nueces, entre otras cosas. Se endulza con miel o piloncillo. Anteriormente lo mezclaban con agua miel.
¿Qué tan saludables son las alegrías?
La planta del amaranto con la que están hechas las alegrías, es muy versátil y se puede aprovechar de muchas maneras. La semilla sirve para elaborar cereales, germinados y harinas, de hecho es considerado un alimento sagrado; las hojas se consumen y se usan como forraje; la planta entera sirve como ornato, y también pueden obtenerse colorantes. De hecho, la ONU lo ha considerado como uno de los mejores alimentos de origen vegetal para los humanos sobre todo por la cantidad de proteínas que contiene. Además está lleno de minerales y vitaminas naturales como la A, B, C, B1, B2, B3 y mucho ácido fólico.
Según la organización México Tierra de Amaranto AC, estas son sus propiedades nutritivas:
- Es una fuente importante de proteínas, supera a la mayoría de los cereales.
- Tiene niacina, calcio, hierro y fósforo.
- Tiene minerales y vitaminas naturales: A, B, C, B1, B2, B3, D y K.
- Tiene ácido fólico, lípidos, almidones y carbohidratos.
- Es una fuente importante de aminoácidos esenciales como la lisina, omega, ácido ascórbico, calcio y magnesio.
¿Por qué se llama «alegrías»?
Ahora que ya nos hemos informado un poco de las maravillas del amaranto, pasemos a la pregunta ¿por qué «las alegrías» reciben ese nombre? Todo parece indicar que fue gracias a Fray Martín de Valencia, un franciscano que llegó a Xochimilco con algunos misioneros. Según cuentan, un día estaban trepados en un cerro y al intentar prender una fogata utilizaron algunas varas de amaranto para prenderla y de pronto éstas comenzaron a “tronar”, a volverse de color blanco y volar por ahí. Esto les causó tanto asombro y emoción que empezaron a bailar y cantar alrededor del fuego, viviendo un momento de mucha ALEGRÍA. ¡Taraaaaaaan! Se quedó el nombre, y algo curioso es que justo el primer paso de elaboración de estos dulces es tostar las semillas en un comal para que se tornen color blanco y se tuesten.
La cereza en el pastel es la siguiente: Manuel Soriana García, investigar de la UNAM, descubrió que las proteínas incluidas en la semilla de amaranto contienen propiedades antidepresivas. Así que no podría ser más preciso el nombre que se le dio.
Este dulce mexicano principalmente se produce en la zona de Santiago Tulyehualco en Xochimilco, Ciudad de México.
¿Cómo se hace la alegría?
Te voy a dar la receta tradicional y súper sencilla para hacer una alegría en casa. Te llevará aproximadamente media hora pero te quedarán deliciosas.
Ingredientes:
- 250 gramos de amaranto
- 1/2 taza de miel de agave
- 2 cucharadas de miel de abeja
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 pieza de piloncillo
Procedimiento:
- Dora el amaranto a fuego bajo en un sartén, moviendo constantemente hasta que tenga un tono dorado. Si lo deseas puedes agregar otros frutos secos o semillas en este paso como cacahuates, pepitas o nueces.
- Trocea el piloncillo y ponlo a derretir a fuego medio en una olla, agrega el jugo de limón y cocina por 10 minutos más.
- Pon el piloncillo en un tazón y agrega el amaranto. Mezcla súper bien hasta obtener una pasta.
- Deja reposar hasta que la pasta esté seca. Córtala en trozos con ayuda de molde o cuchillo y barniza con miel de agave para darles brillo y un toque más dulce.
Una alegría es un snack perfecto para matar cualquier antojo y lo mejor de todo es que podemos encontrarlas con facilidad y a muy bajo costo por cualquier lugar de la ciudad.
(Con información de Cultura Colectiva)