Por: Gilberto Brenis / @GilbertoBrenis
Fotos cortesía del artista / IQ Icunacury Acosta & Co
Alfonso Herrera debutó en el año 2002 en la película Amarte duele bajo la dirección de Fernando Sariñana. Esta cinta protagonizada por Martha Higareda y Luis Fernando Peña le abrió la puerta al mundo del entretenimiento en el que encontraría su profesión, su cobijo y su realización.
Casi a la par del estreno de la película debutó en telenovelas en Clase 406 bajo la producción de Pedro Damián, en esta serie coincidiría con Dulce María, Anahí y Christian Chávez con quienes después protagonizaría Rebelde, también bajo la batuta de Pedro Damián.
Rebelde se convertiría en un suceso a nivel mundial y el grupo musical de la telenovela, RBD, sería un éxito de ventas y presentaciones con localidades agotadas. Para nadie es un secreto que hasta la fecha es algo que sigue dando de qué hablar con el anuncio de su reunión para este año en la cual no estará Alfonso.
Paso a paso, Herrera ha ido escalando peldaños que lo han llevado de las telenovelas mexicanas a las series internacionales, ha protagonizado obras de teatro y películas que han sido éxito en taquilla y que le han valido nominaciones y premios.
En múltiples ocasiones ha mencionado que lo suyo es la actuación y no precisamente el canto, si lo hizo fue porque precisamente era parte del personaje que interpretó en ese momento, pero no es algo que le gustaría hacer dentro de su carrera.
Actualmente tiene en cartelera la película ¡Qué Viva México! en donde trabaja bajo la dirección de Luis Estrada y se suma a un elenco multiestelar conformado por Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Ana de la Reguera, Ana Martin, Luis Fernando Peña, Vico Escorcia, Angelina Peláez, Álex Perea, Salvador Sánchez y Zaide Silvia Gutiérrez, entre otros.
Esta es la segunda ocasión en la que Alfonso trabaja de la mano de Luis Estrada pues en 2014 actuó en La dictadura perfecta. Ahí también sumó su talento al de Alcázar, Cosío, Peña y Sánchez. Pero de 2014 a 2023 han pasado no solamente nueva años sino también muchos proyectos teatrales, fílmicos y televisivos.
Tuve una breve pero fructífera charla con Alfonso un viernes por la noche en medio de la extensa promoción que realizó del más reciente filme de Estrada, espero que la disfruten tanto como yo.
Gilberto Brenis: De nueva cuenta trabajas bajo la dirección de Luis Estrada… ¿qué diferencias notaste en tu desempeño en este trabajo comparado con La dictadura perfecta?
Alfonso Herrera: Para mí era muy importante contar esta película por un tema muy específico y es que cuando yo hice La Dictadura ni en mis sueños más guajiros me imaginé actuar en una película de Luis Estrada. En ese entonces me quedé en la película, me encantó la oportunidad, la asumí y traté de llegar lo más preparado posible… sin embargo, me topé con un set que tenía un rigor impresionante, con un grupo de actores que tenían mucha más experiencia que yo, que tenían mucha más trayectoria en temas de oficio. Cuando yo me topo con esto, la verdad es que me sorprendí mucho y me di cuenta que hacía ahí es a donde quería yo ir. Entendí que ese era el rigor con el cual yo quería trabajar y vivir. Terminé de filmar La Dictadura y estuve muy satisfecho con el producto final porque si algo tienen las películas de Luis es que todas quedan muy bien. Regresé ahora a Viva México después de haber caminado, después de haber ajustado, después de haber calibrado y toparme de nuevo con esta familia, con estos actores que yo admiro tanto y con Luis, a quien no solamente admiro como director sino como persona, para mí fue muy relevante de manera personal y me sirvió para darme cuenta de dónde estaba y reintegrarme a esta familia que quiero tanto.
GB: Preparándome para platicar contigo me he dado cuenta que has sido muy selectivo con los trabajos que has hecho y la verdad es que uno es mejor que el otro, quisiera preguntarte sobre tu experiencia realizando Sense8 con las hermanas Wachowski
AH: Fue una gran experiencia. Yo me escapaba al cine cuando tenía 16 años para ver Matrix y, dieciséis años después, me tocó trabajar con ellas. Y me cayó el veinte un día que estábamos aquí en México en Constituyentes filmando una escena y la gente de producción adecuó una parada de microbuses para que ellas pudieran estar ahí y yo pensaba en las miles de veces que yo había pasado por esta calle y ahora mágicamente me encontraba en este punto trabajando con ellas a quienes tanto admiro y quienes revolucionaron la manera de cómo hacer cine. En su momento ellas hicieron una serie que también revolucionó un plataforma de contenido, hoy en día eso ya está más que superado porque hay muchísimas plataformas… pero en su momento fue una cosa alucinante. Como latino, como mexicano me sentí muy feliz de haber sido parte específicamente de este proyecto porque ellas querían transmitir este mensaje de unidad, de hacer saber a la gente que todos somos parte de este mundo, todos estamos interconectados y si nos hacemos la vida más fácil entre todos eso hará eco en el mundo.
GB: Noté algo interesante al revisar tus trabajos anteriores, y es que tu primer personaje en Amarte duele se llama Francisco y ahora tu personaje en ¡Qué Viva México! se llama Pancho, ¿lo habías notado?
AH: No había hilado ese punto, pero tienes mucha razón.
GB: Y bueno también tuviste la oportunidad de hacer Obediencia perfecta y muchos de los niños actores de ese filme después trabajaron contigo en teatro en La Sociedad de los Poetas Muertos
AH: Fíjate que en Obediencia perfecta tanto Juan Carlos Colombo como yo filmamos unas secuencias con el elenco de jóvenes, pero el director, Luis Urquiza, decidió no utilizarlas. Al final creo que el resultado fue bueno y el centrarse en la historia de este chico en especial y el padre en el pasado era lo ideal. Efectivamente tuve la oportunidad de trabajar de nuevo con muchos de ellos ya con algunos años de diferencia, con Sebastián Aguirre, Alejandro Hoyos, Germán Bracco, Mauro Sánchez Navarro, Paco Rueda y Martín Saracho la verdad es que significó mucho para mí. Los vi crecer y en teatro tuve una perspectiva más directa de cómo han crecido actoralmente, ahora son ellos los que están trabajando en muchos de los proyectos que se están haciendo para distintas plataformas.
GB: Recientemente entrevisté a Luis Couturier y al hablar de La Sociedad de los Poetas Muertos me decía que tenía miedo de hacer ese proyecto porque sentía que no iba a tener mucha conexión con tantos jóvenes, pero me dijo que ha sido una de las mejores experiencias de su vida y que incluso al final de la temporada les regaló una caricatura a cada uno de ustedes…
AH: El maestro Couturier es una historia que se debería de saber más porque unos meses antes de estrenar la obra le dio un derrame y le habían dicho los doctores que no iba a poder volver a caminar. Los doctores le dieron la opción de hacer terapia una vez a la semana y a ver si se puede usted recuperar… Luis fue a hacer terapia todos los días y meses después estaba parado en el escenario del teatro Libanés dando función perfectamente lúcido y regalándonos cátedras de actuación. Esto poca gente lo sabe, yo lo admiro y quiero mucho, es un claro ejemplo de lo que nosotros jóvenes actores aspiramos a ser. Ojalá yo algún día pueda tener una carrera como la de él, con esa solidez, compromiso y calidad.
GB: ¿Cómo te sentiste en Ozark? Tu personaje fue muy fuerte…
AH: Imagínate, Gil lo que es trabajar con Jason Bateman, Laura Linney y Julia Garner. Yo soy fan de la serie y lo era antes de que me pidieran hacer un casting para participar en ella. La verdad es que hice el casting esperando que pudiera pasar algo bueno y pasó… ha sido una de las experiencias más increíbles y más complejas porque nos tocó filmar en el pico de la pandemia. Me acuerdo que yo iba al set y regresaba a encerrarme en mi cuarto de hotel, no fue fácil mentalmente. Estaba en Atlanta y aunque fue complicado el resultado fue muy bueno. Algo que me gusta mucho de este proyecto en particular es que crea una responsabilidad mucho más global acerca de ese negocio en particular; generalmente cuando se habla de estos temas se posiciona la responsabilidad en el sur del continente y aquí es más compartida porque los gringos son responsables, los mexicanos son responsables, las farmacéuticas son responsables y empiezas a entender todo desde una perspectiva mucho más amplia. Creo que eso es lo importante, contar historias que sean profundas y que tengan ángulos para que sean más ricas y complejas.
GB: ¿Actualmente en qué estás trabajando?
AH: Justo en este momento terminé una parte de una película que estamos filmando en Argentina. Terminamos la parte que se hace en Buenos Aires y en unas semanas regresaré para hacer lo que corresponde a Córdoba y terminar la filmación. Es una película inspirada en la novela de Camila Sosa Villada que se llama Tesis sobre una domesticación y estoy profundamente orgulloso de trabajar con Camila porque es una mujer con una profundidad, con un talento, con una sensibilidad y que aparte de ser una tremenda escritora y tener una pluma espectacular, es una actriz de alto calibre. Compartir el set con ella y platicar es algo maravilloso.
Desafortunadamente el tiempo es breve cuando se tienen tantos proyectos de los cuales hablar. Alfonso es un actor comprometido y que ha sabido seleccionar cada uno de sus proyectos para ir sumando a su historia de vida con cosas que lo hagan sentirse orgulloso.
Y es que no hay proyecto pequeño, lo mismo ha protagonizado series, películas que podcasts. Precisamente este último género le brindó un premio Ondas por su voz en Batman desenterrado.
De igual manera, la cinta El baile de los 41 le brindó su primera nominación y premio Ariel como mejor actor. Y si bien Alfonso no hace los trabajos por los premios sino por la satisfacción personal de sentir que crece profesionalmente también son una señal de que sus decisiones han sido acertadas y que va por buen camino.
PREGUNTAS TONTAS:
¿Qué es lo que nunca falta en tu refrigerador? Yogurt griego.
¿Tienes alguna superstición? Cuando viajo generalmente me gusta la ventana.
Si pudieras regresar el tiempo, ¿qué consejo le darías a tu yo de 15 años? Revisa muy bien tus contratos.
¿Qué es lo que no te gusta de ir al súper? Que acabo comprando cosas que no necesito.
¿Con quién te gustaría tomarte un café? Con mi abuela.
¿De qué decisión profesional te arrepientes? De ninguna.
¿Cuáles son tus dos discos favoritos? Voy cambiando de gustos musicales conforme va pasando el tiempo. En este momento estoy escuchando mucho Buena Vista Social Club y a Héctor Lavoe.
¿Qué platillo no comerías? Alguna vez comí en Polonia una gelatina que tenía como pescado y huevo, definitivamente no la volvería a comer.
¿Cuál es tu película favorita? Kill Bill y la zaga entera de El Padrino.