Foto: La resistencia inútil’ de Fragonard. Musée Cognacq-Jay
Cuadros y grabados cargados de erotismo y posturas obscenas e indecentes, conforman la exposición “L’Empire des Sens” (Imperio de los sentidos), del pintor François Boucher à Jean-Baptiste Greuze.
La muestra se esperaba para finales del 2020, por los 250 años de la muerte de Boucher, pero fue postergada debido al confinamiento. Ahora estará abierta solo hasta el 18 de julio en el museo de París Cognacq-Jay.
Un rey adolescente y ávido de placer
Por encargo del cardenal de Fleury, François Boucher con 22 años, pintó para el rey Luis XV “escenas lascivas”, con la intención de instruirlo en las artes amatorias.
El rey adolescente tenía una vida agitada, huérfano a los dos años y rey a los cinco, lo casaron a sus 15 años con la polaca Marie Leszczynska, el objetivo era procrear.
Tan bien cumplieron su función los óleos de Boucher, que el rey engendró diez hijos. Además, a sus 27 años comenzó a coleccionar amantes como Madame de Pompadour. Y la reina tuvo que impedirle el acceso a sus aposentos para evitar el undécimo embarazo, con pronóstico médico letal.
La exposición reúne las obras más atrevidas de Boucher y de sus compañeros Jean-Honoré Fragonard, Antoine Watteau y Jean-Baptiste Greuze.
Es un viaje erótico que inicia con velos y desvelos, cortinados y sábanas, carne, miradas y palabras murmuradas. Hasta llegar a un deseo consumado, orgías, lujuria y éxtasis. Lo más evidente es esa especie de educación sexual, o más bien pasional.
Cuentan los rumores que Boucher se valió de su mujer como modelo para crear sus famosas pinturas.
El Museo de Orsay alberga otra obra erótica
El famoso museo de París también resguarda la provocativa y celebre obra “El origen del mundo”, de Courbet, que aún tiene reclamos por su exhibición pública. Fue de visión reservada desde 1866, cuando fue pintado por encargo de un rico turco hasta 1995, cuando lo colgaron en el museo.
Algo parecido sucedía con las obras hoy expuestas en Cognac-Jay, visibles para la corte y otros privilegiados, pero lejos de los ojos del pueblo.
Con información de La Vanguardia