Son dueñas de las calles desde su aparición en las canchas de básquet en la década de los años 30. Cómodas, con suela de goma y de estilo bota son conocidas mundialmente y gracias a su capacidad de reinvención se han convertido en un icono que nunca pasará de moda. Las Converse All Star llevan reinventándose desde su nacimiento y gracias a su diversidad y sus campañas colaborativas con famosos como Taylor The Creator, Millie Bobby Brown o marcas como Commes des Garçons, se encuentran siempre entre las zapatillas más vendidas.
Sus inicios se sitúan en el deporte, como un calzado especializado para jugar al baloncesto. Fueron leyendas como Chuck Taylor – que da nombre al modelo más icónico de la firma- o Lebron James quienes las popularizaron tanto en la cancha como fuera de ella.
Consciente de la repercusión mediática de la que disponía en el mundo del deporte, la firma reconvirtió la zapatilla en un calzado para la calle, sin desvincularse de sus orígenes y su cultura deportiva. Fue en los años 70 cuando con el surgimiento de grandes competidores, como Nike o Puma, Converse perdió su monopolio en la NBA y decidió buscar impulso en otros nichos de la industria.
Se abría así un mundo de oportunidades para colaborar no solo con deportistas, también con músicos, bailarines o estrellas de cine, quienes poco a poco se convirtieron en el nuevo escaparate de Converse y en una oportunidad de oro para mostrar cómo estilizar las zapatillas con vaqueros, trajes dos piezas o incluso vestidos.
Su entrada en Nike y en el streetstyle
Llegaron los 2000 y Converse volvió a reciclarse. Esta vez, al pasar a formar parte del gigante Nike. Se reconvirtieron y volvieron a ser tendencia gracias a la ampliación de su suela, sumándose así a la tendencia de las plataformas XL y de los colores estridentes, también en los pies.
En la actualidad su popularidad es continúa y atemporal. Por un lado por la posibilidad de personalizarlas y por otro, por las colaboraciones casi trimestrales tanto con rostros conocidos como con marcas de alta gama
Con información de La Vanguardia