En respuesta a la creciente presión de activistas, padres y reguladores que creen que las empresas tecnológicas no han hecho lo suficiente para proteger a los niños en línea, las empresas y los gobiernos de todo el mundo están colocando controles digitales de edad más estrictos en los principales sectores de internet.
Pero más que cambiar una plataforma o una aplicación, lo más importante es poner atención a la educación de nuestros hijos, orientarlos sobre el consumo de ciertos contenidos y ofrecerles otras actividades propias de su edad. No sólo las empresas tienen la obligación de proteger a los niños, sino los mismos padres.
Los cambios, que se han acelerado en los dos últimos años, podrían poner en peligro una de las características principales de internet: la capacidad de permanecer en el anonimato, además de perder la privacidad y la libre expresión.
No obstante, la experiencia de consumir contenidos y comunicarse en línea se parece cada vez menos a una plaza pública anónima y más a una visita al banco, con medidas para demostrar que uno es quien dice ser.
En Japón, los usuarios deben presentar un documento que demuestre su edad para utilizar la aplicación de citas Tinder. El popular juego Roblox les exige a los jugadores que, si quieren acceder a una función de chat de voz, suban una identificación oficial (y una selfie para demostrar que la identificación les pertenece). Las leyes de Alemania y Francia exigen que los sitios web de pornografía verifiquen la edad de los visitantes.
Los gobiernos autoritarios han utilizado la protección de los niños como argumento para limitar la expresión en línea: China prohibió este verano que los sitios web clasificaran a los famosos por su popularidad, como parte de una campaña más amplia contra lo que, según el gobierno, son los efectos perniciosos de la cultura de los famosos entre los jóvenes.
Facebook está explorando opciones similares. La empresa publicó en julio en su blog que estaba desarrollando programas para buscar señales de que los usuarios estaban mintiendo sobre su edad, como detectar cuando alguien que dice tener 21 años recibe mensajes sobre su fiesta de 15 años, pero cuando “sentimos que necesitamos más información, estamos desarrollando un menú de opciones para que alguien demuestre su edad”, comentó en la publicación Pavni Diwanji, vicepresidenta de productos para jóvenes de Facebook. Más tarde, Facebook dijo que una de las opciones implicaría proporcionar documentos de identificación.
Muchas de las acciones nuevas de verificación de la edad requieren que los usuarios presenten una identificación emitida por el gobierno o información de la tarjeta de crédito, pero otras empresas están utilizando, o considerando, otras opciones, como un programa que escanea el rostro de un usuario para calcular la edad de la persona.
A los críticos de los controles de edad les preocupa que el requisito obligue a los usuarios a proporcionar información sensible a sitios web que tienen recursos limitados para evitar ciberataques. Las empresas externas que ofrecen controles de edad también serían vulnerables.
Muchas empresas, y también los gobiernos, aseguran que están poniendo en marcha medidas para responder a los problemas de privacidad, como limitar el tiempo de almacenamiento de los datos.
Algunos servicios se resisten a los controles de edad. Twitter les permite a los usuarios revelar su fecha de nacimiento, pero no lo exige. Si los usuarios quieren ver contenido para adultos —los desnudos son frecuentes en el servicio— deben hacer clic en una advertencia, pero no tienen que demostrar que son mayores de 18 años.
El cambio podría ser molesto para algunas personas, según los críticos. Por ejemplo, dijo Barnett, las publicaciones relacionadas con personas lesbianas, gays, bisexuales y trans tienen más probabilidades de ser marcadas de manera errónea como contenido “para adultos” aunque no sean abiertamente sexuales.
Durante meses, YouTube les explicó a los usuarios frustrados en Twitter que estaba exigiendo los documentos de identidad oficiales debido a la nueva normativa.
“Pago por música en YouTube, pero quiere que suba una copia de mi identificación para verificar mi edad antes de dejarme reproducir ‘In bloom’ de Nirvana”, tuiteó un usuario. El usuario señaló que había comprado el tema en casete por primera vez “cuando tenía unos 12 años, hace casi 30”. “Se trata de una norma aplicada a las plataformas para compartir videos en determinados países”, respondió la cuenta de atención al cliente de YouTube.
Con información de The New York Times