Era 1967, no existían las computadoras y el internet, las tardes se hacían largas, las calles eran más seguras en México y los niños salían a jugar libremente. Algunos paseaban por la colonia con sus bicicletas y ¿cuáles crees que eran? Claro, las bicicletas Vagabundo.
Sí, estas bicis con asiento en forma de plátano y llantas de tamaño dispar, pusieron su grano de arena para que las generaciones de niños de 1960, 1970 y 1980 salieran a explorar lo desconocido y los jóvenes visitaran a sus novias.
Las Vagabundo fueron fabricadas por la extinta compañía Windsor de México en 1967. La intención era que fueran un golpazo comercial tal como lo estaban siendo en el Reino Unido sus gemelas antecesoras, las Raleigh Chopper, fabricadas por la empresa Raleigh en Nottingham, Inglaterra.
Luego de vender millones de Raleigh Chopper en Inglaterra y Estados Unidos, Oakley admitiría que su modelo se basó en la motocicleta que usó el actor Peter Fonda en la película Easy Rider , una cinta del subgénero road movie en la que los protagonistas cruzan gran parte de la unión americana en donde conocer las diferentes caras del país.
Para la segunda mitad de la década de 1980, las bicicletas Vagabundo se dejaron de fabricar, seguramente porque estaban perdiendo la batalla comercial contra otras bicicletas creadas para niños y adolescentes, como las Rudge, las Schwinn, las Sting Ray o las Cross.
Con la desaparición de la Windsor de México será difícil saber por qué nombraron a su bicicleta “Vagabundo”, pero desde luego es una palabra que evoca a aquellos que optan por recorrer mundo, una palabra sin duda que invita a viajar sin importa nada más.
Con información de Soy Emprendedor