Pablo Ximénez de Sandoval | El País
La nueva paranoia de Black Mirror no acaba nunca. En el último capítulo de la serie sobre perversiones tecnológicas, titulado Bandersnatch, Netflix ha decidido hacer una película interactiva. Literalmente, el espectador puede tomar decisiones sobre la historia desde su mando a distancia sobre la marcha. No hay un episodio, hay millones de episodios posibles. El formato, que la compañía había probado ya en películas infantiles, añade un elemento de videojuego a una de las series más populares del mundo. El experimento global empieza este viernes.
Bandersnatch se desarrolla a principios de los años ochenta. El protagonista es un joven que trata de programar un videojuego durante la explosión de los ordenadores personales. A los pocos minutos, el espectador se encontrará una pregunta intrascendente en la pantalla (elegir una marca de cereales para desayunar) para que vea cómo funciona la interacción con su mando a distancia. Según avanza la historia, cada tres o cinco minutos tendrá que ir eligiendo opciones, no tan amables. Un buen capítulo de Black Mirror busca perturbar al espectador. Bandersnatch busca que la perversión de la historia surja del propio espectador. Lo lleva “al siguiente nivel”, en palabras de Todd Yellin, jefe de Producto de Netflix, “más intenso”. “Vamos a hacerte sentir responsable de lo que pasa”.
A finales de noviembre, Netflix invitó a una veintena de medios de todo el mundo, entre ellos EL PAÍS, a ver Bandersnatch en su sede de Los Gatos, California. Cada periodista lo vio en un iPad, con auriculares. Al terminar, la conversación fue exactamente lo que Netflix esperaba. ¿Has visto esto? No, en el mío no hacía eso. ¿Viste lo que pasa al final? Yo vi otro final. ¿Qué elegiste en tal pregunta? A mí me preguntaron otra cosa. Esta es la conversación que Netflix espera provocar a partir de este 28 de diciembre en cada casa, cada oficina y cada cena de Nochevieja. La película estará disponible a la vez con doblaje en 10 idiomas y subtítulos en 28 idiomas para 137 millones de usuarios. La función interactiva no funciona en Chromecast ni Apple TV.
“Garantizo que va a encender las redes sociales”, dice Yellin. “La gente va a comparar sus experiencias. Incluso más allá de las redes sociales, ¡los espectadores van a hablar unos con otros! ¡Una conversación humana real!”. Según Carla Engelbrecht, directora de Innovación de Producto de la compañía, esa conversación es “parte de la experiencia”. El espectador puede no tomar decisiones y entonces ve una película estándar de 90 minutos. Pero si se mete en la historia puede dar con “millones” de combinaciones. Netflix se niega a decir cuántos finales hay o cuántos caminos distintos existen en la película. Se puede tardar entre 60 y 70 minutos en llegar a un final. Existe el triple de material rodado.
Los creadores de la historia son Charlie Brooker y la productora Annabel Jones, la pareja responsable del mundo Black Mirror desde su inicio. El director es David Slade, que ya hizo la aterradora película Metalhead dentro de esta serie. Desde que comenzó el formato en 2011, Charlie Brooker ha hecho 19 películas de esta serie, una exploración paranoica de la tecnología que en ocasiones se ha convertido en una fuente de predicciones inquietante. Netflix compró la serie en 2015 y desde entonces encarga capítulos de seis en seis. En los últimos dos años ha ganado seis Emmys, dos por el episodio de San Junípero (2017) y cuatro este año por USS Callister. Por ahora, Bandersnatch es un experimento aparte, no pertenece a la quinta temporada de la serie. Los ejecutivos de Netflix dejan claro que esperan que les lluevan las ideas para hacer más películas interactivas.
Netflix había probado el formato interactivo con algunas películas infantiles. La acción se para y el personaje pregunta al espectador qué quiere hacer. “Tienes que probar primero con los niños, porque para ellos todo es nuevo”, explica Yellin sobre la decisión de abordar el formato interactivo. “Si no funciona con ellos, no funciona con nadie. Probamos y fue muy bien. Es más simple que la experiencia de adultos, pero nos sirvió mucho ver cómo interactuaban los niños. Probar con adultos era el siguiente paso”.
Pero no valía cualquier contenido, añade Yellin. “Tenía que ser una historia que se prestara a ser contada de forma interactiva, incluso que sea mejor interactiva. Porque si no, es un truco barato, y no queremos eso. Necesitas el contenido adecuado, la audiencia adecuada y el creador adecuado. La audiencia de Black Mirror es enorme, internacional, les gusta la ciencia-ficción, la tecnología y cómo afecta a la gente. Si vas a probar una tecnología nueva, es un buen público para probar y creemos que lo van a aceptar”. Bandersnatch es mucho más sofisticado que las películas infantiles. La acción sigue durante los segundos en los que el espectador tiene que tomar una decisión. No hay parón, se decide y la acción continúa por ahí. Si el espectador no toma decisiones, la historia sigue automáticamente.
“Son tiempos de pioneros y vamos aprendiendo sobre la marcha”, dice Todd Yellin cuando se le pregunta si los próximos proyectos interactivos serán tan complejos como este. “Queda mucho por hacer. Estamos empezando”.