Por: Dra. Linda Margarita Romero Orduña,
Facultad de Ciencias PolÃticas y Sociales de la BUAP
¿Alguna vez te has preguntado si en México los hombres y las mujeres utilizamos por igual las tecnologÃas digitales o si contamos con los mismos recursos, tanto económicos como de oportunidades, para usar el internet y las redes sociales para trabajar, estudiar o distraernos?
Según estudios que se han realizado en los últimos años, la respuesta a estas preguntas serÃa que no existe una igualdad entre hombres y mujeres en México con respecto al uso de internet y tecnologÃas digitales. Lamentablemente, a partir de la exigencia que nos impuso la pandemia de trasladar gran parte de nuestras actividades cotidianas a los entornos digitales, la brecha digital de género se hizo mucho más grande y evidente.
Si bien para todos y todas fue un reto migrar las actividades académicas, profesionales y laborales a la virtualidad y aprender a adaptarnos a estas nuevas espacialidades y sus dinámicas, muchos mexicanos —pero sobre todo mexicanas— no lograron integrarse porque no contaban con los recursos ni con las condiciones materiales para tener un celular o computadora en donde conectarse, no podÃan contratar o pagar un servicio de internet o porque su trabajo no podÃa volverse virtual, como fue el caso de quienes laboraban en hoteles o restaurantes.
Otra gran parte de la población no contaba con los conocimientos ni habilidades para el manejo de las nuevas aplicaciones y plataformas, y tampoco podÃan sumarse a esos cambios.
Para que más o menos tengas una idea de cuántas mujeres en México no han podido aún acceder al uso de internet, estamos hablando que de
las 66 425589 mujeres que habitamos en el paÃs existen 17.4 millones de mujeres mayores de seis años que aún no usan el internet (Centro México Digital, 2022).
Esta situación obedece a muchos factores, como a la actividad laboral que desempeñan, a su percepción salarial, a la asequibilidad de dispositivos para conectarse a internet y también al uso y a sus competencias para utilizar las tecnologÃas según el grupo de edad al que pertenecen y a su lugar de residencia.
La brecha digital entre hombres y mujeres en México con respecto al uso de internet fue de 1.5% en 2020. A simple vista pareciera que esto no
es grave porque no es un porcentaje elevado, pero si analizamos las dificultades que enfrentan muchas mujeres para generar esa conectividad y obtener un dispositivo para conectarse a internet, observaremos que la brecha digital de género ronda un 5.2%, según el estudio realizado por el Centro México Digital.
Además, la problemática del acceso a internet se vive de manera muy diferente en cada uno de los estados de la República mexicana; por ejemplo, hay estados como Sonora donde las mujeres tenemos ventaja sobre los hombres con una brecha negativa de –4.7% y otros estados como Guerrero donde nuestra desventaja es altamente significativa con un 6.8% de brecha.
Un factor determinante para que las mujeres podamos adquirir un dispositivo que nos permita el uso de internet —ya sea un smartphone o una computadora— es que contemos con una fuente de empleo que nos brinde un ingreso económico suficiente para comprarlo, pero también para pagar el servicio de red.
Por desgracia, muy pocas mujeres tienen un ingreso económico propio y fijo, ya que la mayorÃa sigue dedicándose a las labores del hogar que
representan un trabajo no remunerado y no gozan de total independencia económica.
Según datos de la Cepal, el 29.4% de las mujeres mexicanas no cuenta con ingresos propios, es decir, tres de cada 10 mujeres no tienen autonomÃa económica (El Economista, 2022).
Otro factor importante es que las mujeres podamos contar con tiempo libre de las actividades del hogar, del cuidado de la familia y de las actividades laborales exteriores para poder hacer uso del internet, sobre todo para fines recreativos. Al respecto, la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) revela que las mujeres realizamos a la semana 30.8 horas de trabajo doméstico no remunerado para el propio hogar
en contraste con las 11.6 horas que realizan los hombres (PNUD, 2021, p. 28).
Definitivamente, son muchas las horas que nos demanda el trabajo doméstico y que hemos asumido, dejándonos no solamente fÃsicamente
agotadas, sino también mental y emocionalmente.
Por último, otro factor que juega en nuestra contra como mujeres es la edad, ya que a mayor edad son menores las probabilidades de que podamos contar con las competencias y habilidades necesarias para hacer uso del internet. Por ejemplo, los hombres con más de 36 años cuentan con más competencias digitales que las mujeres de su edad o mayores que ellos, desde las más básicas como mandar un correo electrónico hasta las más complejas y especializadas como las tareas de programación.
Aún faltan muchos más factores por abordar y que lamentablemente han dificultado que en México tanto mujeres como hombres tengamos las mismas oportunidades en el acceso y uso de internet. No obstante, pienso que si comenzamos a liberarnos de los estereotipos y roles de género, contribuyendo todas y todas por igual a los quehaceres de la casa, y empezamos a cultivar y a alimentar una perspectiva de género que se extienda a todos los ámbitos de la sociedad, podremos generar mejores condiciones de vida para todas las mujeres mexicanas.