Así nos empezó a cautivar Internet, con los chats. ¿Recuerdas las salas de chat? Podías elegir un tema y compartir tus aficiones con cientos de desconocidos. Nadie nos juzgaba y éramos “libres”.
El chat sigue siendo el único vinculo entre las aplicaciones y los usuarios. No es solo una idea inventada, sino que algunos especialistas en tecnología están señalando el hecho de chatear como una propuesta valiosa para recuperar el sentido de comunidad y de interés en los usuarios de las redes sociales y de internet en general.
Hoy en día, todas las redes sociales, incluyendo Facebook (cuyo messenger puede utilizarse mejor con estos trucos) cuentan con una opción para chatear. Lo mismo sucede con Instagram, Snapchat, Twitter, WhatsApp, Telegram, Gmail y mucho más.
Con el paso del tiempo, el poder chatear sigue siendo una de las opciones más atractivas para usuarios de redes sociales, quienes incluso en las modalidades más contemporáneas, como son los eventos en vivo, aprovechan para chatear con quien está transmitiendo. No por nada HBO ya se sumará a esta posibilidad de transmitir conciertos en vivo e incluirá un chat donde los espectadores podrán pedir canciones e interactuar con los invitados, bajo el nombre de Live con Max.
¿A qué se debe tanto éxito durante la historia de las redes sociales del chat?
Algunos expertos consideran que tiene que ver con el tipo de información que las redes ofrecen si eliminamos el chat. Por ejemplo, si no fuera por la posibilidad de hablar y estar en contacto con las personas que nos interesan, es probable que mediante las redes solo entraríamos a un espacio lleno de desinformación, arranques de emociones descontroladas, contenido de dudosa procedencia, que no nos interesa o que nos aburre, dudas sobre el uso de nuestra información privada y, además, imágenes que afectan nuestra autoestima y autoconcepción, realidad que incluso ha llevado a redes sociales como Instagram a eliminar los filtros que asemejan cómo se vería un rostro luego de someterse a múltiples cirugías plásticas, ya que este tipo de ideas y posibilidades están dañando la autoestima de las generaciones más jóvenes. Todo esto demuestra que la experiencia de origen e intención social termina por ser realmente alienante.
¿Y quién está ahí para devolverle ese carácter social a las redes?
El chat. Chatear no es lo mismo que publicar pues existe la posibilidad de que este acto se desarrolle en tiempo real (si ambas partes están presentes), además de que es un formato de comunicación con mayor privacidad, en donde nuestro rostro o actividades no necesariamente quedan expuestas, que se desarrolla con mayor voluntad y selección por parte de los participantes y con mayor libertad. Quizá el humano busca todo esto, pero no siempre lo puede encontrar.
Con información de GQ